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España nunca había registrado una tasa de emancipación tan baja desde que este indicador ha comenzado a ser medido. El valor, que indica el porcentaje de jóvenes que se independiza, cayó del 16,3% hasta el 14,8% durante el primer semestre de 2024, según ... los datos del Consejo de la Juventud de España. Cantabria, pese a dar un salto inverso, con un aumento de 3,5 puntos respecto al segundo semestre de 2023, no llega siquiera a la media nacional, y se estanca en un 14,5% de jóvenes viviendo fuera de la casa de sus padres.
El porcentaje de población joven –entre 16 y 34 años– viviendo fuera del hogar familiar en el país nunca había sido tan escaso al menos desde 2006, inferior en un 3,9% a la situación anterior a la pandemia, y 11,3 puntos por debajo del que había antes del estallido de la gran recesión de 2008.
Ese retroceso se produce a pesar de la subida del salario mediano joven, del 4%, y de una ligera bajada de la tasa de paro –del 0,34%– en este tramo de edad: el alto precio de la vivienda es uno de los principales factores que frenan el proceso.
Cantabria contaba en ese primer semestre de 2024 con la tasa de actividad más baja de toda España en el tramo de edad de 16 a 34 años, aunque es preciso matizar que en nueve de cada diez casos de personas jóvenes de la región que ni trabajaban ni se encontraban buscando empleo, esto se debía a que estaban continuando sus estudios.
14,5 por ciento
de jóvenes cántabros logra independizarse en un momento en el que 1.048 euros es el salario mediano joven en España; en Cantabria no llega ni a los 1.000
El precio del alquiler alcanzó un nuevo récord nacional en ese periodo: una vivienda mediana costaba finales del primer semestre de 2024 1.072 euros, lo que equivale a un encarecimiento del 13,6% respecto al precio del año anterior. De este modo, la subida de las rentas de alquiler triplicaba la del salario mediano joven, de 1.048,19 euros en doce pagas.
Con ese salario, a un joven le faltarían 23,81 euros para poder afrontar un alquiler en solitario, y eso sin tener en cuenta las facturas de luz y gas o el dinero necesario para comer. Ahí radica la principal razón por la que el 74,5% de los jóvenes españoles que trabajan continúe viviendo con sus padres.
En Cantabria, la situación no es mejor, partiendo de la realidad de que el salario mediano de las personas jóvenes de la región se sitúa por debajo del nacional, sin llegar siquiera a los mil euros netos mensuales. Esto hace prácticamente imposible que puedan alquilar una vivienda en solitario sin verse forzados a sobreendeudarse.
Esto sucede a pesar de que el precio medio del alquiler de una vivienda en Cantabria experimentó un incremento menor que la media española, y que, con los datos más recientes, correspondientes al pasado mes de diciembre, era de 9,25 euros por metro cuadrado, un 1,87% más que el mismo mes del año anterior, según el informe anual de precios de alquileres realizado por el portal especializado pisos.com. El estudio indica que el precio medio en España asciende a 12,18 euros por metro cuadrado, tras una subida interanual del 9,53%.
En Cantabria, según los datos del Instituto Cántabro de Estadística (Icane), había en 2024 105.286 personas de 16 a 34 años, el rango de edad en el que se incluye a los jóvenes, de forma que los que han conseguido independizarse son unos 15.266, frente a los 90.000 para quienes dar ese paso resulta poco menos que imposible. El dato español contrasta negativamente con la media de la Unión Europea: si en nuestro país la media de edad para emanciparse se eleva por encima de los 30 años, en otros como Dinamarca o Finlandia lo hacen antes de cumplir los 23.
«Hay que movilizar las viviendas vacías, que el Gobierno ha cifrado en más de 50.000, porque si no va a ser imposible», opina el presidente del Consejo de la Juventud de Cantabria, David Sanjuan.Aunque reconoce que el incremento de la tasa de emancipación es una noticia positiva, esta no deja de estar por debajo de la media nacional. «Todo esto quiere decir que falta oferta de vivienda a un precio asequible».
Además de señalar la necesidad de sacar al mercado el parque de viviendas vacías, Sanjuan se mostró partidario de la regulación de las zonas residenciales tensionadas, aquellas en las que se ha producido un incremento sostenido en los precios de los alquileres en los últimos años, algo que obliga a los hogares a realizar un mayor esfuerzo de gasto, que conlleva una pérdida de poder adquisitivo, al tener que dedicar cada vez más renta al pago de la vivienda.
«En Cantabria, la mayoría de la oferta de alquiler es para el periodo estival: para un joven en Santander, Castro Urdiales o Comillas acceder a una vivienda resulta imposible, con un mercado tensionado y centrado en las épocas turísticas». «Existe un problema de acceso al mercado laboral, y los salarios que cobran los jóvenes son bajos por regla general. La consecuencia es que aunque estemos trabajando el dinero no nos llega para emanciparnos. Por la parte del empleo reclamamos la aplicación del estatuto del becario, que los que entran a trabajar en prácticas tengan unas condiciones garantistas que les permitan, al menos, el alquiler de una habitación sin endeudarse a futuro».
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