«Me siento como si fuera los Reyes Magos»

Un reguero de fortuna para arrancar el nuevo año y que el protagonista, el propio Salgado, todavía no terminaba de asimilar por la tarde. «Esto es que no se asume. Es una sensación muy rara, no lo asimilo. No lo llego a digerir. Ser intermediario a través de la ONCE y hacer feliz a tal cantidad de gente dando un importe de dinero importante... Pareces los Reyes Magos. Que sea yo el transmisor... Es algo increíble», comienza.

El vendedor explica que los agraciados, en su inmensa mayoría, son clientes habituales. De los de todas las semanas. «Es curioso. Podríamos hablar incluso del karma o la fortuna. Son clientes habituales. Gente de Monte, y alguno de Cueto, que pasan por allí y lo compran. Son clientes de un cupón o dos. Por eso me alegro todavía más, porque ha sido un premio muy repartido».

De hecho, Salgado pensaba en un primer momento que era una broma de comienzo de año. «Me llamaron de Comunicación de la ONCE por la mañana. Yo estaba desayunando y pensaba que me estaban vacilando», anota.

Tres millones de euros que, sobre todo, suponen un colofón a más de 25 años repartiendo suerte, con el premio más elevado de su trayectoria profesional. Al igual que varios de los clientes. «Algunos me han llamado para darme las gracias y felicitarme. Los conozco de toda la vida». Décadas y décadas probando suerte que por fin tienen una gran recompensa. «Hay algún premiado que no sólo le conozco a él, también a sus padres y abuelos». Lo dicho, toda una interconexión vital con la ilusión como hilo conductor.

Acercándose a la barrera de los 60, Salgado, natural de Monte, insiste en que «es el mayor premio que he repartido». Más aún, en tiempos complicados. «Es impresionante. Todo el pueblo va a tener premio de 40.000 euros. Es gente que lo ha pasado muy mal el año pasado y estoy muy alegre de que comiencen el año 2022 de esta manera».

Nunca el refrán de que 'la suerte va por barrios' fue tan apropiado. Mientras la calle San Fernando permanecía relativamente ajena a lo que se había desencadenado en los días previos a la altura del número 26, en el extrarradio de Santander se desbordaba la felicidad, como reconocía el propio vendedor.

El representante de la ONCE igualmente apuntaba a una de las claves de que los cupones hayan estado tan repartidos: el trasiego de peatones que registra la citada vía a lo largo de la semana. Tanto por la mañana como por la tarde.

Habituales aparte, ese quiosco de la ONCE también capta buena parte de sus clientes de los ciudadanos que circulan a pie por la vía, ayer mucho más calmada que de costumbre y con imágenes propias de las reuniones familiares de Año Nuevo frente a la vorágine habitual de cualquier jornada ordinaria y laborable en el centro de la capital santanderina.