Sólo el 3,2% de los cántabros ha pasado el virus, casi dos puntos menos que la media nacional

La pasada semana Reinhard Wallmann, epidemiólogo del equipo técnico que asesora al Gobierno de Cantabria en la lucha contra la pandemia, adelantó en el Parlamento regional unos datos preliminares sobre el estudio de seroprevalencia que se está elaborando en todo el país para conocer la afección real del Covid-19. Pese a todo el dolor causado, a la pérdida de vidas humanas y al estrés al que han sido sometidos los servicios sanitarios, los datos que ponía sobre la mesa eran negativos, pues sólo el 6% de la población de la comunidad autónoma, a tenor de las pruebas presenciales realizadas en las últimas dos semanas, presentaba anticuerpos y, por tanto, había superado la enfermedad.

Lo decía sin que se hubiese acabado la primera de las tres rondas de test a las que están siendo sometidas 60.000 personas en toda España -de los 2.100 seleccionados en Cantabria participan 1.569-, escogidas por el INE con criterios de proporcionalidad, para tener una foto fija de la situación real. Wallmann ya adelantaba que ese 6% podía ser aún menor al final del proceso. Ayer, los ministros de Sanidad, Salvador Illa, y de Ciencia, Pedro Duque, dieron los resultados completos de esta primera fase y, en efecto, el porcentaje es aún más bajo: el 3,2% de los cántabros, dos puntos menos que la media nacional, que ronda el 5%.

Teniendo en cuenta que Cantabria cuenta con 582.000 censados, con las proyecciones elaborados por el Ministerio -insisten en que el método y el gran número de muestras hace que la precisión sea muy elevada- se han contagiado en la comunidad autónoma 18.624 personas, frente a las 2.733 que han dado positivo. Es decir, 6,8 veces más que las contabilizadas oficialmente. La diferencia entre esas dos cifras, unos 15.900 individuos, correspondería a ese grupo de infectados asintomáticos o que han tenido síntomas tan leves que no han requerido asistencia médica específica.

La otra derivada es que también cambia el índice de mortalidad, porque la relación entre los fallecidos y el total de infectados haría que la tasa bajara del 7,5% al 1,1% en Cantabria. En cualquier caso, ese último porcentaje señalado es casi el doble del que presentan otros países que también están elaborando informes de seroprevalencia.

Los encargados de realizar el estudio avisan de que para extraer todas las conclusiones, conocer cómo es la expansión del coronavirus y seguir creando estrategias para su erradicación es necesario esperar a que esté finalizado con la incorporación de los resultados de la segunda -empieza el lunes- y tercera rondas de pruebas. En cualquier caso, ya se puede adelantar que no existe esa ansiada inmunidad de grupo, la que, de forma natural, frena la propagación de un virus cuando una gran proporción de la población ya ha superado la enfermedad y, por tanto, tampoco podría volver a adquirirla ni a transmitirla.

Para eso haría falta que alrededor del 60% de los integrantes de una comunidad hubiese generado ya anticuerpos. «No hay inmunidad de rebaño, pero a los responsables del estudio tampoco les ha sorprendido», apuntaba el ministro Illa, e insistía en que los números no están lejos de lo esperado. Además, razonaba que la baja proporción de población afectada no supondrá ralentizar el proceso de desescalada o el avance de las fases del desconfinamiento, porque el plan al respecto se elaboró con estas estimaciones. «Esto nos viene a reafirmar en todos los criterios de prudencia en los que hemos venido insistiendo», apuntó Illa.

Sí es posible afirmar ya que las diferencias entre territorios son muy importantes. Los porcentajes de la comunidad autónoma se encuentran en la parte baja de la tabla de provincias, que cierran con un 1,4% de población con anticuerpos Murcia y Las Palmas, además de la ciudad de Ceuta (1,1%). En cuanto a los territorios limítrofes con Cantabria, Asturias está en el 1,8%, Vizcaya en el 3,9% y Burgos, Palencia y León rondan el 6-7%. En el mapa nacional se ve claramente cómo las zonas más afectadas son las del interior -Madrid y las dos Castillas-, además de Barcelona. Con un 14,2% de afectados, Soria es a día de hoy la provincia con un mayor porcentaje de su población alcanzada por el virus.

Al contrario de lo que ocurre con la mortalidad, donde parece que el Covid-19 sí hace distinciones entre géneros, en cuanto a contagios no hay diferencias significativas por sexos o grupos de edad, con una incidencia levemente inferior entre niños y jóvenes.

El ministro Duque defendió que, por el alto grado de representatividad y por el volumen de pruebas realizadas, no sólo da una foto casi exacta de la realidad de la expansión del virus, sino que este estudio epidemiológico es uno de los «más sólidos que se han hecho hasta ahora en todo el mundo». Los datos preliminares se han obtenido mediante los test rápidos, pero su fiabilidad está demostrada porque coinciden en un 97% con las pruebas realizadas con extracción de sangre.

En Cantabria se está llevando a cabo en 840 hogares de 35 municipios. Han sido elegidos de forma aleatoria, pero de tal manera que la muestra sea representativa de la sociedad atendiendo a parámetros como su residencia, edad, sexo o nivel socioeconómico. Las pruebas se están tomando en los centros de salud y, en caso de imposibilidad, cabe el desplazamiento de un profesional al domicilio. El estudio incluye un test rápido a partir de unas gotas de sangre del dedo y otro de medición de anticuerpos en suero. Como novedad, en Cantabria, también se hace un PCR.

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