El Seve Ballesteros volvió a caer en febrero, con un retroceso del 7,4%

Los datos no suponen ninguna sorpresa. El aeropuerto arrastra en esta campaña de invierno el lastre de la retirada de las rutas a Manchester, Birmingham, Venecia y Sevilla por parte de Ryanair. De hecho, en febrero se ha frenado ligeramente la sangría (en enero la caída fue del 10,7%) con mejores resultados en rutas como Madrid o Barcelona como reflejo de los nuevos contratos de patrocinio firmados por el Gobierno. Han compensado algo la pérdida, pero no lo suficiente como para obtener un resultado positivo en el balance. Y hay que tener en cuenta que los números se confrontan ahora con los del año 2024 –que supusieron en su conjunto un retroceso de casi el 12% respecto a 2023–. O sea, que ya no se comparan con un año de récord.

Para hacerse una idea, entre los aeropuertos cercanos, el de Asturias creció un 0,8%, el de Bilbao un 0,9% y el de Vitoria, un 11,6%. Por contra, se registraron datos negativos en otros como Santiago (-8,1%), San Sebastián (-1,8%) o Pamplona (-3,7%).

La nota positiva en el Seve Ballesteros viene de la mano de las operaciones, que crecieron un 8,2%. Esta diferencia con respecto a los pasajeros tiene, en parte, su explicación en que la estadística recoge aquí no sólo los vuelos comerciales de carácter regular, también los privados, los que se organizan para actividades como el Imserso o los de emergencias, por ejemplo.