La tercera vía del PRC

«Será lo que él diga y así lo aceptan todos. Los tiempos los marca él y solo está en su cabeza, no lo comparte con nadie más. Pero quizás no debería ser así», señala uno de los líderes locales del PRC consultados por El Diario Montañés. «Su obsesión es que la transición se haga de forma unida, sin guerras, que no se formen grupos enfrentados. El cómo va a conseguir eso, ya lo veremos», dice otro de los representantes municipales que participará en el cónclave del próximo 25 de mayo junto a medio millar de cargos del partido entre alcaldes, concejales, pedáneos, diputados y miembros de la dirección.

Precisamente, esa asamblea, que no se convoca desde 2017, ha sido bautizada oficialmente con el lema 'Tiempos nuevos', una evidente declaración de intenciones. A petición de los alcaldes regionalistas, una de las mociones que se presentará versará sobre el municipalismo. Más en concreto, sobre el aumento de protagonismo y de poder en el partido que los ayuntamientos reclaman, entre otros asuntos, y que será presentada por los regidores de Puente Viesgo, Polanco, Reocín y Villaescusa. No en vano, tras la derrota electoral y la pérdida del Gobierno, los municipios se han convertido en la principal fortaleza del PRC.

Esa pretensión de subir las pulsaciones municipalistas en la nueva etapa del partido también ha hecho germinar la idea de que el sucesor de Revilla, inmerso ahora en la promoción nacional de su último libro, no tiene por qué estar en los despachos de Santander, como se ha dado muchas veces por sentado.

Entre los líderes locales del partido de Revilla gana fuerzas el argumento de que un alcalde debería estar en la conversación de la sucesión al mismo nivel que los tres vicesecretarios -Javier Marcano, Paula Fernández y Guillermo Blanco-, los tres eternos candidatos a ocupar el sillón del expresidente. Y también está arraigada la idea de que la edad debe tenerse muy en cuenta en el relevo: «el cambio debe ser también generacional», coinciden las fuentes consultadas por este periódico.

Cuando se pregunta por nombres concretos, la lista de posibles candidatos es amplia: desde el alcalde de Rasines hasta el de Puente Viesgo, pasando por el de Reocín o la regidora de Medio Cudeyo. También el de Torrelavega. El mayor problema, para muchos, sería convencerles de dar el salto.

«Te cambia la vida totalmente. Con lo que cuesta ganar las elecciones, pasar de estar tranquilamente en tu pueblo a pegarte en primera línea, con enfrentamientos y sin medias tintas. No habrá muchos dispuestos a hacerlo», reconoce uno de los regionalistas consultados. «No es tan fácil dar el paso de abandonar un municipio en el que tienes mayoría. Hay algunas personas que quieren controlarlo todo, pero otras caras nuevas no van a estar dispuestas a dar un paso adelante», confirma otro líder municipal. Quizás la valentía llegue cuando Revilla señale con el dedo.