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Hasta el pasado 27 de septiembre, la práctica totalidad de las empresas de España que entraban en concurso de acreedores terminaban disueltas. Apenas había posibilidades de poder darles una segunda vida. Sin embargo, con la entrada en vigor de la nueva ley concursal ese panorama ... ha cambiado, ya que ahora se facilita a empresas y particulares la superación de situaciones de insolvencia.
Es lo que le ha ocurrido a la empresa cántabra Servicios Públicos y Contratas S.L. (Sercon), fundada en 1993, dedicada al transporte y construcción, y enclavada en Herrera de Camargo.
En julio del pasado año, la empresa entró en concurso de acreedores y la primera decisión que tomó su representante legal, el abogado Ángel Sánchez (Aesyr & Abogados de Santander) fue iniciar un periodo de consulta -de tres meses- con los acreedores para llegar a acuerdos, «que era lo que permitía la ley antigua».
Dentro de ese plazo de consulta entró la nueva ley, que permite acogerse al denominado 'pre-pack' concursal, consistente en el nombramiento judicial de un experto independiente con el objeto de que lidere las negociaciones para la venta de una unidad productiva de una empresa en situación de crisis. «Lo que hicimos fue pedirle al juez que nombrara a un experto para buscar al menos una oferta, una empresa ajena de cualquier lugar de España que pudiera comprar la unidad productiva completa, es decir, trabajadores, maquinaria, obras, contratos, instalaciones... todo», explica Sánchez.
El abogado y administrador concursal cuenta que el experto hizo «muy bien su trabajo», encontró una oferta de una empresa de Toledo (denominadas entonces Contratas La Mancha) y el juez del Juzgado de lo Mercantil Nº1 autorizó la venta de esa unidad productiva. «La empresa va a seguir funcionando sin dejar de trabajar un solo día desde que entró en concurso de acreedores», afirma este letrado en relación al «primer caso que se da en Cantabria tras la entrada en vigor de la nueva ley y probablemente el primero de España».
Esta maniobra procesal no implica que la empresa compradora adquiera las deudas de la vendedora. «En la unidad productiva hay algunos derechos de cobro y algunas obligaciones que sí ha adquirido el comprador, pero se encuentran en el perímetro de la oferta aceptada. El resto de deudas y una serie de derechos a favor de Sercon se quedan en el concurso y ahora el administrador concursal tendrá que liquidarlos».
Tras la firma de la escritura de venta hace unos días, la antigua Sercon pasará a denominarse Arce Servicios y Contratas S. A. y «todos los trabajadores que había en la unidad productiva, unos 23, han sido subrogados», resalta el asesor legal del Sercon, que ha conseguido en tres meses dar continuidad a esta empresa.
Sánchez destaca que la nueva ley permite vender, a través de medios públicos, una empresa o aquellas partes que sean viables en el mercado. «Las entidades interesadas presentan sus ofertas y el experto nombrado por el juez elige la mejor, dando el visto bueno a la operación el Juzgado. «La ventaja que tiene esta nueva norma es que la empresa no ha dejado de funcionar en ningún momento, no ha parado, y se han podido salvar todos los puestos de trabajo».
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