Secciones
Servicios
Destacamos
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 1943), afirma que en la crisis que ha estado a punto de hacer saltar por los aires al bipartito por el «no» de Mazón a la investidura de Pedro Sánchez y el posterior enfado de los ... socialistas, que antes de dar marcha atrás amenazaron con romper la alianza, no hay vencedores ni vencidos. Sus palabras condescendientes con la otra parte del Ejecutivo y sus advertencias de que no volverá a hacer la vista gorda ante otra subordinación dicen lo contrario. Y la firma mañana del documento que el PRC ha exigido al PSOE para no expulsar a Pablo Zuloaga y a sus consejeros con la lista completa de los compromisos del Estado con Cantabria se parece mucho a unas capitulaciones. De esas que, quiera o no, tiene que aceptar el bando que ha perdido una guerra.
–Parece que el PSOE ya ha dicho que aceptará ese documento. ¿En qué va a consistir?
–Ya lo estamos elaborando y va a ser muy concreto y muy taxativo. No basta con lo que se diga de palabra, tiene que aparecer por escrito. La experiencia que yo tengo no es demasiado buena. En el pasado ya tuve un problema gordo que no afectó a la estabilidad del Gobierno porque yo puse freno a ciertas peticiones que no acepté, aunque sí acepté otras (la exigencia de cesar al consejero de Ramón Ruiz y los responsables de MARE y Sodercán). A un Gobierno no se le puede, a media legislatura, montar crisis por parte de los partidos que lo integran. Cada uno que defienda lo suyo, pero en este Consejo de Gobierno está Cantabria. Yo no puedo estar todos los días con distracciones, amenazas y palabras gruesas. He estado callado, pero garantizando que, mientras yo sea presidente, está garantizada la estabilidad. No he tenido insomnio por si esto pudiera generar problemas a los cántabros. Lo mejor, sin duda ninguna, es que continúe el pacto. Es un programa progresista adecuado a las necesidades de la región. Y también es bueno porque tenemos en La Moncloa a un partido que es socio del PRC. Pero no voy a permitir otra situación de estas. Si vuelve a plantearse algo de esto ya no hay más que hablar y daría en ese caso por roto el Gobierno.
–¿Cree que el «no» de Mazón ha puesto en peligro la llegada de las inversiones a Cantabria?
–Espero que recapaciten y que hagan ver a los que van a gobernar España que Cantabria no va a tolerar ningún tipo de agravio ni represalia por lo que hemos hecho en conciencia. Siempre nos hemos guiado por un principio de coherencia. No se cómo no se daban cuenta con la cantidad de advertencias que hemos hecho al presidente Mazón y yo. A gente del PSOE de alto nivel. Sabían que la segunda cosa era imprescindible. El tema de ERC nos preocupa muchísimo. El ADN del PRC es Cantabria, España y progresismo. ¿Por qué en un momento determinado se llamó PRC y tuvo una escisión al comienzo y hubo quien planteó que fuera un partido nacionalista? Yo planteé que nosotros éramos la antítesis del nacionalismo. Todavía hay gente que no lo entiende. El que es nacionalista considera que su territorio es la nación. Eso es las antípodas del PRC. Quien crea que pronunciar la palabra 'España' es retrógrado… Para mí es progresismo. Progresismo es tener un país unido. Nosotros no nos avergonzamos para nada de decir que somos cántabros y españoles y creo que ese es el sentimiento mayoritorio en Cantabria.
Siguiente paso
Reconstruir puentes con el socio
El debate territorial
–¿Llegó a pensar que la salida del PSOE del Gobierno era una opción real o poco más que un farol?
–Yo creo que ha sido un calentón. Quizás valorando escasamente a quien le echaban el órdago. Quien me conozca, si hay algo que me provoca una reacción instintiva, es cuando alguien me presiona. Mi autoridad deriva de una coherencia que llevo practicando desde que estoy en política. Me ha costado tiempo. Imagina las presiones del año 87 cuando me dijeron que si no me repartía con otros el reino de Cantabria me iban a deshacer el partido al día siguiente. ¿Y qué dije? 'No es no'.
–¿Y tomar la iniciativa y firmar el cese de los cuatro consejeros socialistas por pérdida de confianza?
–Si no rectifican, claro. Primero he esperado a ver si lo hacían. Yo no he cambiado nada, ni he hecho ninguna concesión. Ya avisamos que votaríamos «no» si pasaba lo que ha pasado. Aunque hubiera llamado aquí el Papa, Trump y toda la corte celestial. El PRC actuó con coherencia y por unanimidad. Una vez que han rectificado... Rectificar no sólo significa quedarse. Hay que rectificar comportamientos que se han venido produciendo hasta ahora y que yo no voy a consentir. El respeto al presidente es algo sagrado. Mira mi trayectoria desde que estoy en el Gobierno. He sido vicepresidente con el PP dos legislaturas. Me gustaría que Sieso dijera si yo alguna vez le creé problemas o si fui leal absoluto. Por eso hay que firmar un documento. Consensuaremos un documento que no deje lugar a dudas.
