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Los que más sufren las subidas

Los que más sufren las subidas

Los negocios de la región soportan el aumento de los precios de la luz y del gasoil, cruciales para ofrecer sus servicios, lo que repercute en el coste final de los productos

Eva García y Alejandra Enríquez

Santander

Lunes, 23 de agosto 2021, 07:04

Ángel Benito - Calzados Benito

«Nos afecta mucho, un comercio consume más que un domicilio»

Ángel Benito es el dueño de varias zapaterías. Daniel Pediza

Ángel Benito es el dueño de varias zapaterías de Cantabria. Ha notado un cambio importante con el incremento del coste de la luz en todos sus establecimientos. «Nos afecta igual que a una economía familiar. La diferencia es que un comercio, por norma general, consume mucho más que un domicilio particular». Por eso, recomienda al ciudadano que se preocupe más por mirar el tipo de tarifa contratada, investigar y ajustar potencias. «Se puede bajar la factura de la luz, que es lo que intentamos nosotros, buscar la mejor oferta del mercado. Y se pueden encontrar mejores tarifas. Si no hacemos nada vamos a pagar más sí o sí, pero si hacemos algo podemos pagar al menos lo que pagábamos antes. Menos es imposible». En cuanto a la subida del precio de la gasolina, afirma que él personalmente lo ha notado, porque tiene varias tiendas y utiliza el coche para desplazarse de una a otra. «Yo viajo mucho y noto la subida en el cómputo mensual, son unos euros. Al final, todo sube y todo va contra la cuenta del resultado final».

Silvia López - Inmobiliarias Barrio

«Tenemos los escaparates encendidos muchas horas»

Silvia López en su mesa de trabajo.

Las inmobiliarias son otro modelo de empresa a las que les afecta la subida de los precios de luz y la gasolina. La luz más a nivel negocio, la gasolina a nivel personal. «Nos afecta bastante porque tenemos escaparates encendidos durante muchas horas al día, tanto la luz como las pantallas. También contamos con muchos ordenadores. Yo no llevo la facturación, pero imagino que se aprecie como en cualquier casa», explica Silvia López, de la inmobiliaria Barrio. Los empleados de la empresa trabajan con el coche, que utilizan para moverse a distintas propiedades y hablar con diferentes clientes, por lo que el precio de la gasolina también les afecta. «Estamos todo el día con el coche, se nota más que el encarecimiento de la luz porque nosotros rellenamos el depósito y hacemos el seguimiento de lo que gastamos», añade. En muchas ocasiones los empleados no tienen acceso directo a los presupuestos, pero como muchos señalan, el incremento de los precios afecta también a los domicilios particulares, por lo que todos perciben la realidad.

Esther Díaz - Dorotea y Teodoro

«Lo que más me afecta es el precio de mis proveedores»

Esther Díaz en el interior de su tetería del centro de Santander.

Como dueña de la tetería, Esther Díaz afirma que lo que más está repercutiendo en sus gastos es la subida del precio de sus proveedores. Estos, a su vez, están afectados por los precios de los transportistas, que se ven obligados a subir las tarifas de sus servicios por el incremento del coste del gasoil. En cuanto a la luz del local, afirma no haber notado el aumento aún, pues no ha recibido la factura de este mes, la que llevaría los cambios tras la subida del coste aplicada. «Por lo menos han reducido el IVA un 10%. No me ha llegado aún la factura en la que pueda ver ese incremento, me imagino que me llegará dentro de poco y que, si ha subido tanto, sí que lo note», explica. El aumento del coste de la gasolina, por tanto, repercute no sólo en los pequeños comercios y las pymes, también afecta a los proveedores y a los transportistas, lo que provoca una cadena que afecta al precio del producto final. Esto hace que, en ocasiones, sean los propios comercios los que se vean obligados a subir los precios de sus productos.

Iván Peláez - Perfumería Mareprix

«La factura de la luz ha subido en unos 20 euros mensuales»

Iván Peláez y su madre son los dueños de la perfumería.

A pesar de que en el local de Iván Peláez, una perfumería, no se consume una alta cantidad de luz, también ha percibido la subida del precio. «Se ha notado el incremento en unos 20 euros mensuales. No es mucho si se compara a nivel general, en otros negocios se consumirá mucho más, pero al final todo afecta. Porcentualmente lo miras y sí que es una diferencia importante», explica el dueño. En cuanto a la gasolina, afirma que no le supone un cambio en su facturación porque acude a pie al trabajo. «Por ahora no sé, pero me imagino que el precio de la gasolina repercutirá en el del producto final», añade. Y señala que su local solo consume luz durante las horas que está abierto, a diferencia de otros negocios que la necesitan más horas. «En una heladería me imagino que repercutirá mucho más porque tendrán que pagar las 24 horas de frigorífico. Pero bueno, al final nos está afectando a todos», lamenta. Además, las horas 'valle', en las que el precio de la luz es más barato, es precisamente la franja en las que los negocios permanecen cerrados.

