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La alegría llegó pasadas las diez de la mañana a Hoznayo, cuando en televisión sonó el cuarto premio: 77768. La comprobación no dejó dudas de que allí habían vendido una serie completa del número. «Estamos muy contentos porque es una celebración estupenda en nuestro 50 ... aniversario», cuenta Miguel Gómez, responsable de la Administración Adelma, frente al conocido hotel Adelma. Un grupo que celebra este año el medio siglo de actividad.
«Aquí lo que hemos hecho ha sido venderlo a finales de verano y probablemente muy repartido porque viene mucho turista», explica Gómez sobre una administración que es una de las más conocidas de Cantabria. «Aquí comprar se ha convertido casi en una costumbre para mucha gente que viene de fuera», detalla el responsable de un despacho de loterías donde esta mañana no hubo una gran celebración. Ni botellas de champán, ni serpentinas… nada. «Estamos muy contentos pero no estamos acostumbrados a hacer más celebraciones y es bastante habitual que podamos dar premios porque vendemos mucho. Somos una de las tres primeras administraciones de Cantabria y una de las más conocidas en toda España».
Los carteles para anunciar el premio llegaron minutos después. Era aún pronto y Miguel todavía se mostraba esperanzado de que pudieran llegar más premios a lo largo de la mañana: «Vamos a ver qué pasa porque todavía no está todo resuelto. Podrían salir más cosas», avanzó. Pero no fue así.
Después de la emoción
Cuando finalizaba el sorteo, ya más tranquilo, sin la presión del momento, y tras haber atendido a los medios de comunicación, que se plantaron allí pasadas las diez y cuarto de la mañana, cogió el teléfono para responder a dos personas que llamaban a la administración. «Uno ha sido un anónimo que ha llamado para decir que tenía el boleto y que necesitaba saber si efectivamente estaba premiado. Le he dicho que sí y me ha colgado sin decir quién era», comentó.
La segunda llamada llegó poco después. «Era una chica de la zona, que había comprado el décimo, que no lo tenía en la mano, y que quería saber, también, si estaba premiado. Le he dicho que sí y me comentó que durante el día se volvería a poner en contacto conmigo», recuerda Gómez.
El día fue muy ajetreado para él. «Normalmente abrimos los domingos pero hoy, lógicamente, hemos tenido mucho más trabajo». Una vez finalizado el sorteo llegó el momento de recoger y de preparar lo de este lunes. «El trabajo no para aunque repartas un premio gordo. Mañana hay que seguir y estar listo y eso hay que prepararlo».
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