Taxistas y conductores de VTC no consiguen acercar posturas en su primera reunión en Cantabria

Hugo Ruiz, uno de las asistentes en representación del sector VTC, ha solicitado el desarrollo de «una normativa nacional que regule nuestras licencias», y ha manifestado su rechazo por la vía tomada por la Generalitat de Cataluña, la precontratación impuesta a este servicio, «decisiones que impiden y estrangulan nuestra actividad». Por último, Ruiz ha abogado por la unificación del servicio al ciudadano y no limitar la competencia: «Lo contrario es ir contra corriente».

Todo lo contrario ha opinado el portavoz de la Federación Cántabra del Taxi, Manu Andoni Ruiz, al término de la reunión. «Se nos acusa de monopolio, pero la competencia ya existe. En Cantabria ya hay 514 taxis, de modo que ya la tenemos entre nosotros mismos, así como con las VTC tradicionales», respondió el representante, quien calificó a las nuevas plataformas como «disruptivas», y «con intención de asimilar el servicio del taxi, que es el único autorizado para hacerlo».

Se ha presentado una tercera posición en la mesa: la de las empresas VTC «tradicionales». Roberto Valiente, en representación de la empresa Autos Tucán, se ha situado más próximo a la posición de Ruiz que a la de sus nuevos homólogos, y denunció la gran cantidad de autorizaciones concedidas, cerca de 180 en la comunidad. «Esa cantidad supone una barbaridad para el mercado», ha asegurado, al tiempo que ha reivindicado la trayectoria de estas empresas «clásicas» y que nunca han tenido «ningún problema con los taxis». «Llevamos trabajando aquí toda la vida, cumpliendo todos los requisitos que exigen».

Finalmente, el director general de Transportes, Felipe Piña, ha concluido que «la reunión ha sido un avance para llegar a una solución y que la Administración tiene que cumplir la ley». «En cualquier caso, miramos de reojo lo que hacen otras comunidades como Madrid», ha declarado, al tiempo que ha invitado a trabajar para que ambos sectores convivan de la mejor manera posible y «no quedarse de brazos cruzados. Finalmente, Piña ha avanzado más reuniones «dentro de un mes y medio o dos».