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La crisis de los servicios de Oftalmología por la falta de personal llega ahora, de rebote, al Hospital Sierrallana, después de la anulación en bloque de más de 150 consultas citadas en Liencres semanas atrás. La Gerencia de Torrelavega ha tenido que dar orden ... de derivar a Valdecilla a todos los pacientes que lleguen a su servicio de Urgencias con problemas oculares y que requieran una valoración del especialista, porque no tiene oftalmólogo disponible para cubrir esa función -y eso que únicamente contaba con esa cobertura en horario de mañana (por la tarde y la noche ya remitía al hospital de Santander las urgencias oftalmológicas que requerían una revisión más exhaustiva)-.
El detonante de este cambio de escenario tiene su origen en el Hospital de Laredo, pero ha salpicado primero al servicio de Oftalmología de Valdecilla, que se ubica en Liencres, y ahora -como se había augurado- al de Sierrallana. Para cubrir el déficit de personal en el hospital pejino, desde la Consejería de Sanidad se decidió que una de las doctoras incorporada en comisión de servicios en el equipo de Valdecilla (experta en patología de retina) volviera a su plaza en propiedad, que está en Laredo. Un movimiento pensado como solución a un problema que desembocó, a su vez, otro en Liencres, ya que descuadró la agenda programada de consultas -de ahí el aluvión de cancelaciones, con las consiguientes quejas de los afectados-. Desde el servicio de Oftalmología de Valdecilla, que dirige Miguel Ángel Gordo, se reconoció a este periódico el «trastorno generado» y el «lógico enfado» de los pacientes perjudicados por la marcha forzosa de su médico.
En vista del impacto de la medida, desde el Servicio Cántabro de Salud (SCS) se intentó apagar este segundo fuego, en una de las especialidades con mayor demanda y demora en sus listas de espera, tanto para operar como para consultas, con la vuelta de uno de los facultativos con plaza en Valdecilla, pero también desplazado en comisión de servicios. Y ahí es donde llega el efecto dominó. Su destino, hasta ese momento, era el Hospital Sierrallana.
Así que, al igual que la compañera enviada a Laredo, vio revocado su permiso para retornar a su consulta en Liencres. Aunque, claro está, este último movimiento deja ahora el hueco sin cubrir en Torrelavega. Y allí, para que no se repitiera la historia de Valdecilla -es decir, para evitar la anulación de todas las consultas ya concertadas con este profesional-, se ha decidido prescindir de la guardia de Urgencias, que sólo funcionaba por la mañana, y tratar de salvar así la agenda programada, lo que se entiende que es el mal menor, dentro de este descalabro encadenado.
Pero, además, no es esta la única decisión adoptada recientemente por la Dirección de Sierrallana en el ámbito de Oftalmología: también ha reactivado las derivaciones de cirugía de ojos (cataratas, principalmente) a la sanidad privada. Sólo en el mes de marzo, 60 pacientes del área de salud de Torrelavega, han sido remitidos a Santa Clotilde, hospital con el que tiene concierto el SCS para este tipo de intervenciones. Y no se descarta continuar en abril con esta dinámica a la que Sierrallana no había tenido que recurrir desde el inicio de la presente legislatura (2019), cuando se optó por dar prioridad al refuerzo de la actividad realizada con recursos propios (en el propio hospital). Pero el parón de los programas especiales, que ha congelado la actividad quirúrgica por las tardes, ha contribuido a buscar el apoyo de Santa Clotilde en un contexto de listas de espera disparadas.
Valdecilla ha puesto en marcha, como experiencia piloto, un programa de cribado oportunista en el servicio de Urgencias para detectar casos de hepatitis B y C no diagnosticados y avanzar así en la eliminación de estas enfermedades. La prueba, incorporada en las analíticas con el consentimiento del paciente, tratará de diagnosticar casos positivos, entre la población general, que desconoce ser portadores de hepatitis. Se complementará así la búsqueda activa de diagnósticos en población con factores de riesgo. La previsión es que este cribado se extienda más adelante a otros centros de la región. Los servicios de Digestivo se encargarán del seguimiento de los pacientes en los que se haya diagnosticado la enfermedad. Una vez diagnosticado, el tratamiento de la hepatitis C es altamente efectivo y lleva casi siempre a la curación.
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