Siete empresas compiten por el pastel eólico en la región

Entre medias, cuentan con intereses en la región otros actores de muy distinta índole, como Green Capital (su matriz es Capital Energy) hasta ahora conocido en el ámbito de las renovables por ser una desarrolladora que se hace con proyectos para ceder la construcción y explotación. De todas las pretendientes de infraestructuras eólicas en la comunidad, hasta ahora ha sido esta sociedad la que más ha preocupado a las plataformas vecinales que las rechazan por su «ambición»: han solicitado 17 parques tras haber sido cancelados, «por distintos motivos», otros cuatro en La Rasa, Cilda, Ebro Norte y Cueto, ya que inicialmente la idea era instalar 21.

Por último, están en la carrera Boreas -una empresa con sedes en Burgos y Navarra que quiere plantar dos molinos en Campoo de Enmedio- y Verde III, denominación tras la que se encuentra la multinacional Abei Energy, con negocios en Europa y América. En Cantabria, esta marca está representada por Félix Pardo (de Pardo Castillo Abogados), un bufete especializado en Urbanismo.

Empujada por Europa -que busca que sus países produzcan electricidad con la fórmula menos contaminante posible y retribuye a las compañías con ese objetivo- en España se vive una segunda gran oleada de centrales eléctricas basadas en el aprovechamiento del viento y, esta vez, parece que Cantabria no se podrá quedar al margen, como ocurrió en la primera revolución eólica, que en la región no se concretó.

En todo el territorio nacional existen ya 1.267 parques eólicos, que suman 21.430 aerogeneradores en funcionamiento, mientras esta comunidad, junto con Madrid, Baleares y Extremadura, se ha quedado en el pelotón de cola. Aquí, hasta el momento, solo se ha conseguido encender (en 2007) un parque con 38 molinos, en Cañoneras (Soba).

Ahora tampoco se concretarán todos los planes que están sobre la mesa (en total, una treintena) y las siete compañías que están en liza en Cantabria son conscientes de que están compitiendo entre ellas. La Asociación Eólica estima que saldrán adelante en torno a un tercio de los parques para los que se ha pedido autorización tanto al Gobierno regional (que supervisa los que producen hasta 50 megawatios) como al Ministerio para la Transición Ecológica (que debe aprobar los que superan los 50 megawatios).

Desde la Administración cántabra ni confirman ni desmienten esa aproximación: «No hemos hecho ese cálculo», apunta el director general de Medio Ambiente, Antonio Lucio, que, por el contrario, tiene muy claro que en este territorio hay 18 espacios con variopintos niveles de protección y que existen áreas concretas donde «se solapan» varias peticiones (San Miguel de Aguayo es un sitio paradigmático, con 15 infraestructuras diseñadas) lo que «ya da idea de que ni mucho menos todos» tendrán luz verde.