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Ernest sigue azotando Cantabria con muy mala mar, viento, frío, grandes olas y una lluvia que no cesa. Hasta esta pasada madrugada, la región ha estado en alerta roja por oleaje aderezado con fuertes rachas de viento. Incluso se ha registrado una ola de 13 metros en la boya situada a 22 millas de Cabo Mayor ... . Este martes las alertas se han rebajado a nivel amarillo, pero eso no ha impedido que se esté viviendo otra jornada de lo más desapacible.
Hoy se han visto numerosas fincas inundadas, los ríos bajan con una fuerza extraordinaria por el aumento del caudal, muchas playas presentan enormes mordiscos de su arena e incluso accesos deteriorados, hay calles completamente anegadas, balsas de agua en carreteras y hasta algún argayo, entre otros hechos.
El Centro de Gestión de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria ha coordinado, entre las 07,00 y las 19:00 horas un total de 80 intervenciones derivadas de 153 llamadas relativas a los fenómenos meteorológicos adversos que azotan la región.
Los avisos registrados han estado relacionados en su práctica totalidad con las intensas lluvias caídas, 147 llamadas y 74 incidencias, y se corresponden a inundaciones en garajes y viviendas (Santander, Santa Cruz del Bezana, Guriezo, Alfoz de Lloredo, Soto Iruz, Novales y Laredo), ríos y riachuelos desbordados, acumulaciones de agua en la red viaria y la vía pública, pequeños argayos, árboles y ramas caídos.
Uno de los efectos más visibles de Ernest es que se ha llevado por delante las escaleras que dan acceso a la playa pequeña de Langre. Así lo ha descubierto la Junta Vecinal de la localidad, que ha encontrado desprendido el acantilado que daba sostén a la estructura, que se ha separado de la pared de rocas y se ha partido por varios sitios. «La escalera está completamente deshecha», valora ante la imagen la presidenta de la Junta Vecinal de Langre y teniente de alcalde de Ribamontán al Mar, Araceli Colina.
Al parecer la escalera, que fue construida en 1991, se ha fraccionado al desprenderse la pared de rocas que le daban sostén a causa de las intensas lluvias. «Se ha acabado formando un río por debajo que ha removido la tierra y ha arrastrado todo el firme», incide Colina. Asimismo, explica que el arreglo, para lo que se deberá hacer una escalera de nuevo, corresponde a la Demarcación de Costas, a la cual ya se le había trasladado recientemente la necesidad de asegurar el acantilado por algunos desprendimientos registrados, por lo que hace un tiempo se colocó un cartel avisando del peligro que existía en la zona.
En Los Peligros se ha producido otra de las consecuencias más visible de los temporales de los últimos días. Más que por las olas de esta semana, lo que se ve hoy tiene que ver con el cambio de aspecto general de la playa, que ha perdido mucha arena en estos años. En ese contexto, el oleaje ha mordido el arenal hasta tal punto que ha dejado un llamativo escalón justo antes de llegar a las instalaciones de La Horadada. El límite de la playa, con la marea alta, está justo en el borde de la rampa y las escaleras que vienen desde el paseo de Reina Victoria. Quedan, de hecho, a la vista las conducciones que alimentan de agua a las duchas. Una playa que, por cierto, queda ahora con la pleamar partida en dos. Precisamente se parte en ese punto de la rampa antes de La Horadada, en el saliente rocoso. Con menos arena, el mar cubre ahora esa zona y ya no se puede recorrer andando la playa entera salvo con la bajamar.
También impresiona la pared vertical que ha quedado en la playa de Loredo (Ribamontán al Mar), después de haber perdido su arena tras el temporal marítimo de anoche.
Esta mañana se ha registrado también un pequeño argayo en Peñacastillo, que ha movilizado a la zona a efectivos de los bomberos de Santander para retirar la tierra del desprendimiento, que afecta a un carril de la carretera, justo al lado de la Seat.
En el barrio de La Fábrica de Galizano llevan tres días con el ojo puesto en el río Herrero, que pasa cerca de tres viviendas y que este martes ha anegado los accesos a las mismas. Se trata de una circunstancia que se genera cada vez que llueve intensamente pero que «cada vez va a más», señala José Ramón Cagigal, uno de los vecinos afectados. Con la crecida se anega el puente de acceso a la barriada, y pese a que existe comunicación por otra zona, «cada temporal resulta más complicado salir de casa», comentan los vecinos.
