Sanidad vacunará sin cita previa este viernes en el Palacio de Exposiciones

En concreto, se pretende incrementar la vacunación en los grupos más jóvenes, principalmente de 12 a 19 y de 20 a 29 años, aunque también de 30 a 39, si bien podrá ir a vacunarse cualquiera, también fuera de esas franjas de edad.

Este sistema que ya se está utilizando en otras regiones y, en el caso de dar buen resultado, podría ampliarse a toda la red de puntos externos de vacunación.

Los primeros intentos llevados a cabo en otras comunidades no dieron los frutos apetecidos, con lo que parecía que el esfuerzo de movilizar recursos no se veía compensado por la respuesta de los ciudadanos. De hecho, esta pasada semana, la gerente del SCS, Celia Gómez, se limitaba a decir que ese sistema de 'puertas abiertas' estaba «sobre la mesa», como una opción más de las que se barajan para tratar de acelerar la inmunización de toda la población de Cantabria.

Mientras, la práctica de la vacunación sin cita se ha ido ampliando a otros puntos de la geografía nacional, cada vez con mejores resultados, sobre todo de cara al inicio del curso escolar.

«Vamos a hacer una prueba en los próximos días, y en función del resultado y de si somos capaces de ponernos todos de acuerdo, habilitar unas horas de 'puertas abiertas' en todos los puntos externos de vacunación», explicó Celia Gómez. «Es una idea que aún no está cerrada del todo, pero que vamos a probar, aunque no se administren todas las vacunas que deseamos: si son 8.000 citas y al final sacamos solo mil, no dejan de ser mil personas menos a vacunar».

«Estamos en fase de probar cosas nuevas, sobre todo en el grupo de los más jóvenes, y hay que intentar llegar a ellos como sea, incluso encauzando la comunicación por otros canales de los habituales, que son por los que ellos se mueven», añadió. La gerente del SCS recordó que el Ministerio acaba de iniciar una campaña publicitaria para animar a los adolescentes a vacunarse, tratando de transmitirles una idea de responsabilidad y solidaridad con los demás. La iniciativa, que coincide con el final del verano y el inicio del curso escolar, quiere reforzar la confianza en las vacunas entre la población de menos edad. Esos mensajes tendrán una fuerte presencia en internet en plataformas como Spotify, Instagram o TikTok, y se emitirán también en las televisiones de ámbito nacional y autonómico, así como en radios y circuitos de exterior como autobuses o universidades.

Gómez ya se había referido anteriormente a la idea de ubicar puntos de vacunación móviles junto a las facultades, para llegar a toda la población universitaria, pues la franja de edad de 20 a 29 años es una de las que registra menor porcentaje de vacunados (72,5%, de los que el 57,2% está inmunizado). Dentro de ese programa de vacunación a la carta se encuadra también el convenio que está a punto de cerrarse con CEOE-Cepyme, en colaboración con la Mutua Montañesa. «La vacunación en empresas se realiza a través de los servicios de prevención. De momento nos vale con que colaboren en la promoción de la vacunación, porque todo lo que sirva para impulsar la campaña resulta positivo. Hay muchos trabajadores que están dentro de las franjas de edad con menores porcentajes de vacunación. Nuestro grupo de comunicación está tratando de llegar a todos los ciudadanos, adecuando el mensaje y el medio a cada grupo de edad: los que tenemos cincuenta años no usamos TikTok».

Con el curso escolar ya arrancando queda descartado que toda la franja de edad de 12 a 19 años haya recibido su primera dosis para el inicio de las clases, como deseaban las autoridades educativas y sanitarias. No obstante, la vacunación está ya bastante avanzada en ese tramo de edad, y se ha llegado a un 72,2%, y al 13,5% con la pauta completa. Ese primer porcentaje aumentará, como mínimo, hasta el 78% para el fin de semana, atendiendo a las inoculaciones ya programadas por autocita, mientras el Servicio Cántabro de Salud (SCS) continúa llamando por teléfono para acelerar la campaña. Los inmunizados supondrán para entonces el 28%.

Celia Gómez ya advirtió de que el ritmo de vacunación en cualquier franja de edad se ralentiza cuando se está cerca de completar el tramo. «Intentaremos darle un empujoncito esta semana; por eso seguimos llamando, aunque casi todo lo que está programado es a través del servicio de autocita».

Se da por descontado que será imposible llegar al 100% de jóvenes vacunados, pero un volumen superior al 90% ya sería considerado como un éxito. Además, hay personas pendientes de otras vacunas, y es necesario esperar antes de administrar la del covid; las hay también que han pasado la enfermedad, que tienen que aguardar al menos un mes para recibir la dosis que los inmunice... Teniendo en cuenta todas esas circunstancias, que pueden lastrar este último tramo, se puede pronosticar que en la primera quincena de octubre tengan todos sus primeras dosis. Será necesario, en cualquier caso, realizar un esfuerzo extra.

En cuanto al resto, los cántabros de 70 años en adelante están ya todos vacunados, salvo algún caso aislado. El hecho de que el coronavirus se ensañase con los más mayores, entre quienes se cuenta el mayor número de casos graves y muertes, influyó decisivamente en que respondieran de esa manera cuando tuvieron la posibilidad de inmunizarse.

No ha encontrado la vacuna ese mismo apoyo unánime en los demás tramos de edad, que siguen sin completarse. El de 60 a 69 años es, del resto, el que más adelantado está, con un 98,4% de vacunados y un 97,8% con la pauta completa. La protección de esta franja ha resultado algo más lenta al haber empleado en ella las dosis de AstraZeneca, que requieren más semanas de espera entre la primera y la segunda. De 59 a 59 años se ha vacunado el 92,7% del total, y el 92,1% con la pauta completa. En la franja de 40 a 49 los porcentajes son del 87,8 y del 86,7, respectivamente.

El SCS quiere reforzar la campaña especialmente en las edades más bajas. De 30 a 39, el 73,8% ha recibido al menos una dosis, y el 68,7%, las dos.

La autocita ha sido el sistema que se ha empleado casi en exclusiva para los más jóvenes. Quizás al ser estos los menos expuestos a los peores efectos de la enfermedad no están tan motivados como los demás para que les inyecten el suero.