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ENRIQUE MUNÁRRIZ
SANTANDER .
Viernes, 8 de junio 2018, 10:47
Íñigo de la Serna cerró ayer a su etapa como ministro de Fomento. Con el traspaso de su cartera a José Luis Ábalos, la mano derecha de Pedro Sánchez y el guardián de las llaves de Ferraz, el dirigente del PP pone fin a ... 581 días de una actividad frenética, que le ha llevado a recorrer toda España en innumerable ocasiones cargado con decenas de proyectos millonarios que, en la mayoría de los casos, se han quedado a medias y con interrogantes sobre su concreción.
De los más de 200 viajes territoriales y sectoriales que ha realizado por toda España desde su nombramiento hasta hace un par de semanas, 34 lo fueron a esta comunidad autónoma -eso sin incluir los extraoficiales- en los que aprovechó para anunciar una movilización de expedientes de actuaciones que suman más de 3.700 millones para el tren de altas prestaciones, las reordenaciones ferroviarias, la solución al nudo de Torrelavega o, entre otros muchos, el acceso a Raos, aunque sólo estos dos últimos están a punto de arrancar tras adjudicarse las actuaciones. La gran mayoría de obras están en fase de borrador, anteproyecto o estudio ambiental.
En su despedida -o más bien en el nombramiento de su sucesor- se encontraban empresarios del sector de la construcción como el presidente de ACS, Florentino Pérez; el fundador de OHL, Juan Miguel Villar Mir, o el presidente de Abertis, José Aljaro. También acudieron los exministros socialistas de Vivienda, Beatriz Corredor, y Fomento, José Blanco, o el secretario general de la UGT, Pepe Álvarez.
De momento, el exalcalde de Santander ha soltado el pie del acelerador y ya ha anunciado que se va a tomar «un tiempo» para decidir su futuro en un momento crucial para elegir al sucesor de Mariano Rajoy al frente del PP. El favorito en todas las quinielas es el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, pero ya hay quien le ve dentro de la nueva dirección del PP. Al exministro le esperan dos años de paro forzoso (no es diputado), en los que cobrará el 80% de su sueldo de ministro para no entrar en actividades privadas de las que aún tuviera conocimientos privilegiados derivados de su cargo anterior.
Fomento es un destino muy agradecido en épocas de abundancia presupuestaria pero todo un rompecabezas en años de signo contrario, cuando toca gestionar austeridad como es el caso actual. Rajoy le introdujo en su equipo como una de las novedades -junto con otros cinco ministros- al valorar la gestión en el Consistorio y al frente de la Federación de Municipios y Provincias en una época en la cual los alcaldes notaron los efectos más directos y más crudos de la crisis. Su figura ha ido cobrando poco a poco más protagonismo dentro de la Administración con el apoyo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, su principal valedora en el Gabinete.
Tuvo un arranque convulso durante los primeros 10 meses de la legislatura. El temporal que dejó atrapadas a miles de personas en las carreteras en el Este peninsular, el rescate a las autopistas quebradas, estibadores, huelga del Prat, crisis en el sector del taxi... Y eso sin entrar en los conflictos regionales. A pesar de saltar de Santander a Madrid para dirigir una de las carteras con más peso, la que más capacidad inversora tiene del Estado, De la Serna se ha convertido en un ministro omnipresente en Cantabria, con una visita cada 18 días.
Aunque en su arranque en el ministerio vivió un 'noviazgo' con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, el final estuvo marcado por la polémica sobre la actividad editorial del jefe del Ejecutivo regional.
El nuevo ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, tras tomar de su cargo, afirmó que las inversiones de obra pública de su departamento deben servir para fomentar «la cohesión social y territorial». «La cohesión social es lo mejor que los socialistas hemos hecho por este país y la obra pública es también proyecto de país y sirve para reafirmar la identidad, porque contribuye a la integración territorial», señaló el dirigente socialista.
Ábalos aseguró que trabajará con «responsabilidad» y «vocación clara de servicio público» en este departamento. «Así lo haremos en el tiempo que nos dejen, pues los tiempos políticos están marcados con claridad», apuntó el flamante ministro, que mantendrá su puesto como 'número dos' del PSOE, como ya hiciera José Blanco, presente en el acto, entre los años 2009 y 2011.
Tras recibir la cartera de manos de De la Serna, a quien agradeció al inicio de su discurso «el trato personal inigualable» en las escasas horas para el traspaso, se marcó como objetivos al frente de Fomento el crecimiento, el desarrollo, la sostenibilidad y el bienestar, sabedor de la importancia que entraña este departamento.
Entre los temas pendientes, tiene un plan extraordinario de carreteras con capital privado, el rescate de las autopistas o las propuestas de nuevas líneas de AVE , con especial atención al Corredor Mediterráneo.
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