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Andrés Gómez Bueno compartió ayer grupo de discusión con otros cuatro profesionales cántabros:un funcionario de la Comisión Europea, un arquitecto radicado en México, una ... ganadera que trabaja en la comunidad autónoma y una profesional instalada en Toronto. Alrededor de una mesa alta, y provistos con unos pósits y unas chapitas identificativas, el director general del Grupo GOF y sus improvisados compañeros de debate discutieron cómo mejorar la Red de Talento Cántabro en el Exterior, una iniciativa impulsada por CEOE-Cepyme que cumple cinco años y que aglutina a 650 miembros repartidos por cinco continentes, además de algunos retornados. Al término del taller, Gómez Bueno celebraba las conclusiones que había sacado su grupo, pero, sobre todo, ponía en valor el hecho de reunirse. «Ya es positivo el hecho de juntarte con gente de un perfil distinto al tuyo, pero con la que compartes la capacidad de gestión, la inquietud empresarial y un vínculo fuerte con Cantabria», resumió.
La CEOE reunió ayer en Santander a 200 de los 650 profesionales cántabros que trabajan fuera de España y que están adscritos a esta red profesional. La jornada, celebrada en el Hotel Bahía, se articuló en torno a varios talleres y a otras formas de encuentro informal, y todo con el objetivo de que esta red pueda «convertirse en un potente instrumento de internacionalización y crecimiento de nuestras empresas y, al mismo tiempo, en un foco de atracción de inversiones para Cantabria», según señaló Enrique Conde, presidente de CEOE-Cepyme, que fue el encargado de dar el discurso de bienvenida a los participantes.
Con la vista puesta en esa internacionalización de la economía cántabra y en la creación de nuevas «oportunidades de negocio», la patronal invitó a este encuentro navideño a varias empresas de la región, entre ellas, el mencionado Grupo GOF, Cantabria Labs, CIC, Eventbytes, Semicrol, Lis Data, Mutua Montañesa, Ingram o Glezco Asesores. Vincular el talento exterior con el tejido empresarial asentado en la comunidad es uno de los objetivos que quiere reforzar la CEOEel año próximo, junto con el refuerzo de los lazos que ya mantienen los profesionales cántabros que trabajan en el extranjero. «Queremos que la red pueda nutrirse en las dos direcciones en cuanto al emprendimiento, a los contactos, a la ayuda a los retornados...», expuso María García-Guinea, de la Oficina Técnica de Cantabria Futura, el proyecto que ampara esta red de talento.
La red, de hecho, ya ha arrojado algunos resultados tangibles, aseguran García-Guinea y Gómez Bueno. Por ejemplo, hay «varios casos» de colaboraciones o de empresas cántabras que han encontrado «oportunidades» de negocio fuera de la comunidad autónoma gracias al proyecto.
Y eso, advierte el director general del Grupo GOF y miembro del Comité ejecutivo de la CEOE, que la red solo ha dado sus primeros pasos. «Mucha gente que está fuera tiene ganas de estar en contacto, de seguir vinculada a Cantabria, y eso ya tiene potencial en sí mismo. Pero es que esto puede ser mucho más», auguró Gómez Bueno, cuyos primeros pasos profesionales también tuvieron lugar fuera de España, en Países Bajos o Argentina.
Además, una de las claves que explicarían el éxito de la iniciativa está en el «giro que se ha conseguido dar a Cantabria Futura, que empezó siendo una herramienta de hostilidad entre las empresas y el Gobierno, y que ha acabado siendo un movimiento cultural transformador», apuntó el empresario.
Conde también se refirió al cambio que ha experimentado Cantabria Futura. «En 2023 hemos querido dar un nuevo impulso y una nueva orientación al proyecto antes conocido como Cantabria 2030, que ha cambiado su denominación y su enfoque. Cantabria Futura 2030 refleja la ambición de prestar un servicio a nuestras empresas, a nuestros profesionales y a la comunidad a través de la red y de todo el entramado de relaciones y contactos que genera», aseguró el presidente de la CEOE ante los participantes. «Nuestra organización puede, gracias a Cantabria Futura, posicionarse como agente del cambio en la comunidad, ya que en estos momentos nos encontramos en una situación privilegiada para llevarlo a cabo», añadió.
En su discurso, Conde celebró igualmente que se consolide esta cita anual de la red. «Este encuentro navideño ya se está convirtiendo en una tradición. Queremos consolidarlo para los próximos años, lo mismo que queremos consolidar y ampliar nuestra red convirtiéndola en un motor profesional de 'networking' y de oportunidades de negocio para todos», subrayó el presidente de la patronal, quien, además, tuvo palabras de agradecimiento para los impulsores del proyecto: Francisco Zunzunegui, «artífice» del mismo, y el equipo de la Oficina Técnica liderado por Pedro Lanza.
Las claves
La Red de Talento Cántabro en el Exterior se creó hace cinco años y cuenta en la actualidad con 650 miembros
El próximo encuentro de la red, que pertenece al proyecto Cantabria Futura, se celebrará en el verano de 2024
Pasan por fomentar la unión de los miembros de la red, los vínculos con la empresa cántabra, las charlas y las mentorías
La próxima cita de la red será en el verano de 2024, meses en los que los profesionales en el exterior tienen más posibilidades de pasar un tiempo en casa. García-Guinea confía en que la cita estival sea igual de «exitosa» que la navideña.