Giovanna Carlotti - Tienda Maniére

«Lo peor vendrá con el invierno, porque se suma la calefacción»

Giovanna Carlotti en su tienda de ropa en Santander.

Los escaparates son los protagonistas del incremento del coste de la luz. Durante horas deben estar iluminados para mostrar los productos de las tiendas. Giovanna Carlotti, dueña de un comercio textil, explica que algunas de las medidas que se ha visto obligada a tomar implican poner lo menos posible el aire acondicionado o apagar los escaparates antes. «El foco de la tienda no lo encendemos porque el precio se dispara una barbaridad si lo tenemos en funcionamiento mucho tiempo», relata. Al igual que otros comerciantes, señala que los márgenes horarios en los que la luz es más barata es cuando están cerrados. «Lo peor vendrá cuando llegue el otoño y el invierno. Entre que tendremos que encender la calefacción y que las horas de luz natural son menos que ahora, los gastos van a ser aún más grandes. Ahora hace sol más o menos, o hay varias horas de luz durante la tarde, pero en invierno no se puede evitar encenderlas porque oscurece antes», lamenta, y hace evidente otra de las preocupaciones de los comerciantes.

José Ignacio - Cagigas Taxista

«De generar 200 euros al día, ahora facturamos 50»

José Ignacio Cagigas tiene la licencia de taxi en Torrelavega.

Muchos taxistas se enfrentan a los incrementos del precio de la gasolina, lo que se presenta como uno de sus mayores problemas. José Ignacio Cagigas explica que «de facturar 200 euros al día, ahora solo son 50». Algunas de las iniciativas que emplean estos profesionales incluyen buscar las gasolineras más económicas, que pueden suponer hasta 20 euros de diferencia al mes con otras estaciones. El precio de su servicio no depende de ellos, no pueden subirlo para obtener mayor beneficio tras aumentar el precio del carburante, por lo que, aunque no les está suponiendo pérdidas, están experimentando una disminución de ganancias. Cagigas lamenta que «a todo esto hay que sumar la pandemia, que redujo el número de clientes, y luego el toque de queda, que nos ha perjudicado al trabajar menos horas de lo normal». Y esta es una realidad que muchos autónomos viven hoy en día, un incremento del precio de la gasolina, que conlleva una pérdida de beneficios en su facturación, que ya había sufrido hace un año las primeras embestidas del covid.

Ana Pulido - Peluquería D&G

«Procuramos apagar los aparatos para que no se dispare el precio»

Ana Pulido, en su peluquería.

En la peluquería de Ana Pulido se ven obligadas a mantener un control riguroso sobre la diversa maquinaria que emplean en el local. Debido a la subida del coste de la luz, cuidan mucho la utilización todos los aparatos y han tomado medidas al respecto, para que no se eleve desmesuradamente el precio de la factura. «Intentamos apagar el calentador y otros aparatos para evitar que se dispare el consumo de la electricidad. Pero lo que no podemos hacer es, si llega una clienta, tenerlos desconectados, ni siquiera en la franja horaria más costosa, porque tenemos que ofrecer nuestro servicio. Es difícil reducir el consumo», apunta Pulido, muy afectada en su negocio por este incremento. Este tipo de establecimientos están obligados a consumir la electricidad en hora punta. Y en mayor cantidad que en otros negocios, pues es el motor de los servicios que ofrecen. La gasolina, por su parte, no les afecta directamente porque no utilizan el coche para desplazarse a la peluquería, explica la dueña, pero «al final esto nos afectará a todos por igual».

Francisco Javier Martín - Transportista

«La solución sería que bajen los impuestos o el precio del gasoil»

Francisco Javier Martín transporta productos farmacéuticos.

Francisco Javier Martín transporta mercancías. Es uno de los primeros de la cadena de afectados por la subida del precio de la gasolina, que este año ha alcanzado las cifras de hace siete años, al dispararse un 21%. Este aumento nos perjudica a todos. «Ha subido una barbaridad. Del año pasado a este, en la misma época, hay alrededor de 14 euros de diferencia por cada depósito lleno», explica. No hay vía de escape, la gasolina hay que utilizarla en nuestro trabajo independientemente del precio, pues es crucial para poder ofrecer nuestro servicio. «Cada seis días lleno el depósito. Echar menos gasolina no es la solución porque la necesito para trabajar. La vía sería que el Gobierno nos baje un poco los precios del gasoil o los impuestos», añade. Estas tasas suponen más de la mitad del precio resultante de cada transporte. Un tercio corresponde al coste de las materias primas y el porcentaje restante es el coste de distribución, los portes y los márgenes de petroleras y estaciones de servicio.

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