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Martes, 6 de noviembre 2018, 07:59

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Tylopilus felleus’: Un boletus que, de joven, es similar al ‘Boletus edulis’. Su sabor es demasiado amargo para ser cocinado y con un sólo ejemplar se estropea un guiso. Cuando crece, sus poros viran a rosa y la retícula a negro, por lo que puede distinguirse más fácilmente. Aunque no es venenoso, no se considera comestible por el mal sabor que posee.

Tylopilus felleus’: Un boletus que, de joven, es similar al ‘Boletus edulis’. Su sabor es demasiado amargo para ser cocinado y con un sólo ejemplar se estropea un guiso. Cuando crece, sus poros viran a rosa y la retícula a negro, por lo que puede distinguirse más fácilmente. Aunque no es venenoso, no se considera comestible por el mal sabor que posee.
Tylopilus felleus’: Un boletus que, de joven, es similar al ‘Boletus edulis’. Su sabor es demasiado amargo para ser cocinado y con un sólo ejemplar se estropea un guiso. Cuando crece, sus poros viran a rosa y la retícula a negro, por lo que puede distinguirse más fácilmente. Aunque no es venenoso, no se considera comestible por el mal sabor que posee.

‘Entoloma lividum’: También conocida como seta pérfida o engañosa. Físicamente se parece a la seta de primavera o perrechico (‘Calocybe gambosa’). Provoca trastornos gastrointestinales que se pueden prolongar dos semanas. Se distingue de la comestible en que sus láminas se vuelven rosadas al madurar y en que la venenosa crece principalmente en otoño y la comestible en primavera.

‘Entoloma lividum’: También conocida como seta pérfida o engañosa. Físicamente se parece a la seta de primavera o perrechico (‘Calocybe gambosa’). Provoca trastornos gastrointestinales que se pueden prolongar dos semanas. Se distingue de la comestible en que sus láminas se vuelven rosadas al madurar y en que la venenosa crece principalmente en otoño y la comestible en primavera.
‘Entoloma lividum’: También conocida como seta pérfida o engañosa. Físicamente se parece a la seta de primavera o perrechico (‘Calocybe gambosa’). Provoca trastornos gastrointestinales que se pueden prolongar dos semanas. Se distingue de la comestible en que sus láminas se vuelven rosadas al madurar y en que la venenosa crece principalmente en otoño y la comestible en primavera.

‘Amanita virosa’: Los champiñones parecen fáciles de distinguir, pero existen algunas especies tóxicas similares. La ‘Amanita virosa’ y la ‘Amanita verna’ son muy parecidas a ellos físicamente, pero su ingesta puede provocar la muerte. Cuando son jóvenes es complicado diferenciarlos, pero cambian al desarrollarse. En caso de duda, es recomendable dejar que crezcan.

‘Amanita virosa’: Los champiñones parecen fáciles de distinguir, pero existen algunas especies tóxicas similares. La ‘Amanita virosa’ y la ‘Amanita verna’ son muy parecidas a ellos físicamente, pero su ingesta puede provocar la muerte. Cuando son jóvenes es complicado diferenciarlos, pero cambian al desarrollarse. En caso de duda, es recomendable dejar que crezcan.
‘Amanita virosa’: Los champiñones parecen fáciles de distinguir, pero existen algunas especies tóxicas similares. La ‘Amanita virosa’ y la ‘Amanita verna’ son muy parecidas a ellos físicamente, pero su ingesta puede provocar la muerte. Cuando son jóvenes es complicado diferenciarlos, pero cambian al desarrollarse. En caso de duda, es recomendable dejar que crezcan.

Amanita phalloides’.: Su ingesta provoca una alta toxicidad y, si no se actúa a tiempo, es mortal. Recuerda a la ‘Russula virescens’ (conocida como gorro verde), una especie muy apreciada por su sabor, que recuerda a la avellana y se acentúa al cocinarla. La principal diferencia está en la volva –la protuberancia de la base–, que sólo está presente en las amanitas.

Amanita phalloides’.: Su ingesta provoca una alta toxicidad y, si no se actúa a tiempo, es mortal. Recuerda a la ‘Russula virescens’ (conocida como gorro verde), una especie muy apreciada por su sabor, que recuerda a la avellana y se acentúa al cocinarla. La principal diferencia está en la volva –la protuberancia de la base–, que sólo está presente en las amanitas.
Amanita phalloides’.: Su ingesta provoca una alta toxicidad y, si no se actúa a tiempo, es mortal. Recuerda a la ‘Russula virescens’ (conocida como gorro verde), una especie muy apreciada por su sabor, que recuerda a la avellana y se acentúa al cocinarla. La principal diferencia está en la volva –la protuberancia de la base–, que sólo está presente en las amanitas.

‘Amanita pantherina’: Es muy tóxica y, excepcionalmente, puede provocar la muerte. Físicamente, se parece a la ‘Amanita rubescens’, una seta comestible que debe ser cocinada para eliminar algunos componentes tóxicos que actúan si se come cruda o poco hecha. Se diferencian al cortar la carne. La no venenosa cambia su color a rosado y la ‘pantherina’ permanece inmutable.

‘Amanita pantherina’: Es muy tóxica y, excepcionalmente, puede provocar la muerte. Físicamente, se parece a la ‘Amanita rubescens’, una seta comestible que debe ser cocinada para eliminar algunos componentes tóxicos que actúan si se come cruda o poco hecha. Se diferencian al cortar la carne. La no venenosa cambia su color a rosado y la ‘pantherina’ permanece inmutable.
‘Amanita pantherina’: Es muy tóxica y, excepcionalmente, puede provocar la muerte. Físicamente, se parece a la ‘Amanita rubescens’, una seta comestible que debe ser cocinada para eliminar algunos componentes tóxicos que actúan si se come cruda o poco hecha. Se diferencian al cortar la carne. La no venenosa cambia su color a rosado y la ‘pantherina’ permanece inmutable.

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