

Secciones
Servicios
Destacamos
La situación demográfica de un territorio tiene impacto en su sistema educativo. Si Cantabria envejece progresivamente, ¿qué efectos tiene en las aulas? ¿Qué ocurre, sobre ... todo, en las etapas iniciales? STEC, sindicato mayoritario en la enseñanza cántabra, ha analizado la evolución de las matriculaciones, tanto en centros de titularidad pública como privada. Se ha remontado al curso 2013-14, cuando detecta un punto de inflexión en el número de alumnos que se estrenan en el sistema. Sus conclusiones son claras: Cantabria pierde alumnado en Infantil desde hace siete cursos, y esta «pérdida estructural» -que solo se ve compensada, en parte, por el empuje en FP- precisa cambios.
El curso covid, ya lo adelantó la Consejería, conllevaría menos matriculaciones en Infantil. El temor de las familias al coronavirus, unido a que la educación en España es obligatoria a partir de los 6 años, explica esta situación. Pero el descenso en el curso 2020-21 no es un hecho aislado sino una tendencia. STEC lo tiene claro a la luz de los datos: «Al sistema educativo de Cantabria cada vez le entra menos alumnado 'por abajo'», revela, concretamente, y de forma consecutiva desde ese curso 2013-14. Es por tanto en Infantil donde se revela el «efecto que el bajón demográfico de Cantabria tiene en nuestro sistema educativo».
Esta etapa, analiza STEC, alcanzó «su pico máximo» en el curso 2012-13, con 19.799 alumnos matriculados en los dos ciclos de Infantil entre las redes pública y privada. «En el curso siguiente se estabilizó prácticamente en el mismo número (19.791 matriculados) poniendo fin a varios años de crecimiento ininterrumpido y, a partir del curso 2013-14, auténtico punto de inflexión, se empezó a perder alumnado de manera constante y significativa», interpreta el sindicato. Este punto de inflexión tiene, con toda probabilidad, mucho que ver con la gran crisis que comenzó en 2008 y que, a corto plazo, ha derivado en menos natalidad y menos matriculaciones.
Matrículas y titularidad
PUNTO DE INFLEXIÓN
Los datos que aporta STEC ilustran bien el descenso: de los 19.791 alumnos matriculados en el curso 2013-14 se ha pasado a 15.927 del presente. Son, por tanto, 3.864 escolares menos, y representan una caída del 19,5%. Por titularidad de los centros, han perdido más, porcentualmente hablando, los privados que los públicos: 21,7% frente a 18,7%.
A corto plazo, el descenso también es acusado. «En el curso actual esta tendencia al bajón de matrícula se ha manifestado de manera más aguda que en cursos anteriores», especialmente en la red privada, que ha perdido un 7% de su alumnado en un año, señala STEC. Este curso, por tanto, «la tendencia se ha agudizado aún más teniendo una pérdida récord de 730 alumnos de Infantil. Nunca había disminuido tanto la matrícula en un año».
Para el sindicato, la principal conclusión a partir de unos «datos tan llamativos» es que hay que «aprovechar la pérdida de alumnado, que no es coyuntural sino estructural, para plantear cambios profundos en el sistema educativo». ¿Cuáles? STEC se remite a una propuesta en la que lleva insistiendo desde hace años: «Evidentemente, el cambio que proponemos desde el STEC es una reducción inmediata de la actual ratio legal máxima (18 alumnos por aula en el primer ciclo de Infantil y 25 en el segundo). Creemos que esta situación es una enorme oportunidad no de ahorrar -no de cerrar aulas y tener menos profesorado-, sino de mejorar la calidad del sistema manteniendo el mismo número de aulas y profesorado; pero con menos alumnos por aula».
El efecto del «bajón demográfico», como lo llama STEC, es muy evidente en Infantil desde hace años. Con el paso de los cursos, las consecuencias se han dejado sentir también en Primaria. «El punto de inflexión en esta etapa se produjo en el curso 2017-18, y, a partir de ahí, la pérdida de alumnado en Primaria ha ido en progresión: 152 menos en el curso 2018-19; 408 menos en el 2019-20, y 998 menos en el actual», detalla STEC tras analizar los datos en este tramo educativo.
Sus conclusiones y reclamos son los mismos: «Estamos ante una oportunidad no para ahorrar, sino para bajar la ratio legal máxima(25). La propuesta del STEC es aplicar la reducción de ratio de manera paulatina, empezando por Infantil». Luego, esa decisión iría repercutiendo en el resto de etapas: cuando los grupos de Infantil con ratio reducida promocionaran a Primaria lo harían ya con la ratio reducida y así sucesivamente «hasta que a largo plazo todo el sistema educativo haya reducido ratios máximas».
En términos globales, si se suman las matrículas de todas las etapas, la sensación es que el sistema educativo no sufre grandes cambios respecto de cursos anteriores. Cuando se va al detalle, a los datos por tramos, se revelan las diferencias. La aparente estabilidad de la matriculación responde a que la pérdida en Infantil se compensa, en parte, con el tirón en Secundaria, concretamente, en FP. «Hay una opinión generalizada -y equivocada- de que hay que potenciar la FP porque son estudios poco demandados. Probablemente muchas de las personas que opinan así desconocen la evolución que, al menos en Cantabria, ha tenido la FP en relación con el Bachillerato», revela STEC.
En quince años se ha pasado de un equilibrio relativo entre FP y Bachillerato a una situación a favor de la Formación Profesional: «Casi dos de cada tres alumnos y alumnas que cursan enseñanzas postobligatorias lo hacen en FP, y solo uno en Bachillerato». Es en el curso 2009-10 cuando la FP supera al Bachillerato. A partir de ahí, las diferencias han crecido progresivamente. El curso actual, destaca STEC, es especial: FP tiene casi mil alumnos más que un curso antes.
La diferencia en las matriculaciones de FP en lo público y lo privado es de 0,8 puntos a favor del primero, destaca STEC. En todas las etapas gana cuantitativamente la educación pública, y, sobre todo, en el primer ciclo de Infantil. Este curso, la proporción de las matrículas queda así: 71,2% en la pública y 28,8%, en la privada. En los últimos cinco años la correlación entre pública y privada era estable, pero en este curso, la diferencia a favor de la pública ha crecido un punto.
¿Qué hacer? Traducir esto en el presupuesto autonómico. STEC cree que si la pública gana estudiantes -431 este curso-, y la privada los pierde -359-, los conciertos con la segunda no deberían crecer, al menos no «por encima del incremento general de todo el capítulo de Educación». STEC le reclama al Gobierno un cambio de timón. «Es preocupante la política que lleva el PRC en esta materia».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.