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La Consejería de Empleo y Políticas Sociales cambió de titular apenas un año antes de que terminara la legislatura. Y hace unas semanas, con la llegada del nuevo Gobierno de Cantabria del Partido Popular, el área dejó también atrás el nombre y pasó a denominarse ... de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad. Así, Begoña Gómez del Río, al frente de la nueva Consejería, será ahora quien deba asumir los retos a los que se enfrentará en los próximos cuatro años el departamento que ocupa el tercer puesto de todo el Gobierno en lo que se refiere al presupuesto. En total, cuenta con una partida de 446,6 millones de euros para el ejercicio que está en marcha. Así, entre la lista de asuntos a resolver desaparece todo lo relativo a Vivienda, que se va a la macroconsejería de Fomento. Lo que sí está por hacer es, por ejemplo, mejorar las prestaciones del sector de la dependencia, reducir los tiempos de espera y gestionar los copagos en servicios como la teleasistencia o la ayuda a domicilio.
El actual equipo de gobierno se topará directamente con la red de atención a la dependencia de Cantabria, área que cuenta con su propia dirección general. En este punto, uno de los asuntos al que deberán prestar atención será a los casi mil cántabros (en concreto, 975) que están todavía pendientes de valorar para poder acceder a las ayudas regionales disponibles. Según la memoria de actividad del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass), correspondiente a 2022, el volumen de personas que recibe actualmente algún tipo de prestación de la Ley de Dependencia asciende a 17.536. Una cifra que se sitúa por encima de las 15.558 que había al inicio de la legislatura anterior, en 2019. Es decir, un aumento de 2.000 beneficiarios en estos cuatro años.
Por otro lado, recibir ayudas lleva aparejada la gestión de los tiempos de espera. En este sentido, el dictamen del Observatorio de la Dependencia que se presentó en Madrid en marzo situó a Cantabria entre las comunidades que más habían atajado la lista de espera para acceder a una prestación. Y el Ejecutivo que dejó la Consejería en mayo también ha defendido haber atajado el tema. Según los datos de julio, sólo hay actualmente 46 personas para acceder a la lista que ya les han concedido. En cualquier caso, entre las 25 propuestas incluidas en el programa electoral con el que se presentó María José Sáenz de Buruaga a las elecciones autonómica estaba, precisamente, agilizar dichos tiempos. La líder popular se comprometió a que ningún mayor espere más de 90 días para recibir la ayuda a la que tiene derecho.
En la lista de retos también aparecen de forma recurrente los problemas relacionados con la falta de personal y la necesidad de reforzar las plantillas de la red de dependencia para hacer frente a la sobrecarga de trabajo. Las residencias de mayores han insistido a menudo en la urgencia de cubrir puestos libres para dar la mejor atención a los usuarios. Se trata de un problema que la anterior consejera, Eugenia Gómez de Diego, ya trató de atajar con la aprobación hace apenas unos meses (en marzo de este mismo año) de la modificación de la orden que regula los requisitos de funcionamiento de los centros. De este modo, el Ejecutivo regional amplío los ratios para aumentar el número de profesionales.
Los deberes
1. Prestaciones El Gobierno regional tendrá que atender a los casi mil cántabros que están pendientes de valorar para acceder a ayudas
2. Nóminas y plantillas Otro problema de la red de dependencia es la falta de personal y la necesidad de reforzar las plantillas.
3. Copago y listas de espera Un compromiso del PP es que ningún mayor espere más de 90 días para recibir la prestación y reducir el copago en residencias y ayuda en domicilio.
4. Familia Buruaga se comprometió a ampliar de los 40 a los 45 años la edad para acceder a los tratamientos de fertilidad
5. Soledad no deseada La organización de la nueva Consejería incluye una dirección general para atender este problema.
Este paso permitió sumar 500 profesionales más a las plantillas. Un plan que requirió una inyección de 9 millones de euros anuales destinados a reforzar la dotación de personal y mejorar así la calidad del cuidado que ofrecen. De este modo, la consejería también avanza en la implementación del nuevo modelo de atención centrado en la persona. Es más, antes de dejar el cargo, Ana Belén Álvarez, presentó un Mapa de Recursos de Atención a la Dependencia para Cantabria en el horizonte 2027. Un estudio para que la comunidad autónoma pueda adelantarse a las necesidades que surjan y construir «un sistema de protección social de cobertura universal».
Otro compromiso: reducir los servicios con copago en residencia y ayuda en domicilio. Todas las mejoras van encaminadas a alcazar el objetivo de implementar un nuevo modelo de atención centrado en la persona. No obstante, no todo son retos pendientes. Ya el año pasado, durante la anterior legislatura, la consejería hizo frente al problema con los sueldos de los empleados de la dependencia. Así, Cantabria se convirtió en la única comunidad que subió los salarios a los profesionales con una solución que suponía que fuera el Gobierno regional quien asumiera la diferencia entre el salario y la subida que debía aplicarse.
La Consejería que atiende los Servicios Sociales en la región incluye también un apartado para la Familia. En este sentido, en su programa, Buruaga se comprometió a llevar a cabo una ampliación hasta los 45 años de los tratamientos de fertilidad. La actual presidenta del Gobierno de Cantabria prometió ampliar en cinco años (de 40 a 45) la edad para que las mujeres puedan someterse a tratamientos de reproducción asistida, también para el segundo hijo.
En el camino también tendrán el reto de dar respuesta al problema de la soledad no deseada, un punto al que se atenderá en la misma dirección general que la Dependencia y al frente de la cual estará Eduardo Rubalcaba. Se trata de un problema del que ya alertó Fernando Villoria, presidente de la Asociación contra la Soledad No Deseada en Personas Mayores. Para él lo importante es «vencer el tabú» de la soledad no deseada, «abordar» el tema y trabajar en su difusión entre la población. Es decir, dar a conocer el problema.
Lo cierto es que, más allá del motivo detrás de los números (puede ser elección propia o que los acontecimientos vitales lleven a esa situación), cada vez hay más hogares unipersonales en Cantabria. Otro dato rápido. El 34% de hogares en la región están habitados por una sola persona, con un porcentaje que no deja de crecer año a año. En solo un lustro ha crecido un 6%, y los nuevos modos de vida llevarán al aumento de la proporción.
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