STEC registra 534 cartas de docentes que piden una estabilización «justa» en Cantabria

STEC, en palabras de Diegu San Gabriel, ha denunciado a las puertas de Peñaherbosa la «incapacidad» de la Consejería de Educación a la hora de diseñar un sistema «justo» de estabilización en la autonomía. Por eso el sindicato quiere implicar en el proceso al presidente y vicepresidente cántabros, Miguel Ángel Revilla (PRC) y Pablo Zuloaga (PSOE), respectivamente, para que «tomen cartas en el asunto». Las peticiones de reunión, de momento, no han surtido efecto. De hecho, STEC esperaba encontrarse esta mañana con el jefe del Ejecutivo, algo que no ha llegado a ocurrir. Si Revilla recibe en su despacho a los turistas, «pensamos que podría tener un ratuco para escuchar la problemática de la estabilización de nuestra tierra», ha dicho San Gabriel.

En las cartas, los trabajadores «solo piden una estabilización digna de llamarse así, sin discriminación», ha señalado STEC, que tiene en la estabilización uno de los puntos de mayor fricción con la Consejería. Además de las misivas y de la solicitud de varias reuniones, el sindicato ha propuesto como solución un llamamiento presencial al inicio del concurso de méritos, que es una de las dos vías establecidas para consolidar las plazas junto con el concurso-oposición extraordinario, y que arrancará con la presentación de instancias del 21 de noviembre al 21 de diciembre. Este acto de llamamiento ayudaría a ordenar las peticiones, evitaría el «efecto llamada» de interinos de otras autonomías y, por tanto, facilitaría que los docentes cántabros pudieran consolidarse en su propia comunidad.

La Consejería solicitó este extremo al Ministerio, que rechazó este extremo, y también ha planteado la cuestión en el Congreso y el Senado de la mano de los representantes del PRC. Sin embargo, STEC le reclama al departamento que dirige Marina Lombó que defienda esta u otras soluciones para evitar que los trabajadores asentados en Cantabria queden arrinconados en el proceso.

La consejera, por su parte, ha respondido al sindicato al final de la mañana. «Tenemos interés por nuestros interinos, vamos a ayudarles en el proceso de solicitudes con toda la información necesaria, y les vamos a aplicar el mismo baremo que aplican todas las comunidades autónomas», ha dicho Marina Lombó. «Ninguna tiene singularidad» a excepción de País Vasco, Cataluña y Galicia.

Respecto al acto presencial, Lombó ha defendido que «fue una iniciativa de esta comunidad autónoma y de la propia administración», que ella personalmente ha defendido ante el Ministerio como una «posibilidad» para favorecer la consolidación de los trabajadores cántabros en su territorio. Educación elevó esta propuesta al departamento de Pilar Alegría, que no lo estimó. «Pedimos el apoyo de las comunidades autónomas y no lo valoraron y, por supuesto, las organizaciones sindicales poco trabajo han hecho con sus comunidades porque en ninguna ha sido defendido». Llegados a este punto, ha dicho la consejera, «lo que no voy a poner es a los interinos de nuestra comunidad en una situación que pueda declararse nula o contraria a la ley». Lombó cree que en un proceso «tan difícil, costoso y que ha llevado años» es primordial «garantizar que se cumpla lo establecido en las normas para que el proceso sea de garantía».

Por otro lado, y más allá de recordar que Cantabria acaba de adherirse al acuerdo para la celebración coordinada del concurso de méritos sin oposición sindical, la consejera ha insistido en que el proceso de estabilización para rebajar la interinidad en el empleo público emana de la Ley 20/2021 y se ha desarrollado después en un real decreto específico para el personal docente, «que es un cuerpo estatal». Este decreto incluye un baremo, «negociado con las organizaciones sindicales» y de aplicación en las comunidades autónomas.

Sin embargo, STEC cree que el sistema de baremación establecido sitúa al personal interino de Cantabria «en inferioridad de posibilidades para establecerse en su propia tierra» respecto al de otras comunidades de mayor tamaño dado que un 60% de las especialidades, donde no ha habido convocatorias suficientes desde 2012, los docentes de Cantabria no tienen «apenas posibilidades en este concurso». Y eso deja «en desventaja» a los trabajadores de la comunidad.