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El número de casos positivos por coronavirus mantiene su imparable progresión en Cantabria y lo peor de todo es que ese aumento empieza a traducirse en hospitalizaciones. El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, calificó ayer de «preocupante» el incremento de los ingresos –23, ocho más ... que el jueves–, y volvió a insistir en la necesidad de «extremar las precauciones» para evitar la propagación de la enfermedad.
Si el jueves se cerraba el balance con 61 nuevos positivos, y un total de 483 casos activos, antes del mediodía de ayer se sumaban ya otros 52, unas cifras similares a las de los días previos al estallido de la pandemia el pasado mes de marzo. Aunque el porcentaje de hospitalizados es mucho menor que entonces, el consejero sí destacó que entre los ingresados hay dos niños y un bebé, y que esta semana se han contabilizado 26 positivos en menores.
Según explicó, el jueves ya se atendieron varios casos de menores en la Urgencia de Pediatría, «y eso es un dato llamativo», subrayó Rodríguez, quien recordó que en las últimas semanas Sanidad ha constatado que un 14% de los casos positivos eran menores de 16 años, cuando durante los tiempos más duros de la pandemia llegaron a suponer solo el 1%.
Esto demuestra, como indicó el consejero, que los niños son ahora «el objeto» del virus, debido a que no tienen obligación de usar mascarilla, aunque sea recomendable, y a que para ellos es «muy complicado» mantener la distancia social.
«Hay que hacer ver a los niños que no estamos en la normalidad y que mantener la distancia social es fundamental», como también lo es entre los adultos: «No conozco a nadie que usando mascarilla y con distancia social e intentando evitar eventos multitudinarios se haya contagiado».
Rodríguez advirtió de que el patrón epidemiológico de los infectados ha cambiado, de forma que los menores de 40 años representan ahora el 53% de los casos, cuando «en plena pandemia» eran un 15%. Esto responde también al modo en que el virus se está extendiendo en Cantabria, con la mayor parte de los casos asociados a eventos familiares y reuniones, sobre todo en relación con el ocio.
Pese a este panorama, el consejero manifestó que Cantabria «no se encuentra en situación crítica», y comparó los 23 enfermos hospitalizados en la actualidad con los casi quinientos que se atendieron en los peores momentos de la crisis sanitaria. A este respecto añadió que la Sanidad regional tiene capacidad para cuidar hasta un millar de pacientes ingresados.
Recalcó que no hay ningún hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que no parece que haya casos que comprometan la vida de los enfermos, a pesar de que la mayor parte de ellos son personas de edad avanzada.
No obstante, apuntó, «desde el punto de vista de la sanidad, yo que soy consejero y médico, mi principal preocupación es la salud de la población y no quiero llegar a que la situación sea crítica».
Por este motivo, avanzó su intención de incrementar las inspecciones en establecimientos abiertos al público, especialmente en el sector de la hostelería, para comprobar el cumplimiento de la normativa relativa a tamaño de grupos, distancias y uso de mascarilla. Fue antes de que el Ministerio de Sanidad, tras convocar de urgencia a los responsables autonómicos del área, decidiese cerrar los negocios de ocio nocturno, limitar el horario de bares y restaurantes hasta la una de la madrugada y prohibir fumar en la calle y las terrazas cuando no haya espacio suficiente, medida esta que ya se venía valorando hacía días por el Gobierno de Cantabria.
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Daniel Roldán
Miguel Ángel Alfonso
Serán ahora los servicios jurídicos del Ejecutivo regional los que determinen en qué momento entran en vigor estas nuevas medidas, ya que desde el fin del estado de alarma son las comunidades autónomas las Administraciones que tienen el control sobre ellas. En todo caso, está previsto que el Gobierno de Cantabria publique hoy mismo una resolución en la que se fije el momento en que comenzarán a aplicarse.
Si el sector hostelero estaba ya resentido por las anteriores limitaciones, las nuevas directrices suponen otro mazazo a sus negocios, especialmente a los centrados en el ocio nocturno, como bares de copas y discotecas. Un centenar de establecimientos de este tipo de Santander, Torrelavega, Suances y Noja apagarán hoy la iluminación de sus fachadas, cuando falten diez minutos para la medianoche, para protestar por la decisión del Ministerio y las comunidades autónomas de decretar el cese de actividad del sector.
También la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria dejó oír su voz para denunciar que se está responsabilizando a su sector de la situación, centrando todas las actuaciones sobre él y sin contemplar en ningún momento medidas compensatorias.
Para su presidente, Ángel Cuevas, «atacar a los negocios hosteleros no es la solución a un problema que debe pasar por la responsabilidad y cumplimiento de la normativa por parte de todos, así como por un plan de prevención por parte de las Administraciones». Reclamó, asimismo, «mayor rigor», ya que «no hay evidencias científicas que avalen las decisiones adoptadas».
Respecto al inicio del próximo curso escolar el próximo mes de septiembre, el consejero se remitió al protocolo de la Consejería de Educación, si bien apuntó la necesidad de «controlar la situación para que cuando llegue la apertura del curso escolar no estemos con esta situación de niños afectados, que lo complicaría sustancialmente».
Recordó que la detección de un caso implica «inmediatamente» tanto el aislamiento de esa persona como de todos los contactos que haya tenido. «Si es en una cohorte de niños de una clase, implicaría el aislamiento de todos los niños de esa cohorte», ante la necesidad de atajar la situación.
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«Vamos a esperar a que pase el Interrteritorial, las medidas las vamos a tomar de forma coordinada con otras comunidades, pero sí adelanto que esas medidas de prohibir fumar en la vía publica si no hay distancia y de prohibir fumar en espacios públicos ya las estábamos estudiando», ha recalcado.
Fumar, según ha recordado Rodríguez, «implica una exhalación forzada» y que se mandan «gotas de flujo más lejos», y por tanto eso «hay que evitarlo», sobre todo en los espacios donde se permite no usar esa mascarilla.
Llamamiento a los cántabros
Por su parte, la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, ha hecho un llamamiento a los cántabros para que «limiten sus encuentros sociales en casa« y las reuniones familiares no tengan más de ocho personas -»si puede ser, menos«-, al tiempo que ha instado a aplazar las reuniones que no sean necesarias.
«Estamos en un momento con un pico de contagios en Cantabria; no es momento para reuniones ni para grandes celebraciones. Es momento para reuniones íntimas, siempre en espacios ventilados, si puede ser abiertos, y todo lo que se pueda posponer para dentro de un mes, que se posponga, porque es un momento delicado«, ha advertido.
Así, Sanidad no recomienda celebrar cumpleaños con personas de distintos entornos familiares, ni barbacoas con varios grupos de amigos o familia. «Las celebraciones grandes no están recomendadas; lo mínimo indispensable y sino, es mejor no hacerlo», ha reiterado Navas como mejor forma de ejercer de «cortafuegos» de la infección.
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