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La laboriosa tramitación de las solicitudes para acceder al Bono Alquiler Joven retrasará la adjudicación de las subvenciones hasta el primer trimestre de 2023, como reconoció la directora general de Vivienda, Alicia García. Cerca de 3.000 cántabros con edades comprendidas entre los 18 y ... los 35 años optan a este plan de ayuda de acceso a la vivienda puesto en marcha por el Gobierno central.
«La comprobación de los requisitos es laboriosa y complicada, al requerir comprobar datos de renta, de empadronamiento, convivencia y laborales de todos los residentes de cada vivienda, además de tener que comprobar datos generales de la vivienda y del contrato de arrendamiento de viviendas o de habitaciones», explicó García.
El programa aún no ha superado su primera fase: desde que el 9 de septiembre concluyó el periodo de solicitudes –que comenzó el 1 de agosto–, se está procediendo a la revisión de las 2.798 presentadas. «Esto supone comprobar toda la documentación, una a una, que exige la orden de la convocatoria, comprobando y buscando, entre otras cosas, datos de la vivienda en el catastro, datos de empadronamiento y de convivencia, si es el caso, datos de la renta, comprobar la casuística de cada unidad de convivencia y cotejarlo con los límites de la orden y comprobar el contrato y cada uno de los recibos».
En realidad, la lista de exigencias es muchísimo más extensa, como ya pudieron comprobar en su día quienes pretendían optar al Bono Alquiler Joven, reservado a personas de hasta 35 años, ciudadanos de algún país europeo y con una fuente de ingresos regular que no alcance a triplicar el Indicador Público de Renta de efectos Múltiples (Iprem).
Cuando se da el caso de que en una misma vivienda convivan dos o más personas jóvenes, cada una de ellas puede ser beneficiaria cumpliendo los anteriores requisitos generales, pero se multiplican las condiciones, atendiendo a parentescos, rentas, precios del arrendamiento, porcentajes de la ayuda en función del coste del alquiler, si el propietario de la vivienda es uno de los convivientes, etc.
solicitudes
Por otro lado, la convocatoria del Bono Alquiler Joven en Cantabria exige una resolución única, tanto de requerimiento de documentación como de resolución. Esto supone que en vez de ir tramitando las ayudas según se van recibiendo, con el límite del presupuesto asignado al programa, se analizan todas una vez cerrado el plazo de presentación. «El equipo de arrendamientos de la Dirección General de Vivienda está dedicado íntegramente a la resolución de este programa y tiene como objetivo adjudicar las subvenciones en el primer trimestre de 2023, después de haber requerido la documentación a todas y cada una de las solicitudes y comprobado su cumplimiento», indicó la directora general de Vivienda. «Somos conscientes de la importancia que este Bono Alquiler tiene para los beneficiarios y por eso la rigurosidad con la que estamos tratando, una a una, cada solicitud», resumió Alicia García.
tramitación
La respuesta «espectacular» al plan de ayudas al alquiler en Cantabria también ha contribuido a que el plazo de resolución se dilate: 2.798 solicitantes sobre una estimación de unos 1.500 beneficiarios. Hasta que no estén vistas todas las peticiones no podrá pasarse a la siguiente fase, en la que se publicará un requerimiento con las solicitudes que no hayan adjuntado toda la documentación necesaria, dando un plazo de diez días para que la completen. Esta fase podría dar inicio durante este mismo mes.
En la web de la Consejería de Empleo y Políticas Sociales, de la que depende Vivienda, se indica a los interesados que deberán estar pendientes de su página para saber el estado de su expediente, ya que se advierte de que no se notificará individualmente.
Finalizado este paso, aún quedará pendiente una tercera fase, cuando, revisada toda la documentación exigida, se publique en el Boletín Oficial de Cantabria el listado de personas a quienes se concede la ayuda, las peticiones desistidas y las denegadas por no cumplir los requisitos de la convocatoria, así como las desestimadas por agotamiento del crédito presupuestario.
Aunque los demandantes del Bono Alquiler Joven puedan pensar que los plazos para que se haga efectivo son muy largos, lo cierto es que Cantabria es una de las comunidades donde se está gestionando con más agilidad: está entre las diez que ya pusieron en marcha la convocatoria (cinco regiones aún no lo han hecho; y País Vasco y Navarra, por su régimen foral, tienen su propio sistema de subvenciones), y es una de las siete donde esta ya se ha cerrado (en Andalucía, Asturias y Castilla-La Mancha el plazo concluye a lo largo de 2023). Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y La Rioja están desarrollando el plan con un sistema diferente, resolviendo las solicitudes por orden de llegada, y ya han iniciado el pago de algunas.
El Bono Alquiler Joven es una ayuda de acceso a la vivienda para personas de 18 a 35 años que acrediten rentas de trabajo y cuyos ingresos anuales sean inferiores a 24.318 euros (el triple del Iprem). La cuantía de la ayuda es de 250 euros mensuales, y se concede por un plazo de dos años, con lo que la cantidad recibida por cada beneficiario es de 6.000 euros. Entre las condiciones generales a cumplir está que la renta mensual de la vivienda no supere los 600 euros al mes. En caso de que se trate del alquiler de una habitación, este no podrá exceder los 300 euros mensuales.
El Gobierno central ha habilitado una partida de 200 millones de euros anuales que estará vigente los dos próximos años para costear estas ayudas al alquiler para jóvenes; Cantabria recibe este año 3,8 millones, lo que representa un 1,9%, un porcentaje superior al que le correspondería a la región por población y número de viviendas.
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