Test domésticos asequibles

Hasta ahora, los test se tenían que llevar a cabo en clínicas privadas, por un precio que rondaba los 60 euros y, lo que es peor, con una fiabilidad más que dudosa.

Este nuevo producto, por su parte, es muy sencillo de utilizar, lo que permite practicarnos la prueba en muestro propio domicilio. La FDA ha autorizado la comercialización en Estados Unidos de este producto, y le otorga un 98% de fiabilidad; ya ha comenzado a probarse en Europa, concretamente en Suecia, con vistas a su aprobación por la agencia Europea del Medicamento, organismo competente en la Unión, que se espera llegue en las próximas semanas.

El test se venderá en farmacias, seguramente a partir de septiembre, en formato monodosis; los resultados obtenidos se registrarán en una aplicación móvil que irá generando un mapa con los datos.

Se trata de un test de anticuerpos, que determina si el organismo ha estado en contacto con el virus, actualmente o en el pasado. El organismo humano produce cinco clases distintas de anticuerpos, también llamados inmunoglobulinas, que se designan cada uno con tres letras: IgA, IgD, IgE, IgG e IgM. En los test se suelen buscar los IgM, que son los primeros en aparecer en el organismo ante una infección y son detectables a partir de los 7-12 días; y los IgG, más específicos pero algo más lentos en aparecer, en torno a los 10-14 días. Ambos tipos de anticuerpos se mantienen en la sangre, unos 20 días los IgM y varios meses, o incluso años, los IgG. Teóricamente, comparando los niveles de ambos anticuerpos se puede saber si estamos ante una infección aguda o ante un caso recuperado, pero no siempre funciona. Al parecer, el test americano detecta también la IgA, que se encuentra en los recubrimientos de las vías respiratorias y digestivas.

Cualquier test de anticuerpos puede dar falsos negativos, debido al tiempo que media entre el comienzo de la infección y la aparición de los anticuerpos en el organismo. Por eso es conveniente hacerse el test sólo si hay síntomas de la enfermedad o, si hemos tenido contacto con algún enfermo, después de esperar un tiempo prudencial. Bien utilizado, este test puede ser una herramienta fundamental para mantener bajo control futuros brotes de la enfermedad.