Al parecer el problema está generado por la falta de mantenimiento del río, con lo que «al bajar sedimentos cada vez está más cerrado el cauce», provocando que se desborde el río y roce las entradas de las casas. «Se nos mete en los jardines, y el agua está al límite para entrar a casa», traslada Cagigal, y en concreto señala que ayer fue el día más difícil porque pasó la noche con la atención fijada en el río. «Estuvimos a expensas de un peldaño para tener que achicar», concreta y remarca que «ya son tres días consecutivos así, esperando para que deje de llover y se alivie».
El vecino también se queja de que no se ha prestado atención desde los organismos públicos a su problema, y que afecta directamente a tres casas. «No pedimos tanto, sé que el Ayuntamiento tiene que redactar un proyecto y presentarlo, ¿tanto se tarda para hacer eso?», y a la par critica que «ni el presidente del pueblo ni nadie del equipo de gobierno de Ribamontán al Mar se han dignado a venir por aquí».
El proyecto de acondicionamiento del cauce al que se refiere ya está siendo tramitado por el Consistorio, sin embargo, es una cuestión que, tal y como traslada el equipo de gobierno, debería corresponder a Confederación Hidrográfica y Demarcación de Costas, pero desde la administración municipal decidieron afrontar ante la necesidad de buscar una solución. «No es nuestra competencia, pero ahí estamos», dicen desde el equipo de gobierno (PRC) y remarcan que «no es cierto que no se preste atención a los vecinos, porque algunos concejales se han trasladado a la zona estos días, hemos alertado a Protección Civil y al servicio de aguas». Al mismo tiempo explican que «dentro de lo que nosotros podemos hacer, se ha atendido a las necesidades, por ejemplo, hace unos meses retiramos un árbol caído en el río».
Desde la oposición, los populares critican la gestión de los regionalistas, a pesar de que reconocen que están trabajando en una solución, «está tardando demasiado en materializarse». Con todo, los ediles populares remarcan que es una situación que «urge» dar salida porque «corre peligro la integridad física de varias personas».
Igualmente, hay grandes balsas en vías públicas y calles inundadas, como Julio de Pablo, en la zona de Cros de Maliaño (Camargo), donde numerosos coches se han quedado atrapados con el agua superando la altura de las ruedas.
🚨 #Intervención por los fenómenos meteorológicos adversos que están golpeando #Cantabria
Bomberos Ayto.Camargo (@BomberosCamargo) December 8, 2020
Estamos trabajando en la calle Julio de Pablo, #Maliaño, barrio la Llosuca, #RevillaDeCamargo, y en el barrio Las Presas, #HerreraDeCamargo
Movilizados por el @112Cantabria y 🚔 #PLCamargo pic.twitter.com/8QrFPNKbst
Aunque esta mañana se informaba de la posible inundación del cuartel de la Guardia Civil de Laredo, los propios guardias dicen que no ha ocurrido. Ellos mismos consiguieron cortar la carretera N-634 que pasa por delante del cuartel, en el barrio Pelegrín, sobre la que corría un auténtico río por las intensas lluvias de anoche. Fue a las cinco y media de la madrugada, cuando coincidió la lluvia y el granizo con la marea alta, lo que provocó el desbordamiento de un regato. La carretera se cortó en el tramo de Laredo y también a la altura del campo de fútbol, donde había un palmo de agua por la calzada. Gracias a estos cortes, el agua no llegó a entrar en el cuartel, dicen guardias civiles a este periódico.
De momento, al margen de los problemas causados en Galizano por el pequeño río Herrero, todos los ríos de Cantabria presentan niveles que entran dentro de la normalidad, según la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, aunque en algunos puntos se observa un importante aumento de caudal por las persistentes precipitaciones.
Así está hoy el Pas a su paso por Puente Viesgo:
El caudal también ha aumentado de forma importante en el río Saja (imagen tomada desde Virgen de la Peña) y en Carrejo.
