Sustentos para los más necesitados

«Ahora estamos de lleno centrados en 'la Gran Recogida', que serán dos jornadas intensas -el 1 y 2 de diciembre-, en la que se implican los supermercados, grandes superficies y las familias. El pasado año conseguimos un montante de 200.000 kilos de alimentos», subrayó del Pozo.

Además de recoger y distribuir alimentos para colectivos, los Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria o ayuntamientos, la otra gran fuerza de la organización que integra la Federación Europea de Bancos de Alimentos es la del voluntariado social.

Desde 'la Caixa' se contribuye con personal de la entidad para quienes ser voluntario es una experiencia satisfactoria: «Algunos voluntarios de 'la Caixa' acuden con sus familias, y todos sus miembros se sienten útiles, también sus hijos», revela una de las administrativas de la organización, Marcela Calle. Ella misma empezó hace años como voluntaria. «Disfruté mucho haciendo voluntariado y cuando me dieron la oportunidad de trabajar, entonces me sentí doblemente agradecida», explica.

En concreto, para estas dos jornadas de recogida y clasificación se requerirán cerca de 700 voluntarios que trabajarán a turnos de tres a cuatro horas. Se trata de un día entero, desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche recolectando alimentos, y se desarrolla al mismo tiempo en todo el territorio nacional.

«La sociedad cántabra es muy solidaria y siempre se vuelca. Tenemos a personas muy fieles que arriman el hombro cuando se lo pedimos», asegura María Calvo, administrativa y voluntaria. La organización atiende a 25.000 personas al año, cuenta con 30 voluntarios fijos y 700 eventuales. «Lo que más me gusta de ser voluntaria es comprobar cómo, si todos aportamos un granito de arena, se consiguen grandes cosas para gente que realmente lo necesita», añade María.

Por su parte, del Pozo explica que «el Banco de Alimentos realiza una labor desde hace muchos años, lo que nos permite conocer a las personas directamente, trascender una entidad o colectivo, para tratar con casos reales». El presidente alerta de que «muchas familias necesitadas no se atreve a pedir ayuda, y ahí está la labor de los vecinos o de gente cercana de avisarnos y actuar como avales», añade el presidente.

El Banco de Alimentos realiza desde hace 18 años la campaña de recogida en los centros escolares, en la que participaron el pasado año 110 colegios y reunieron 32.000 kilos de comida. «Profesores y alumnos se involucran en la recolecta que se desarrolla el primer trimestre del curso, y en este contexto cada centro organiza 'El día de la solidaridad'», explica del Pozo. Las necesidades más urgentes son productos de desayuno: cacao soluble, café, chocolate, leche.

El programa escolar 'Despilfarro de alimentos' arrancará en los centros escolares por segundo año consecutivo y consiste en talleres informativos y dinámicas de concienciación a los menores sobre el problema de tirar comida y mostrar otras realidades, empatizar con personas que se ven obligadas a recoger comida de la basura. En paralelo, se organiza un concurso de dibujo a nivel nacional contra el despilfarro de alimentos.