Solo un acusado reconoce haber tenido sexo con un menor que se anunciaba en una página web

Sólo uno de los seis hombres acusados de haber mantenido relaciones sexuales con un menor de 15 años que se anunciaba en una página web ha reconocido haberlo hecho, aunque todos han subrayado que cuando contactaron con el joven en ningún momento dudaron de que fuera mayor de edad.

Con el testimonio de los acusados ha dado comienzo este martes, en la Audiencia de Cantabria, el juicio contra seis hombres para los que el Ministerio Fiscal pide penas de un año y medio de cárcel por un delito relativo a la prostitución y corrupción de menores; añadiendo en el caso de uno de los acusados una petición de 8 años de prisión por un delito de agresión sexual y otros dos años para otro de los procesados, por haber proporcionado clientes al menor y repartirse las ganancias con él.

Los cuatro acusados que han testificado -dos se han acogido a su derecho a no declarar- han hecho hincapié en que el menor «aparentaba tener los 18 años» y solo uno de ellos ha reconocido que mantuvieron relaciones sexuales.

Por su parte, el acusado de haber obligado al menor a mantener relaciones sexuales, no sólo ha negado haberlo hecho, sino que ha insistido en que pese a que acudieron a una pensión con esa intención, finalmente no tuvieron sexo porque, cuando ya se encontraban en ropa interior: «Empece con mareos, nauseas y taquicardias y le dije que no podía seguir porque estaba nervioso».

El primero de los acusados ha relatado que contactó con el joven respondiendo a un anuncio en una web en la que «ofrecía sexo a cambio de dinero». «Nada más verle le pregunté si tenía los 18 años, porque siempre lo pregunto», ha explicado, añadiendo que «si hubiera sabido que tenía 15 años no hubiese hecho nada».

Tras reconocer que le regaló un móvil para «futuros servicios» y que se llegaron a intercambiar fotos desnudos, ha recordado que en la que hubiese sido su cuarta cita en la furgoneta en la que se había visto anteriormente: «Apareció su madre con otra persona, la emprendió con la furgoneta y me agredió».

El siguiente en declarar ha sido el acusado de haber obligado al menor a mantener relaciones cuando éste manifestó que no quería hacer nada y que debía marcharse porque había recibido una llamada telefónica. Ha negado que, con la finalidad de satisfacer sus deseos lúbricos, hubiese agarrado por el brazo por detrás al menor y le tirara en la cama para agredirle sexualmente.

Según su relato, la primera de las dos ocasiones en las que reconoce haber visto al menor, le preguntó cuantos años tenía y: «Me dijo que tenía 18 y que trabajaba en una cafetería de Bilbao». «No vi nada extraño», ha añadido.

También ha hecho hincapié en que, no sólo «no hubo penetración», sino que, una vez en la habitación de la pensión en la que se registró con su nombre y sin que pidieran identificarse al menor, mientras que éste «era activo y parecía que lo había hecho muchas veces»; él se vio incapaz de continuar porque: «estaba empezando con los hombres y me puse muy nervioso.... vi que no era lo mío».

Otro de los acusados ha relatado que fue el joven quien contactó con él. «Yo también me anunciaba en esa pagina como masajista erótico», actividad a la que, según ha explicado, se dedicada los fines de semana «como hobby con el que sacar un dinero para poder independizarme de mis padres».

Este acusado ha destacado que ni cuando contactaron ni cuando se conocieron se planteó mantener relaciones sexuales con el joven. «Físicamente no parecía que tuviera 15 años, yo mido 1.80 y él era más alto que yo, pero no era mi tipo», ha insistido el procesado, insistiendo en que el interés lo mostraba el joven porque «quería trabajar» y orientación sobre las técnicas de masaje.

También ha negado que le facilitara clientes. En este sentido, ha relatado que el joven se desplazó a Vitoria para conocerse y perdió el autobús de vuelta a Bilbao, por lo que el acusado le puso en contacto con un amigo que «se lo llevó para que pudiera pasar la noche». «Solo intenté ayudarlo», ha añadido haciendo hincapié en que lleva «desde los 16 años trabajando con niños y nunca ha habido ninguna denuncia», hasta que se ha producido esta que «es falsa».

El juicio continuará mañana con las declaraciones de testigos y peritos y acabará el jueves con las conclusiones de los letrados.