Fue uno de los profesores que ayudó a modelar aquella primera hornada de triunfitos, unos chavales con más voluntad que arte catapultados a la fama ... en cuestión de meses por la televisión. En principio, el papel en el concurso de Poty (Torrelavega, 1960), era más discreto, pero una mezcla de simpatía, carisma y profesionalidad terminó haciendo de él el gran vencedor de ‘Operación Triunfo’: su cara le es ahora tan familiar al público de Estados Unidos como al de España.
– ¡Nunca se pierde las fiestas de Torrelavega!
–La Virgen Grande es sagrada, hay que venir sí o sí; llevo toda la vida fuera de Cantabria y no me la he perdido ni un solo año. Da igual donde me pille. Ahora he venido y me tengo que ir pitando para Miami. Independientemente de toda esa devoción y del aire festivo, es una ocasión para estar con mi familia, volver a casa y ver a mis hermanos y a mi madre, es muy gratificante. Yo ya no tengo vacaciones como en el colegio, dos meses de verano. En mi profesión ya hay que estar preparando las cosas en verano porque en septiembre arranca la nueva programación.
– ¿Cuál es su plan de vida cuando está aquí?
– Estoy casado con una valenciana y allí, en Valencia, tenemos siempre verano asegurado; aquí sé que hay que venir con sudadera. Soy un amante del paddle surf, así que un plan perfecto es ir con la tabla por la ría, desde Cortiguera, once kilómetros hasta Suances. Cuando no puedo salir al mar me visto de ciclista y me hago unas rutas por Cantabria, que es un paraíso. Eso, y comer bien y estar con la familia, es el plan perfecto para una persona que se pasa la vida rodeado de florituras y de viaje.
– ¿En qué anda metido?
– Acabo de terminar de grabar en Barcelona el programa ‘Pura magia’, y he estado todo el año haciendo ‘Hora punta’ con Javier Cárdenas. En Miami estoy presentando el programa ‘Despierta América’, y ahora voy a estar tres meses en Estados Unidos para hacer ‘Mira quién baila’: llevo ya seis años y este es el séptimo. Primero estuve de director artístico y coreógrafo, luego de jurado y ahora de presidente del jurado. Más responsabilidad.
– Desde que saltó a la fama con ‘Operación Triunfo’ parece que hemos perdido un coreógrafo y hemos ganado a un tipo que funciona en cualquier programa de televisión.
– ¡Vaya piropo! Lo de coreógrafo no se perdió, porque creció, pero me dio la oportunidad de mostrar otra faceta profesional y artística. ‘Operación Triunfo’ fue el trampolín para muchos de nosotros, para poder mostrar lo que teníamos. En Estados Unidos trabajo más de presentador que de coreógrafo, y en el proceso lógico de reciclaje los tiros van por ahí. En Canal Sur presentando ‘¿Bailamos?’, en Castilla-La Mancha, ‘La vida es una fiesta’,... muchas cosas dentro y fuera de la tele.
«Hablar mal de ‘Operación Triunfo’ es no reconocer lo que nos dio a todos»
– Siempre ha hablado bien de ‘Operación Triunfo’, pero hay gente que ha pasado por el concurso y parece que se avergüenza de ello.
–¡Qué barbaridad! Hablar mal de ‘Operación Triunfo’ es no reconocer lo que nos pudo dar a todos: unos han triunfado a saco, hubo otros que se quedaron a medio gas... Me parece una ingratitud tremenda que alguien tenga la desfachatez de hablar mal del programa o de lo que pasó. Fue único e irrepetible para todos.
– ¿Qué tuvo aquella primera edición del programa?
– Si te fijas, se trata del mejor casting de la historia de la televisión: los concursantes se presentan a un programa que no existe, no saben que va a haber cámaras y tienen un comportamiento normal, y la gente que lo ve sabe lo que está pasando en la Academia. Si al año que viene te presentas ya vienes resabiado: sabes lo que hay, lo famoso que te puedes hacer, el dinero que se puede sacar... y la gente ya no se comporta de forma natural. No volvió a haber más Bustamante, Bisbal, Rosa,... nadie con el carisma de los primeros concursantes. Ahora, la gente que se presenta tiene un bagaje artístico que se sale, y entonces era una evolución grandísima.
– A propósito de Bustamante, ¿cómo le va?
– Acabo de hablar con él hace un par de horas. Está bien, preparando un disco nuevo. En la tele no se ve todo lo que pasa en la vida de un artista. Está trabajando, súpermotivado, con ganas de hacer mil cosas... Y canta como los ángeles: estuvo en las fiestas de Tanos y arrasó, que estuvo viéndole mi familia. La gente le quiere muchísimo y tiene un club de fans muy fieles.
– ¿Es usted tan majo y alegre como en la tele?
– ¿Me lo estás preguntando de verdad? La televisión es un arma de doble filo: o caes bien y le gustas a la cámara o estás perdido, no hay trampa ni cartón. La gente que me conoce sabe que soy así. Si hablamos del éxito, radica ahí, en la naturalidad y en que cada uno es como es. Eso es lo que me pasa en Estados Unidos, que he caído de pie. Allí, como no encajes como persona...
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