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Falta poco más de un mes para que el aeropuerto se ponga la manga larga. Mientras en el arranque de esta semana en la terminal se viven los coletazos del verano en forma de cambio de quincena –y, con ello, las idas y venidas de ... los que regresan o aún se van de vacaciones–, en las oficinas se prepara la nueva campaña. La que va de finales de octubre a finales de marzo. Invierno. Y, a estas alturas, lo que no esté a la venta ya no lo estará, salvo sorpresa mayúscula, en los próximos meses. Lo de Sevilla con Ryanair se sabía. La ruta la opera también Volotea –aunque está pendiente de renovar el convenio de promoción– y la compañía irlandesa se retiró ya este verano. Pero a ese movimiento se suman otros tres, tres destinos que tampoco están disponibles para este invierno. Birmingham, Mánchester y Venecia-Treviso. No solo eso. A aeropuertos clásicos como Londres o Bruselas habrá menos llegadas desde Cantabria. Será difícil que la parte positiva que trae la nueva campaña, mejoras en dos rutas estratégicas como son Madrid y Barcelona –que son mejoras importantes y necesarias–, sean capaces de compensar del todo el previsible agujero en el número de pasajeros. Contando agosto son un 11,2% menos que en 2023, el año del récord.
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Fue Luis Martínez Abad el que, en marzo, decía precisamente que había visto «al Real Madrid empezar mal la temporada y luego ganar la Champions» al hablar del Seve Ballesteros. Pero la remontada no ha llegado en este caso. También que en verano no se iban a perder vuelos. Y tampoco acertó. No se perdieron destinos, pero sí rutas (las que hacían dos compañías al mismo aeropuerto) y operaciones. Por entonces, no sabía que en solo unos meses iba a pasar de estar al frente de Cantur a liderar la Consejería.
Reducciones Londres y Bruselas, dos de las conexiones clásicas, también reducen el número de vuelos
Pasajeros La caída de viajeros respecto a 2023 es del 11,2% frente al crecimiento general
Nuevos contratos El Gobierno está a punto de resolver con mejoras los de Madrid y Barcelona y debe sacar el de Sevilla
Anuncio en falso El Ejecutivo aseguró que la ruta a Bucarest iba a continuar en invierno, pero no está programada
El nuevo responsable de Cultura, Turismo y Deporte sabe que el Seve ocupa una parte importante en su agenda. De hecho, desde Cantur se había puesto ya con uno de los asuntos más urgentes. Hace meses anunciaron una salida más a primera hora con Madrid. Los martes. Una jornada más durante la semana que permite el viaje de ida y vuelta en el día. Eso está recogido en el nuevo convenio de promoción de la ruta, a punto de resolverse. La conclusión es que para este invierno, según los cálculos de la Asociación de Amigos de Parayas con la oferta disponible, con Madrid están programadas 58 operaciones más que la anterior campaña. La conexión aún tiene que mejorar –es evidente–, pero es un paso adelante.
También aumentará la oferta con Barcelona. Ya lo hace y lo hará aún más cuando se resuelva el contrato de promoción que, como el de la capital de España, está a punto de quedar resuelto. Vuelos diarios y varias jornadas en las que será posible ir y volver en el día.
En eso de los contratos de promoción está pendiente el de la ruta con Sevilla. Hace semanas que en el Gobierno aseguraban que sacarlo era «inminente». Así debe ser porque, si uno quiere comprar billetes para viajar a la ciudad andaluza, ahora mismo solo podrá hacerlo hasta el 6 de enero. A partir de esa fecha, en la web de Volotea desaparece la conexión (y Ryanair dejó de operarla, como ya se ha dicho, ya de cara al verano que ahora termina). Lo normal es que todo se resuelva con el nuevo convenio de promoción y que se mantenga la ruta durante todo el año, pero no sobra mucho tiempo.
Mallorca Vueling opera esta ruta veraniega, que se prolongará en el primer mes de la temporada invernal. Hay vuelos hasta el 26 de octubre.
Murcia Ruta estacional de Volotea. Los viajes están programados hasta el 4 de octubre
Menorca También operada por la compañía Volotea, hay vuelos hasta el 2 de octubre
Ibiza Los viajes a la isla (igualmente con Volotea) están fijados hasta el 2 de octubre.