–¿Qué le pareció el ofrecimiento de Pablo Casado de prestarle los votos del PP para garantizar la gobernabilidad en Cantabria?
–Se agradece. Él no me ha llamado. Otra cosa que dicen es que he tenido presiones. Me ha dolido muchísimo que hayan dicho que me ha llamado la señora Botín.
–¿Ha hablado con la presidenta del PP regional de este asunto?
–Tampoco. No me ha llamado nadie del PP de Cantabria. Sí Félix Álvarez.
–¿Qué le dijo?
–Que tengo todo el apoyo de los tres diputados de Ciudadanos. Le di las gracias, pero yo no he llamado a nadie. He estado unos días, naturalmente, barajando a ver qué podía pasar. He pensado desde el primer momento que no se iban a ir. Hay mucha gente que está aquí, que tiene aquí un puesto de trabajo... Pero en la cabeza tenía pensadas situaciones para el caso de que cogieran la puerta. Yo no puedo estar improvisando. En mi cabeza ya tenía preparadas una serie de cosas para que aquí hubiera un Consejo de Gobierno al día siguiente. Por si el PSOE se marchaba. A nadie le he ofrecido cargos, pero sí tenía nombres en la cabeza.
–¿Del PRC o de otros partidos?
–Incluso tenía pensado independientes, no gente del partido. De valía contrastada. No sé si me hubieran dicho que sí, pero sí los tenía en la cabeza por si acaso. Por otra parte, las opciones que tenemos, con este resultado electoral, garantizan la gobernabilidad por varias razones. Tenemos aprobado el Presupuesto y este año no hubiéramos tenido ningún problema. Con eso la gobernabilidad está garantizada. ¿Qué problema originaba esto? Aunque parezca increíble, los gobiernos en Madrid son bastante sectarios y Cantabria podía pagar el pato de esta situación. Eso hubiera sido grave. En ese caso ya había pensado una reacción dura y hacer mucha pedagogía. Las cosas justas hay que darlas independientemente de quien esté al otro lado.
–¿Qué tipo de reacción dura?
–Intentar una movilización en Cantabria de presión para que rectificaran en el caso de que se llevara a cabo. Me alarmaron. Espero que en lo que se firme queden claras esas declaración de Carmen Calvo, que manda mucho, en las que da a entender que va a haber represalias. No creo que les viniera nada bien tampoco a ellos. Yo tengo capacidad para explicar eso a través de la presencia en los medios. Para mí es sagrado que lo que se dice en las campañas se cumpla. En la última conversación que tuve con Pedro Sánchez le dije que somos un partido serio. Seguro que está dolido, que está cabreado. Le dije el motivo del «no». Hay otros partidos a los que les es muy fácil cambiar de la noche a la mañana. A nosotros no.
–En lo relativo al 'papeluco', ¿cuáles son los próximos plazos a los que el Gobierno regional está atento y qué pasará si el Estado no los cumple?
–Supongo que el documento que se vaya a firmar dirá que el Estado se compromete a que siga todo adelante. Si no es así ahí hay una crisis y no la va a crear el PSOE, sino el PRC. Sí tengo que decir que hasta ahora ellos han cumplido. Tengo que reconocerlo. Podíamos haber forzado incluso un poco más en algún tramo del tren entre Amusco y Alar del Rey y ya estaría licitado, pero había alguna pega con la afección a algún ayuntamiento. Se aplazan para últimos de enero o febrero. En dos meses, tendrían que aparecer las licitaciones de los tres tramos. Lo otro es la adjudicación de la obra de La Hermida, que está todo el papeleo hecho. Cumplieron con el enlace a Valderredible. Queda el tema de La Pasiega, porque también cumplieron lo del tren a Bilbao con la adjudicación de la redacción del proyecto. Pues vamos a exigir que se cumpla eso. No hemos ido a pasar la gorra y pedir más. Si damos el sí a Sánchez, seguro que nos hubieran prometido más, aunque no sé si se podría cumplir con todo lo que ha prometido a otros partidos.
–Cuando se reúna la comisión del pacto del bipartito, ¿el PRC quiere que venga literalmente cada compromiso y sus plazos?
–Sí, que se respete el acuerdo con Fomento. Hay que cumplir lo pactado. Era un trueque en unas condiciones que conocemos, las de junio, no las de ahora. La situación ha cambiado, pero no la necesidad de Cantabria de tener esas obras. Cuando se firman es porque lo analizan y les parecen justas. No hemos redactado el documento todavía, pero tiene que venir el compromiso de que lo firmado se cumplirá.
