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Agitado fin de mandato el que tiene por delante la Consejería de Raúl Pesquera, con una huelga convocada en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria que (si no logra frenar) dejará en cuadro la asistencia urgente a partir del próximo fin de semana - ... sólo funcionarán 13 de los 31 SUAP las fechas marcadas-, y con los médicos de familia de los equipos de mañana en pie de guerra por el cambio impuesto en la gestión de las agendas, que «bloquea» su capacidad de citar a sus propios pacientes.
Ayer, el Servicio Cántabro de Salud y el comité de huelga, representado por el sindicato convocante CSIF y por la asociación aSUAP, firmaron (aunque en desacuerdo) el documento de los servicios mínimos fijados para las jornadas en las que están previstos los paros parciales de doce horas -días 13, 14, 20, 21 y del 24 al 27 de mayo-, que están motivados por «la falta de soluciones» al exceso de jornada estructural que acumulan y a la amenaza añadida de no poder disfrutar de sus permisos y vacaciones de verano por la escasez de sustitutos. Para sorpresa de los profesionales que protagonizarán la protesta, «la Administración nos deja tanto margen para secundar la huelga que nos resulta hasta temerario porque van a quedar amplias zonas de la región desatendidas». Y así consta en el acta de la reunión.
Desde la Gerencia consideran que la atención urgente queda cubierta al 36% con los servicios mínimos (un médico, una enfermera y un celador en 13 SUAP -ver ficha anexa con las localizaciones-), «establecidos en función de la dispersión geográfica y la distancia a un dispositivo asistencial». Y recuerda que la protesta no afectará a las urgencias hospitalarias ni al 061, que «estarán operativos durante la huelga».
Analizada la distribución de los equipos que trabajarán de mínimos, desde el comité advirtieron al propio gerente del SCS, Rafael Sotoca, y al de Atención Primaria, Iñaki Lapuente, de los vacíos de cobertura que se generarán. Por esa razón, pidieron incluso (sin éxito) que se reforzaran las zonas geográficas de Los Corrales, Nansa, Polientes y Meruelo. A modo de ejemplo, exponen desde aSUAP, «en el área de Santander, que se extiende hasta Bezana, los días de huelga sólo habrá un médico en SUAP de El Sardinero y otro en Los Castros, que tendrán que atender la consulta y todos los avisos, ya sean en la calle (accidentes) o domiciliarios».
Y lo mismo ocurre en los valles pasiegos, donde el personal de Ontaneda, Selaya y Liérganes tendrá libertad para hacer huelga; o en el área de Laredo, donde quedan exentos de servicios mínimos Colindres, Gama, Ampuero y Laredo, quedando en Castro un solo equipo para atender toda la demanda urgente. Así las cosas, el comité teme que «esto se va a traducir en una saturación terrible». Por ello, exigen al SCS que garantice la presencia de seguridad privada en aquellos centros que trabajarán esos días de servicios mínimos para evitar posibles conflictos con los usuarios.
Tras el encuentro de ayer, la Dirección del SCS emplaza al comité a un encuentro el próximo lunes (día 8), en el que tratará de desactivar la convocatoria. Algo que sólo se valorará, según trasladan desde aSUAP, «si nos presentan un programa de compensaciones (económicas o en tiempo) en caso de negación de nuestros permisos». Mientras tanto, además de la huelga, CSIF y aSUAP convocan una manifestación para el martes, 9 de mayo, desde la sede de Gerencia del SCS hasta la Consejería de Sanidad (calle Federico Vial) y una concentración el 18 de mayo ante la sede del Gobierno «para demostrar la unidad y la fuerza del colectivo en demanda de sus históricas y justas reivindicaciones».
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