El Sindicato Médico rechaza la subida que ofrece Sanidad: «No es real, es engañosa»

Avanza que «la mesa del lunes será un brindis al sol» porque «no ha habido una negociación real en ningún momento» para cerrar el conflicto y volver a operar por las tardes

Ana Rosa García

Santander

Jueves, 13 de abril 2023, 14:53 | Actualizado 15:03h.

No va a hacer falta esperar al próximo lunes, que está convocada la mesa sectorial en la que el Servicio Cántabro de Salud (SCS) buscará ... cerrar el conflicto de las peonadas que mantiene los quirófanos cerrados por las tardes, para avanzar el resultado de esas negociaciones. El Sindicato Médico, que es quien lidera la reivindicación del colectivo que hace mes y medio decidió plantarse para reclamar una subida salarial por esa actividad extraordinaria (y voluntaria), no se anda con tapujos. La rechaza de plano, y así se lo trasladó la semana pasada al propio gerente del SCS, Rafael Sotoca. «Esa subida del 10% que se plantea no es real; ni siquiera cubre la inflación, ya no de los últimos 12 años, es que ni la de los dos últimos. Es engañosa porque no es un 10% real», sostiene el vicepresidente del Sindicato Médico, Santiago Raba. Y lo explica así: «Los procedimientos más habituales suben mucho menos y los que apenas se hacen, más. Poniendo un ejemplo inverso es como si nos dicen que la cesta de la compra sólo ha subido un 10% porque el pan ha subido el 20 pero el caviar está al mismo precio. El pan lo comemos todos los días y el caviar nunca».

Raba responde así a la propuesta difundida desde el SCS, que contempla un incremento del 10% en las tarifas de esa actividad extra para «todas las especialidades» que hacen peonadas en los hospitales. Una oferta «muy trabajada, razonable y notablemente mejor que la primera», en palabras de Sotoca, tras «consensuarlo con los jefes de servicio».

Pero el Sindicato Médico contesta que «no ha habido en ningún momento una negociación real. Los jefes de servicio son cargos directivos, no representantes de los trabajadores, y además no han negociado en ningún caso los precios porque no tienen competencia para ello». Expone que «en las dos reuniones que el SCS ha mantenido con nosotros, en el último mes y medio, su única intención era presentarnos sus propuestas, sin querer entrar nunca en una negociación real». Es más, Raba asegura que la pasada semana «les hicimos varias ofertas, con diversas fórmulas para hacer una subida progresiva que pudiera encajar en el presupuesto de este año siempre que se vinculara a un proyecto a largo plazo, dando estabilidad a los programas con incrementos retributivos acordes al IPC y así evitar que se repita una situación como la actual, con 12 años de congelación en las tarifas». Pero después de ese último encuentro, «hemos vuelto a recibir la callada por respuesta».

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Por tanto, avanza que «la mesa sectorial del próximo lunes es un nuevo brindis al sol de la Consejería de Sanidad. No sabemos muy bien cómo pretenden cerrar un conflicto con un colectivo llevando una propuesta de acuerdo que no ha dado por buena dicho colectivo». Desde el sindicato recuerdan que «los médicos tienen derecho a disfrutar de su tiempo libre como cualquier otro ciudadano y no a estar permanentemente sujeto a presiones de sus gestores por culpa de una situación que no han generado ellos sino precisamente quienes les presionan».

Así que no ven próxima la vuelta de las cirugías por las tardes ni de las pruebas complementarias (principalmente, de Rayos) más allá de la jornada ordinaria, por más que aprieten los números de las listas de espera. Para el colectivo médico, añade Raba, «es sumamente frustrante observar la progresiva privatización encubierta de la sanidad por parte del Gobierno de Cantabria, que destina 22 millones de euros a operar en clínicas privadas mientras sólo dedica 3,5 millones para la pública para realizar los procedimientos más complejos (que las privadas rechazan) y a un precio inferior al que abona a la privada por los más sencillos».

Recuerda que «desde octubre, en que marcamos que tenía que haber una actualización de las tarifas para 2023, han transcurrido seis meses en los que se podría haber solucionado el problema sin necesidad de llegar a un conflicto, pero tenemos un consejero de Sanidad (Raúl Pesquera) empeñado en la confrontación con los médicos, como ya ocurrió en la reciente huelga de Atención Primaria, que nunca debió producirse», sostiene Raba.

Así las cosas, y «teniendo en cuenta esta negativa a entablar una negociación real y a que cualquier acuerdo que se pudiera alcanzar la Consejería se niega a aplicarlo antes del segundo semestre del año, nos estamos planteando si merece la pena intentar seguir abriendo una negociación con los actuales gestores o esperar a que los que salgan de las próximas elecciones tengan una mayor sensibilidad por la sanidad pública y se puedan alcanzar con ellos acuerdos estables y duraderos».