«Es un arma más para analizar y combatir la pandemia en Cantabria», destaca el enfermero José María Castillo, miembro de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Intervención y del equipo técnico coordinador del pilotaje. «En un principio, la PCR de saliva se va a utilizar para los cribados que hacemos en las residencias de mayores cada 12-14 días, lo cual va a ser un tremendo alivio para los usuarios. Ya no lo haremos con la muestra de la nariz, que puede resultar molesta, y más cuando hay que repetirla con frecuencia, sino que bastará con un poco de saliva, una prueba inocua, nada invasiva», explica.
Pero las ventajas de este formato de PCR se extienden a la logística de la toma de muestras, puesto que «no se necesita personal sanitario especializado», como ocurre en los circuitos de coroauto o en los servicios de Urgencias con la PCR nasofaríngea. «Es un proceso mucho más sencillo, de autotoma», añade Castillo. El propio paciente deposita la saliva acumulada en la boca en un tubo con escupidera, sobre la que después el personal encargado del proceso aplicará el producto correspondiente y lo etiquetará para su envío al laboratorio. «Se ha preparado ya el protocolo a seguir de esa recogida de muestra, que no puede ir acompañada de moco y requiere que, en la hora previa, las personas a las que se va a analizar no hayan comido, ni bebido, ni fumado, ni masticado chicle, ni lavado los dientes». A partir de ahí, la técnica de laboratorio es la misma que con la PCR convencional, por lo que los resultados se obtienen en el mismo tiempo (en menos de 24 horas). No es un test rápido, como el de antígenos.
La idea es que las pruebas de saliva sirvan de apoyo para el control del virus de los centros sociosanitarios, pero también se plantea como la opción idónea para cribados en población general, como se hizo en su día en el barrio de la Inmobiliaria, en Torrelavega, a raíz del brote por el que se impuso un cordón sanitario, o en el municipio de Villacarriedo, donde también se realizaron test PCR a todos los vecinos que acudieron a la cita convocada desde Salud Pública para detectar positivos asintomáticos y cortar así las cadenas de transmisión. De repetirse situaciones como estas, ahora Cantabria dispone de esta alternativa eficiente, que agiliza el procedimiento y que se contempla como una posibilidad de futuro dentro del ámbito escolar. De esta forma, cuando un alumno o profesor dé positivo en covid no haría falta que todos sus compañeros se sometieran a una PCR nasofaríngea, sino que se podría confirmar o descartar el contagio a través de la saliva, y hay estudios que apuntan que se podría medir incluso la carga viral.
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