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El plan de choque para reducir las listas de espera del Servicio Cántabro de Salud es casi un misterio para las organizaciones sindicales. «Nadie nos ha informado, nos gustaría conocer su contenido, pero no sabemos más que lo publicado por la prensa». Una respuesta ... en la que coinciden Ana Samperio, desde Satse, y Margarita Ferreras, desde CSIF, y que es extensible al resto de miembros de la mesa sectorial. Ambas critican que, teniendo en cuenta que se habla de nuevos incentivos para los profesionales, «no se nos haya comunicado a los representantes sindicales, como es preceptivo en todo lo que suponga cambio en las condiciones de trabajo y modificación de retribuciones», insiste Ferreras. A su juicio, «se proponen muchas líneas de actuación, pero no están desarrolladas. Esperamos que esto sea un anuncio que tenga su recorrido y se vea materializado en un futuro. Creemos que el consejero tiene que informar en la mesa sectorial».
Una sugerencia en la que incide también Samperio, a quien le preocupa que «se transmita la sensación de que solo faltan médicos, cuando en enfermería tenemos el mismo problema. Y no hay que olvidar que si las enfermeras no participan en las peonadas (horas extra), no funcionarían ni los quirófanos ni las consultas por las tardes», uno de los pilares de esta estrategia.
ElSindicato Médico, por su parte, considera que «es de agradecer que al menos tengamos un plan, pues nos hemos pasado toda una legislatura sin él. Ahora bien, mientras la partitura pueda parecernos razonable, otra cosa es cómo va a tocarla la orquesta. Solo podrá sonar bien desde la armonía, la confianza y el respeto a la forma de interpretar de cada músico. Cuando se pone al frente a directores caracterizados por todo lo contrario, tenemos muy poca fe en que el plan vaya a salir adelante», declaraSantiago Raba. «Al principio de legislatura pedimos cambios tanto en la dirección médica de Valdecilla como en la de Atención Primaria, caracterizadas por un enfrentamiento continuo con los profesionales con un modelo de liderazgo arcaico basado en la imposición y no en el diálogo. Lejos de ello, ambos fueron ratificados en el cargo. Mientras no se cambie la forma de liderar, todos los planes están abocados al fracaso», zanja Raba.
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