Sota admite que las ayudas del Estado para las inundaciones se retrasarán por las elecciones

El Gobierno piensa pedir un crédito extraordinario, pero aún no lo ha hecho porque debe aprobarse en el Parlamento regional y además requiere que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) autorice que se eleve el nivel de endeudamiento, pero la próxima disolución del Congreso por la convocatoria electoral ralentizará el proceso.

«En todo caso, hasta después de las elecciones generales eso sería difícil que se pudiera arbitrar», ha dicho Sota, que ha apuntado que, además, Cantabria solicitará las ayudas al Estado. Mientras se culminan todos esos trámites, el Gobierno regional piensa ir financiando la reparación de los daños con las partidas presupuestarias ordinarias y con el Fondo de Contingencia.

Sota ha destacado que en el Ejecutivo están recabando la información, no solo de los daños que afectan a bienes e infraestructuras de la comunidad autónoma, sino también de pequeños ayuntamientos que no tienen por sí mismos capacidad financiera para pagar las reparaciones.

Ayer mismo el Ejecutivo regional dio a conocer que su estimación de los daños provocados por las inundaciones es de 16,2 millones, de los que algo más de 12 corresponden a reparaciones en el ámbito de la Consejería de Obras Públicas. Mientras llegan los recursos se irá «tirando» del Fondo de Contingencia, porque esas ayudas no llegarán de forma inmediata y las reparaciones deben hacerse ya, ha señalado el consejero.

El Fondo de Contingencia incluido en los presupuestos regionales está dotado con 9 millones y Sota ha señalado que también se va a ir recurriendo a las partidas presupuestarias para las reparaciones ordinarias, que después se repondrán cuando se reciban los recursos. Pero «en ningún caso» los recursos del Estado a la comunidad autónoma, a los ayuntamientos ni a los particulares llegará en esta legislatura.

No obstante, Sota insiste en que las obras en muchos casos son de emergencia y ya se están haciendo, y por eso se están pagando con las partidas de mantenimiento ordinario, que no son muy elevadas, y con el Fondo de Contingencia, que tiene una disponibilidad «inmediata».