Un tercio de los pacientes graves de covid sufre fatiga meses después de la neumonía

«A los que han mejorado se les ha ido dando el alta, pero aún seguimos controlando la evolución de pacientes de la primera ola», resalta. Personas que año y medio después no han logrado recuperarse de la huella del covid y siguen presentando dificultades para respirar. Entre ellos hay variables que se repiten con más frecuencia: «Pacientes de más edad, obesos, hipertensos... pero también sorprende la gente joven, que nota que pese a la mejoría clínica de su neumonía se cansan más ante circunstancias de su vida en las que antes no tenían ningún problema». En este sentido, «nos encontramos con casos que se han recuperado clínicamente, en los que tanto el seguimiento radiológico como las pruebas que miden sus funciones respiratorias así lo confirman y, sin embargo, siguen padeciendo ese cansancio que no está en consonancia con su evolución clínica. Digamos que no lo sabemos todo de las consecuencias de este virus», destaca el neumólogo.

«Estos pacientes representan aproximadamente un tercio de todos los que vemos en esta consulta de Neumología, entre los que en su día estuvieron ingresados con cierta gravedad y les quedó algún grado de disnea (dificultad respiratoria)», aclara Cifrián. Y ahí no hay diferencia de edad. «Quizás los más jóvenes realizan más esfuerzos en su día a día y por eso no tardan en darse cuenta de sus limitaciones porque basta con comparar lo que hacían antes y que ahora les cuesta más», explica. Cuando llegan al neumólogo la pregunta es siempre la misma: ¿Por qué sigo tan cansado? . «Y la verdad es que no les podemos contestar», admite el jefe de servicio, que reconoce también el desgaste anímico que supone para estos pacientes no acabar de encontrarse bien después de tanto tiempo. «Esperan que esa mejoría acabe llegando, pero hay un porcentaje de ellos que no lo acaba de ver del todo». En este sentido, el médico recuerda que «la rehabilitación osteomuscular tiene una importancia significativa», de la misma forma que en algunos casos es preciso el apoyo psicológico, que «también intentamos coordinar; si apreciamos señales de tristeza, depresión... les enviamos a los especialistas».

En todo caso, no se trata de una consulta de covid persistente, «aunque también se les pregunte por otra serie de síntomas», como cefaleas, dolores musculares, caída de cabello o pérdida de memoria, que son parte de las que se atribuyen a ese diagnóstico; sino que este seguimiento específico está enfocado a los pacientes que superaron cuadros de neumonías severas. Mientras que las señales de covid persistente pueden aparecer incluso tras infecciones leves.

Desde este servicio, en primera línea frente a los devastadores efectos de la pandemia, admiten su preocupación por el previsible aumento de patología respiratoria no covid este próximo invierno. «Hay mucha incógnita», dice Cifrián, que resalta que «lo que hemos vivido hubiera sido inasumible sin las mascarillas, un aliado magnífico».