STEC gana por sexta vez consecutiva las elecciones sindicales docentes

Tras STEC, el segundo que logró un mayor número de votos fue ANPE (Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza), que logró diez delegados, dos más que en 2014 y recuperando las cifras que logró en 2010. El gran triunfador de las elecciones fue el sindicato TU (Trabajadores Unidos), que concurría por primera vez a las elecciones y obtuvo cuatro delegados. Por su parte CSIF recupera, con dos delegados, la representación que había perdido en la Junta en las elecciones de 2014, cuando no alcanzó el mínimo del 5% de los votos.

Los delegados que ganan TU y CSIF no sólo proceden de la pérdida sufrida por STEC, sino también por CC OO y UGT, que perdieron uno y se quedan en tres. Cabe destacar que el crecimiento del censo de profesores ha permitido que tambien aumente en dos el número de delegados de la Junta en la nueva legislatura, que serán 35 frente a los 33 que existían hasta ahora. Patricia Ruiloba, cabeza de lista de STEC y presidenta de la Junta en la legislatura saliente, volverá a ocupar el cargo en la que ahora comienza.

La Junta de Personal pasará así a estar integrada durante los próximos cuatro años por seis organizaciones sindicales: los cuatro que lo habían hecho en la legislatura ayer cerrada –STEC, ANPE, CC OO y UGT–, que repiten así presencia, y las dos nuevas que han irrumpido, TU y CSIF. Además, según el número de delegados en la Junta se establece la representitividad de cada sindicato en las distintas mesas de negociación (en la Mesa Sectorial de Educación, en el Comité de Salud...) y en el Consejo Escolar de Cantabria.

Eran más de 7.800 los profesores de 200 centros educativos los llamados a las urnas, de los que finalmente ejercieron su derecho al voto 5.014, el 64%. El porcentaje de participación fue muy similar respecto al de 2014, cuando votaron el 63,7% de los docentes. Lo hicieron en las 31 mesas electorales repartidas por distintos colegios e institutos de Cantabria.

El censo de más 7.800 electores es sensiblemente superior al de las últimas elecciones, las celebradas en diciembre de 2014, que constó de casi 7.000 docentes, lo que provoca el aumento antes reseñado del número total de delegados que dan forma a la Junta de Personal Docente.

El proceso se celebró por sufragio libre y directo de todo el profesorado de la enseñanza pública en servicio, y, a diferencia de las elecciones políticas, aquí no se aplica la 'ley d'Hondt', sino que el sistema de asignación de representantes es proporcional puro.

La jornada electoral se desarrolló sin incidentes, ni en las mesas electorales ni en los colegios e institutos. Pero en los días previos, y como reflejo del clima de crispación que rodea a la educación cántabra los dos últimos cursos, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) sí dejó constancia del «perjuicio» que suponía para el alumnado y del «problema» que provocaba a las familias que las elecciones causaran la suspensión parcial de las clases –durante dos horas– para que los docentes pudieran votar, derecho por otra parte, constitucionalmente reconocido. Y bajo unas premisas que no introducían modificaciones respecto a las anteriores elecciones.

Cada centro tenía autonomía para organizarse, garantizando a la vez la «correcta atención» a los alumnos –incluidos los servicios de comedor y transporte– y el derecho de maestros y profesores al voto, tal y como había exigido la Administración educativa. El profesorado que ejerce sus funciones en colegios de Infantil y Primaria con jornada partida disponían de permiso para votar por la tarde; los que trabajan en centros con jornada de mañana, durante las dos últimas horas; y los que desempeñan su tarea en horarios vespertinos, en las dos primeras horas de la tarde. Pero también hubo centros que, en función de sus características, organizaron la votación de sus docentes de forma escalonada para incidir en la menor medida posible en el habitual desarrollo de la jornada.