–El PSOE dice que el compromiso ya no existe porque con el «no» de Mazón se ha roto el pacto.
–Ellos también votaron a favor de ese acuerdo. ¿Alguien del PSOE no quiere un tren rápido con Madrid? ¿Alguno dice no a La Hermida? Estamos en una sintonía total. No estamos pidiendo nada que no tengan en su programa ni vamos a ser prepotentes ni sacar pecho en quién ha ganado en este órdago. Creo que se han equivocado y han calculado mal sus fuerzas. Si tú echas un órdago tienes que saber a quien se lo echas. Yo no acepto presiones de nadie ni soy un veleta. Cuando digo que el PRC es un partido previsible es verdad. Parece mentira que el PSOE no intuyese que jamás el PRC iba a votar un tema donde hubiese un papel así firmado con ERC. Ese documento no lo aprobamos por muchas carreteras o trenes que nos den. Igual que Pedro Sánchez defendió en su momento el «no es no», entenderá el «no es no» del PRC.
–¿El «no» puede pesar en el votante más progresista del PRC?
–Me da igual. Eso no es un problema, yo no lo pongo en la balanza. No actuamos en función de los votos. Son nuestros principios. Ni he hecho ninguna encuesta, ni sé cómo afectará.
–Imagine que el PSOE firma el documento y Fomento cumple los compromisos. ¿Cómo se reconstruye la relación entre socios?
–No soy envidioso ni rencoroso. Tengo una capacidad de perdón increíble. Lo de Juan Hormaechea conmigo fue increíble y luego, cuando ya no era nadie, yo era el único que le llamaba.
–¿Su socio de Gobierno, Pablo Zuloaga, tiene esas mismas virtudes?
–Espero que sí. Cuando esto se firme le voy a llamar y le voy a sentar. Y además de hablar, le voy a dar algún consejo porque tengo años para hacerlo. A mí con 77 años no se me puede presionar. Es muy grave pensar que puedo cambiar una decisión por una amenaza. No es lo mismo llevar en política cinco años que 40. Quiero tener con él una conversación y decirle que no comente cosas como las que le dijo a mi secretaria de Organización (Paula Fernández): «Tenemos un líder que es muy mayor». Le doblo en edad y en votos.
–¿Es Zuloaga un impedimento para la estabilidad?
–No, si cambia. Si admite que el presidente soy yo y que el PRC ha arrollado en las elecciones. Si acepta eso y respeta que el PRC no es acólito de nadie, y que los principios están por encima de todo. Él sabe que yo no trato de anular su personalidad. Al revés. Cuando he sido vicepresidente del Gobierno, siempre he sido leal al presidente. Y nadie podrá decir que he sido un cacique con mis vicepresidentas ni que quité protagonismo a Gorostiaga, una mujer con una trayectoria política impecable, o a Díaz Tezanos.
–¿Con ellas como vicepresidentas habría pasado lo que ha pasado?
–No, no, no. Habríamos hablado antes. Ellas habrían apoyado a Pedro Sánchez, pero también habrían respetado nuestra opinión. Son temas que nada tienen que ver con trenes ni carreteras. Igual que yo no me meto en las decisiones de otros partidos. Ojalá le salga bien esto a Sánchez. Ojalá me equivoque y Sánchez sea el nuevo Churchill de la política. De verdad que me voy en peregrinación si sale bien, pero tengo muchas dudas. Quiero hablar con Zuloaga. Incluso hasta le invito a comer en un sitio tranquilo para que escuche al mayor. Sánchez siempre me ha dicho que me escucha porque tengo sentido común.
–¿Qué es lo que más le ha dolido de todo lo que ha pasado estos días?
–Que esto contribuya a que la gente piense que la política es un cachondeo, que cada uno va a lo suyo y que se deteriore la imagen de la política. A partir del lunes no quiero que esto vuelva a ocurrir. Dos veces se puede tolerar, tres ya no porque entonces yo sería cómplice.
–Cuando el nuevo PSOE le obligó a cesar a Ramón Ruiz dijo algo similar, que no toleraría una segunda...
–Lo de Ramón me dolió porque es un hombre muy capaz. Me hubiera gustado tenerle en mi partido.
–¿Y que le ha parecido que desde Unidas Podemos hayan alineado al PRC con la extrema derecha?
–Tenemos un programa y una trayectoria bien conocida. ¿Qué tenemos que ver con Vox nosotros? A diferencia de otros, respetamos profundamente todas las ideas y a todos los que no quieren ser españoles, pero que cumplan como todos las leyes. Y la ley es la Constitución. Lo que más me ha indignado de todo es que sé que en la reunión PSOE-ERC lo primero que se dijo es que no podía aparecer en el documento la palabra Constitución. Eso lo sé.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.