Subirse al tren
El lápiz de Penélope ·
Qué egoístas somos, no pensamos que con menos autobuses por el centro el tráfico es más fluido y los coches oficiales, por ejemplo, circulan mejorSecciones
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El lápiz de Penélope ·
Qué egoístas somos, no pensamos que con menos autobuses por el centro el tráfico es más fluido y los coches oficiales, por ejemplo, circulan mejorEn Cantabria caen tantos meteoritos como en el desierto de Atacama, pero aquí, terreno más frondoso, pasan desapercibidos entre la paja de cuestiones banales. Se ha detectado que Reinosa –a falta de AVE– tiene su propio 'eccehomo' que, como el de Borja, podría resultar una ... inesperada gracia de peregrinación turística. Único modelo de desarrollo que se invoca y que justifica todo, aunque la afluencia de visitantes nunca colme nuestras infinitas expectativas económicas. El Centro Botín iba a reproducir el efecto Guggenheim pero conmemorado el primer cumpleaños hay que seguir insistiendo para cumplir el prorrogado vaticinio.
Hasta ahora desconocíamos que la iglesia de San Miguel, de pretérito barroco, fue adulterada con un adefesio poco churrigueresco. La cabeza de un ángel se reemplazó por un dibujo grueso que, al parecer, data de la posguerra. Así que quizá el eccehomo campurriano se pueda borrar apelando a la memoria histórica.
Más antiguo, 16.000 años, es el bastón de mando hallado en El Pendo, del que perdura una réplica intangible por la que batallarán ejércitos políticos en la próxima primavera electoral. Así, las vacaciones del Parlamento cántabro no frenarán la estéril dialéctica del AVE. Toma el testigo el Ayuntamiento de Santander que no consigue solucionar su propio MetroTUS y se mete a mayores ingenierías. Aquí no urge llegar más rápido a Madrid, sino tardar menos a Peñacastillo, Cueto o San Román.
Según doctrina municipal «la movilidad sostenible es algo más que pensar en el autobús que me lleva y me trae a trabajar». Qué egoístas somos, no pensamos que con menos autobuses por el centro el tráfico es más fluido y los coches oficiales, por ejemplo, circulan mejor.
¿Queremos AVE para atraer turistas que generen más empleos en hostelería? ¿o para todo lo contrario: huir de nuestro destino de camareros?
Persisten otros interrogantes. ¿Cómo puede ser que un litro de agua cueste más que uno de leche?, se preguntó esta semana el ministro de Agricultura en el escaparate de la Menéndez Pelayo. Quizá porque desde años estamos como las vacas, mirando al tren. «Hace falta economía, pero también hace falta ética», se respondió a sí mismo.
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