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J. PEÑALBA
SAN SEBASTIÁN.
Lunes, 20 de mayo 2019, 07:18
Dos testigos de la agresión que sufrió Santi Coca, el menor cántabro de 17 años que falleció el pasado 28 de abril ... tras permanecer tres días en coma, incriminan directamente del ataque a una de las seis personas que permanecen en la cárcel. Se trata de un joven de nacionalidad argelina que, según declararon, reaccionó de forma violenta contra la víctima, aunque matizaron que fue el joven fallecido quien propinó el primero de los golpes.
Estos testigos comparecieron el pasado viernes por la mañana en el Juzgado de Instrucción 1 de San Sebastián que instruye el caso. Ambos, según han confirmado a este periódico fuentes próximas, se encontraban la noche de los hechos en el escenario de la agresión y formaban parte del grupo en el que estaban los presuntos agresores.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las cinco de la madrugada en la calle Ijentea, entre el Real Club Náutico y el Ayuntamiento donostiarra. La víctima, que aquella noche había estado en la discoteca Bataplán, se reunió con su hermano y varios amigos tras el cierre de la discoteca Gu. Del contenido de lo manifestado por el momento, el incidente comenzó por un paquete de tabaco.
Al parecer, Santi Coca se dirigió a uno de los agresores, un joven de nacionalidad argelina, que fue quien supuestamente le golpeó repetidas veces. Según testigos, Coca conocía a su agresor a través de las redes sociales. Al verle, el menor debió decirle «¿pero tú que haces aquí?», tras lo cual le habría propinado un puñetazo, lo que provocó la reacción airada de su oponente, según los testigos.
Las dos personas que comparecieron el viernes afirmaron que fue sobre todo este chico argelino quien golpeó en repetidas ocasiones al menor y que incluso habría sido también el que le propinó una patada en la cara, tras lo cual la víctima quedó inconsciente en el suelo. Tras la agresión, Coca entró en parada cardiorrespiratoria y durante tres cuartos de hora fue sometido a maniobras de reanimación. La autopsia confirmó que la víctima presentaba una hemorragia cerebral.
Las manifestaciones de ayer tienen, en opinión de letrados de la defensa consultados, un alto valor de prueba, ya que, según explicaron, los testigos presenciaron los hechos 'in situ' y sus facultades intelectivas estaban «intactas», dado que ninguno de ellos había bebido, pues eran fechas de ramadán.
Los testigos dijeron que la mayor parte de las personas que se vieron inmersas en el altercado, entre ellos tres chicos rumanos que permanecen en prisión y que están defendidos por el abogado Juan Román Zubillaga, trataron de separar al citado argelino y la víctima. Precisamente, estas revelaciones serán utilizadas por algunos de los letrados defensores que elevarán dichos testimonios ante la Audiencia para que el tribunal los tenga en cuenta a la hora de valorar los recursos al auto de prisión.
Pero no todos comparten la opinión de los abogados. Las manifestaciones de estos jóvenes no son del todo coincidentes con la valoración que realizó el juez instructor del caso que cifró en 10 ó 12 las personas que agredieron al menor. El incidente ocurrido aquella noche quedó grabado por las cámaras de seguridad de un edificio municipal próximo, aunque las imágenes no son de gran calidad. Según uno de los autos de prisión dictados por el magistrado, el vídeo muestra un primer incidente entre Santi y uno de los integrantes del grupo de agresores, que «comienzan a empujarse», y continúa con la agresión en la que intervinieron otras personas «hasta unirse unas diez», se indica en el auto. La secuencia permite ver asimismo cómo agreden a la víctima incluso cuando se encuentra ya en el suelo. «Le arrinconan contra la pared de la discoteca y durante unos veinte segundos continúan dándole patadas, hasta que un varón interviene para separar», afirmó el juez.
La resolución también recogió las palabras de otro testigo, que afirmó que «alguien» propinó un puñetazo a uno de los detenidos y «este se volvió loco, cogió del cuello a este chico -Santi-, le llevó contra la pared del Náutico» y que una vez allí, con la víctima en el suelo, «continuó pegando patadas y puñetazos». De acuerdo a las declaraciones que se escucharon ayer, la persona que se había «vuelto loca» sería el joven argelino señalado por sus amigos.
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