Con los nuevos contratos, el Ejecutivo del PP pretende mejorar los que dejó firmados con las compañías el Gobierno anterior, el del bipartito PRC-PSOE. De hecho, populares y regionalistas se han tirado los trastos a la cabeza en ocasiones por la caída de pasajeros del aeropuerto. Sin ir más lejos, el portavoz del PRC en materia de Turismo, Javier López Marcano, instó hace días al nuevo consejero a «ponerse las pilas desde el primer día» para frenar el «declive incesante» del Seve. Fue tras saber que la terminal quedó en agosto en el «furgón de cola de España» en un contexto de crecimiento global cifrado en el 10,1%.
Con lo que se viene para este invierno, se avecina nueva tormenta política. Durante la anterior campaña, Mánchester, Birmingham, Venecia y Sevilla (la de Ryanair) sumaron 46.000 pasajeros. Eso ya son números rojos para la nueva temporada. Por resumir, frente a las veinte rutas (diecinueve destinos porque a Sevilla volaban dos aerolíneas) con las que arrancó el ciclo en 2023, este año lo hará con dieciséis.
Y ojo al cálculo que hacen los Amigos de Parayas en base a los billetes que se pueden comprar hoy en día en Ryanair. Entre noviembre y marzo del año que viene, más allá de la desaparición de esos tres destinos, Bruselas tiene previstas 36 operaciones menos. Londres, 32. Otras conexiones como Milán o Dublín –pendientes de refuerzos que puedan ponerse en Navidad o en otras fechas– también acumulan menos vuelos estimados para este periodo. En total, la reducción es de más de 450 vuelos.
Eso, claro, tendrá efectos sobre el balance de pasajeros, que ha sido, mes a mes, siempre peor que el anterior desde noviembre de 2023. Hasta agosto (incluido) diez bajadas consecutivas. Y todo indica que no mejorará –tiene pinta de todo lo contrario– hasta final de año. El verano, de hecho, ha sido especialmente doloroso, con descensos acusados en los periodos más turísticos y en un contexto general de crecimiento en los aeropuertos españoles.
De responder a las críticas por estos números se ha ocupado el consejero de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media. Cuando los resultados son «excelentes», como los del año pasado, «no suele ser fácil» lograr que sean «más excelentes» el ejercicio siguiente, aseguró al conocer los datos de agosto. Más allá de achacar buena parte de los sucedido a los contratos heredados del anterior Gobierno, Media –y también Martínez Abad– ha defendido siempre que, si bien los datos del Seve no serán tan buenos como los de 2023 y tampoco los de 2019 (el anterior récord), estarán entre los mejores de la serie histórica.
El consejero hace poco más de un mes se atrevió con un pronóstico. Dijo que sus previsiones apuntaban a 1.107.000 pasajeros a final de año, «el tercer mejor registro de la historia». Más allá de precisar que, de cumplirse, no sería el tercero, sino el quinto, falta saber si en esos cálculos está contemplada la caída de las rutas de Ryanair en los dos últimos meses de 2024. Varios planes no les han salido como esperaban. Antes del verano se anunció desde el Ejecutivo una nueva ruta con Oporto que no llegó a despegar. Y tampoco va a cumplirse otra promesa. El propio Media dijo en marzo en el Parlamento que los viajes veraniegos a Bucarest de Wizzair se prolongarían en invierno. Por ahora, no están programados.
La ampliación horaria del Seve Ballesteros permitió salvar 'por los pelos' el viaje previsto el pasado domingo a Viena desde Cantabria. Las condiciones meteorológicas en Austria, República Checa y Hungría (con riadas e inundaciones que han provocado varias muertes en el centro de Europa) están complicando mucho los viajes estos días y eso afectó de lleno a la conexión de Ryanair. El avión encargado de la ruta fue acumulando retrasos durante toda la jornada y el Viena-Santander despegó tres horas y media más tarde de lo previsto. Así, llegó a Cantabria unos minutos después de las 00.00 horas, con los pasajeros que tenían planeado viajar hasta Austria esperando en el aeropuerto. Hubo que darse prisa para cumplir con el horario ampliado de la terminal. Así las cosas, con un retraso de dos horas y 51 minutos, según relatan los Amigos de Parayas, el avión despegó a las 00.51 horas. Al límite del cierre. Los pasajeros llegaron al aeropuerto de Viena a las 03.19 horas.
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