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La plataforma TikTok, famosa desde la pandemia por la facilidad para colgar vídeos cortos, cerró ayer los canales de una mafia albanesa que cobraba 16.000 euros a inmigrantes irregulares para realizar el viaje entre Santander y Portsmouth. Este grupo criminal promocionaba la travesía con ... anuncios en esa red social como si se tratase de una empresa de viajes más, aunque tanto los precios como las precauciones que obligaba a tomar a sus 'clientes' evidenciaban que se trataba de un viaje ilegal. En las imágenes, se mostraban escenas de la ruta y cómo los inmigrantes, ataviados con chalecos salvavidas, llegaban en una zodiac a Gran Bretaña. Las piezas iban acompañadas de textos que aseguraban que se trataba de una ruta «100% segura».
Los vídeos habían comenzado a circular en TikTok el domingo, horas después de que el pasado sábado seis ciudadanos afganos fallecieran en un barco sobrecargado de personas que intentaba llegar de forma ilegal desde Calais, en Francia, hasta las costas británicas. Tras esas muertes, las mafias desplegaron campañas de publicidad en redes sociales más agresivas para asegurar que sus viajes no suponían ningún riesgo y proponer la nueva ruta desde Cantabria. Una actividad publicitaria que fue detectada por la policía de Reino Unido.
Según ha desvelado la prensa de las islas, esta famosa red social se ha convertido en el gran canal de comunicación entre las mafias organizadas de la trata de personas y sus 'clientes'. Uno de los viajes que se ofrece consiste en desplazarse desde Francia a Inglaterra en barco, con la promesa de que en la costa les espera un abogado especializado en emigración que les conseguirá asilo político. Denominan a esta oferta el 'paquete de lujo'. Otra de las rutas que se pueden comprar es la que 'garantiza' la entrada a través de Dublín. De la capital irlandesa les trasladarían a Belfast y, posteriormente, a Inglaterra.
La travesía que incluye el ferri entre Santander y Porstmouth alcanza un precio de 14.000 libras –alrededor de 16.000 euros al cambio– y contempla que el inmigrante viaje camuflado en uno de los camiones que se alinean en las bodegas. Según expertos policiales británicos, muchos de los migrantes que acaban en las islas son explotados en suelo británico por estas redes para que trabajen en granjas ilegales de marihuana.
La ruta española de las mafias comenzó a emplearse a partir de 2015, cuando las fuerzas de seguridad francesas realizaron una gran redada en la denominada 'Jungla de Calais', el campamento de refugiados situado en el país galo y en el que miles de extranjeros esperaban el momento para cruzar la frontera hacia Inglaterra. Tras esa actuación policial, las mafias se alejaron de Francia y se instalaron en la cornisa cantábrica. Los dos lugares desde donde comenzaron a actuar fueron Cantabria y Vizcaya. En concreto, los puertos desde donde zarpan los ferris que se dirigen a las islas.
En octubre del año pasado, la Guardia Civil desplegó un operativo en el que desmanteló una de las redes albanesas que operaba entre Zierbena y Santurtzi. Los agentes del instituto armado, en una actuación conjunta con las fuerzas de seguridad británicas, detuvieron a siete cabecillas de esta mafia. La investigación se había desarrollado durante tres años. En el caso de Santander, las autoridades han tomado medidas como blindar los accesos al muelle desde donde zarpan los barcos para evitar el acceso de los polizones. En algunos puntos se han instalado concertinas para impedir los saltos de los migrantes, una medida que ha generado protestas de distintas organizaciones de apoyo a este colectivo de desplazados.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ya anunció hace semanas que una de las cinco prioridades de su Gobierno era acabar con la inmigración ilegal que se realiza en barco desde Calais. Todo ello porque las autoridades de Reino Unido han detectado que en los últimos tres años las mafias han vuelto a operar desde esa localidad francesa. El 'Brexit' ha sido definitivo a la hora de convertir estas prácticas en un problema para el Gobierno de las islas. Mientras Inglaterra formaba parte de la UE, los tratados europeos establecían que Francia debía hacerse cargo de los migrantes detenidos en las rutas ilegales que hubieran partido de su suelo. Pero, tras la decisión de Inglaterra de abandonar la Unión Europea, estos acuerdos han decaído y Francia se niega a acoger a los inmigrantes cuando la policía inglesa pretende devolverlos a su lugar de origen.
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