También los bomberos de Santander han tenido una noche movida, según detallan en su cuenta de Twitter:
RESUMEN GUARDIA
Bomberos Ayto. Santander (@BombSantander) December 8, 2020
Durante las últimas 8 horas hemos intervenido en 5 incidencias relacionadas con #FMA,todas ellas en #Santander
El total de la guardia han sido 25 intervenciones provocadas por viento y lluvia(desprendimientos,antenas y chapas sueltas,inundaciones de vías y garaje) pic.twitter.com/NgdqIRjRpJ
Permanecerá activo el aviso amarillo por fenómenos costeros adversos hasta el final del día, por viento del oeste fuerza 7 y mar combinada del noroeste de 4 a 5 metros. Pasado este, la comunidad autónoma no tendrá vigente ninguno de los indicadores de peligrosidad de la Aemet.
La lluvia se ha dejado notar en la costa, el centro y el valle de Villaverde, zonas que han tenido activado el aviso amarillo hasta las 18.00 horas.
Por su parte, hasta el mediodía Liébana ha estado también en aviso amarillo, pero en este caso por nieve, por acumulaciones de 6 centímetros en 24 horas por encima de los 900 metros en la mitad sur de la comarca.
(Pinchando aquí, las alertas meteorológicas actualizadas al momento).
Según la última actualización de la DGT, pasadas las siete de la tarde, permanecen cerradas al tráfico la CA-631 que une la Vega de Pas con las Estacas de Trueba, entre los kilómetros 8 y 14,3; y la CA-643 que discurre entre San Roque de Río Miera y el puerto de Lunada.
Por su parte, es obligatorio el uso de cadenas en la CA-665 que discurre entre La Gándara y el puerto de La Sía, entre los kilómetros 4 y 8,5 de; y en la N-621 a su paso por el puerto de San Glorio, entre los kilómetros 121,7 y 130.
Por la mala mar se insta a la población a alejarse de malecones, playas, espigones y de otros lugares próximos a la línea de costa; evitar estacionar los vehículos en zonas que puedan verse afectadas por el oleaje; y respetar en todo momento los cordones de seguridad y los vallados habilitados por las autoridades pertinentes.
Por posibles acumulaciones de agua en la calzada o desbordamientos se recomienda extremar la precaución en la carretera, circular por vías principales y autopistas, evitar pasar en vehículo por zonas de vaguada que puedan verse afectadas por una riada. Si los desplazamientos son a pie hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas.
Ante la previsión de nieve el 112 aconseja evitar la utilización del coche si no es imprescindible en las zonas afectadas; solicitar información del estado de las carreteras y la situación meteorológica; en caso de ser imprescindible la utilización del vehículo, revisar neumáticos, anticongelante y frenos, y llevar cadenas, móvil cargado, el depósito lleno y ropa de abrigo. Se insta también a prestar especial atención a las placas de hielo que se puedan formar en la calzada, especialmente al amanecer y al anochecer.
Además, hay que tener especial cuidado con chimeneas y aparatos generadores de calor, manteniéndolos en buen estado, alejándolos de textiles y apagándolos siempre que se vaya a salir de casa o por las noches. Es necesario también adecuar la ropa y el calzado a la temperatura y condiciones del exterior, y prestar una especial atención a niños, ancianos y personas con patologías.
La borrasca Ernest ha dejado rachas de viento de hasta 97 kilómetros por hora en Santander y olas que han superado los 8 metros de altura durante la madrugada.
El viento también ha soplado con fuerza en Alto Campoo, con rachas de hasta 87 kilómetros, y en otras localidades de la costa, como Castro Urdiales, donde se han alcanzado los 86.
La boya océano-meteorológica Augusto González Linares, fondeada a 22 millas al norte de Cabo Mayor, en Santander, ha medido olas de hasta 8.7 metros durante la noche, coincidiendo con el periodo de alerta roja por temporal costero.
Ya de madrugada la altura del oleaje ha bajado a seis metros y a primeras horas de esta mañana, a cuatro.
También ha llovido con intensidad en Cantabria. Según la Aemet, la mayor precipitación acumulada se ha registrado en Santillana del Mar, con 32.8 litros en 24 horas, seguida por Soba (30.2), Bárcena de Cicero (30), Santander (28.6) y San Vicente (23.9).
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