El próximo año, además, la CEOE lo quiere dedicar a la expansión del proyecto y al fomento «del sentimiento de pertenencia» a la comunidad autónoma (si bien la patronal aspira a «quedarse en segundo plano» y a que sean los propios miembros de la red quienes ganen en protagonismo y en tutela de la iniciativa), explica la responsable. ¿Y cómo lo harán? «Impulsando la unión entre los miembros de la red a través de charlas, mentorías o a través de formatos que puedan hacer más real el contacto entre la empresa de Cantabria y el talento que está fuera», añade. Una de esas modalidades serán los llamados 'coffee time', donde coincidirán profesionales en el extranjero y empresarios locales para hablar sobre necesidades laborales, perfiles emergentes, posibilidades de retorno a Cantabria o contactos de utilidad, entre otros temas.
La red tiene coordinadores en los cinco continentes, que son los «verdaderos motores» del proyecto, según los calificó Enrique Conde en el discurso con el que abrió el encuentro. Se trata de Julio Ceballos, al frente del área China-Japón-Corea del Sur-Vietnam-Filipinas; Enrique Blanco (Singapur, Australia, Nueva Zelanda o Tailandia, entre otros); Ángel Sánchez de Movellán (Oriente Medio); Teresa Díaz (África); Carlos Luzuriaga (EE UU y Canadá); Juan Arteaga (Latinoamérica); Lidia Ruiz (Gran Bretaña-Irlanda); María Díez (Escandinavia); Cosme del Olmo (Benelux); Daniel Martínez (centro y este de Europa); Juan Alberto Santoveña (sur de Europa), y Emilia González (India, Pakistán, Irán, Kazajistán, Georgia y Azerbaiyán).
Al lograr una beca ICEX –unas becas bastante competitivas–, Lucía Martín Casanueva (Santander, 1990) inició una provechosa carrera profesional fuera de España que le ha llevado a India y Filipinas. «Soy muy activa y me gusta mucho aprender», dice a modo de declaración de intenciones.
En Nueva Delhi, trabajó durante un año en las oficinas económicas y comerciales de España, apoyando a las empresas nacionales interesadas en exportar o invertir en el país asiático. La segunda fase de la beca le llevó a Filipinas de la mano de la empresa Ayesa. Titulada en Administración y Dirección de Empresasen la Universidad de Cantabria, Martín hizo de Manila su nuevo hogar y allí se puso a cerrar proyectos con clientes públicos y privados de sectores variados.
También ganó experiencia en una empresa emergente de economía circular y ahora es consultora para el Banco Asiático de Desarrollo. Y se toma muy en serio su papel como embajadora cántabra: «El norte de España es una joya» es su lema en Filipinas.
A raíz de las experiencias vividas en la pandemia, Julio Alonso Babarro (Santander, 1965) tuvo una idea que ha logrado convertir en un proyecto sólido que está «muy cerca del mercado». Sus vivencias a pie de camilla llevaron al médico cántabro, residente en Australia, a plantearse cómo facilitar la intubación endotraqueal de los pacientes, un procedimiento crítico, muy habitual y «fundamental para salvar vidas». Puliendo una y otra vez el diseño, dio con el dispositivo perfecto: de plástico flexible y con una guía que conduce el tubo a donde tiene que ir exactamente.
Como quería que fuese «un invento cántabro», fundó la empresa Airway Shield en la región. El proyecto avanza, ha superado otra ronda de 'crowdfunding', tiene distribuidores y es parte de un estudio en Valdecilla.
Alonso se fue «a la aventura» a Australia en 2005 y lleva allí asentado quince años. Ahora vive a caballo entre su país de adopción, Madrid y Cantabria. Su idea es volver. «Me encantaría poder contribuir a la industria médica en Cantabria», subraya.
Tras concluir su grado y su máster en Ingeniería Industrial en la Universidad de Cantabria (UC), Manuel Díaz Zumel (Santander, 1998) se puso a enviar currículos a empresas internacionales. Quería comenzar su andadura profesional fuera de España y lo consiguió en el CERN de Ginebra (en español, el Centro Europeo para la Investigación Nuclear), que acoge uno de los grandes experimentos del siglo: el acelerador de partículas LHC. En Suiza, Díaz se encarga de realizar imanes pulsados para «inyectar o extraer las partículas de los aceleradores». La experiencia es de lo más provechosa, en gran medida, por el «buen ambiente» que reina en el CERN, donde «cada nacionalidad tiene algo que aportar» al proyecto.
Díaz ha constatado que su formación en la UC es apreciada en Suiza. A corto plazo, confía en quedarse en el país, bien en el CERN, bien en una empresa en la que pueda ampliar conocimientos. ¿Un deseo para 2024? Lo piensa un poco: «Que pongan un tren nocturno de España a Suiza», contesta sonriendo.
Lidia Ruiz Revilla (Santander, 1988) ha regresado hace apenas un año a Cantabria después de trabajar durante seis en Reino Unido. Allí se ha forjado una sólida carrera como ingeniera civil, centrando el tiro en la gestión de proyectos y equipos. «Trabajar fuera ha sido una experiencia transformadora», aseguraba en el Hotel Bahía de Santander minutos antes de que comenzara el encuentro de la Red de Talento, en la que coordina el área Gran Bretaña-Irlanda. Ha sido transformadora, cuenta, por los aprendizajes teóricos y prácticos que se trae de vuelta, por su ya perfecto manejo del inglés y también porque se ha empapado de esa actitud 'porque yo lo valgo' que se gastan los británicos y que le ha ayudado a desprenderse «de algunas ideas limitantes». Desde hace un par de años, Ruiz Revilla trabaja como consultora. El 80% de sus clientes son internacionales y, por eso, encuentros como el de ayer le parecen esenciales para tejer redes profesionales: «Todos somos cántabros y, a partir de ese hecho, pueden crecer muchas conexiones».
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