«No toleraré esta actitud hostil de Madrid que empieza a ser permanente»

-¿Cantabria está preparada para posibles rebrotes?

-Por supuesto. Jamás hubiéramos tomado esta decisión de lo contrario. Si hubiera un rebrote tendríamos disponibles 620 camas y 82 respiradores con UCI. Es un margen. Y tenemos 450 profesionales más que antes trabajando. Claro que puede llegar, pero tampoco hay que apuntarse siempre a las tesis más pesimista. Otros creemos que el virus está, pero más leve. Los nuevos contagiados son leves y la mayoría ya no tiene que ir a Valdecilla. En abril el 50% iba al hospital. Hay que convivir con el bicho. Hay que producir. Hay gente que dice que mientras haya ERTE, pensiones, ingreso mínimo... Eso dura lo que dura y podemos originar una catástrofe económica mucho más dañina.

-¿Le molestó que el consejero de Sanidad rechazara la apertura de la movilidad el 15 de junio, como era su intención?

-Qué va. Yo podía haber tomado la resolución. Pero soy medianamente sensato y había un informe que pedía prudencia. También se lo dieron al lehendakari. Ahí fuimos de la mano. Por otra parte, eran cuatro días que no eran fin de semana y tomamos la resolución de hacerlo el 19 de junio en vez del 21 como en el resto de España. Sanitariamente no es un problema adelantarlo dos días. No creo que los alemanes que llegan a Baleares desde principios de semana supongan menor riesgo que esto. Quiero felicitar al consejero de Sanidad por su buena gestión. Ha estado volcado día y noche.

-Galicia planea aislar poblaciones en caso de que haya rebrotes. ¿Hará Cantabria lo mismo?

-Sí lo tenemos previsto. Acabamos de firmar el decreto, pero si vemos que hay un rebrote, tendremos que tomar medidas e incluso dar marcha atrás en la 'desescalada' si hay una situación alarmante. Pero tenemos que acostumbrarnos a que todos los días habrá alguien contagiado. En la medida en que no corra riesgo la atención a los ciudadanos, hay que soportarlo y esperar que sean pocos. E insistir en guardar las normas que todos sabemos de sobra.

-Los hosteleros avanzan pérdidas, pero las previsiones de ocupación son buenas. ¿Cómo cree el Gobierno que será el verano?

-Tengo la impresión de que vamos a tener un extraordinario verano. Excepcional. También me he encargado yo de ir por todos los platós. En Telemadrid dije el otro día que claro que admitimos a los madrileños. Yo estoy en contra de hablar de fronteras y diferenciar entre territorios porque el que ahora está muy bien mañana puede estar muy mal. Adelantarlo dos días es un acto simbólico que proyecta la imagen de que somos una región segura. Y hay que correr riesgo, porque parar la economía es mucho más grave que el covid. Yo estoy en la obligación de tirar para adelante. Y si después me cae encima, me cae encima.

-Hacienda ya ha publicado el criterio de reparto del fondo no reembolsable por el covid-19 y no beneficia a la región.

-Es absolutamente injusto. El reparto no responde a lo que hasta ahora regía, que es la Ley de Financiación, que dice que cuando hay unos recursos deben repartirse en función del coste efectivo de los servicios. Han valorado quién ha tenido más enfermos sin valorar que igual otros teníamos menos porque hemos gastado más. Y luego el reparto en educación es impresentable al hacerlo por habitante. Es injusto y no me lo pueden rebatir. En una pantalla es más difícil, pero habrá un momento que tenga a Sánchez delante y le explicaré la injusticia que se ha cometido.

-Parece que el primer tramo del fondo llegará en julio.

-Cantabria aún no ha recibido ni un euro de nadie. Los costes se nos han disparado. Se aproxima a los 500 millones y seguimos recibiendo noticias desalentadoras e injustas como la de Valdecilla.

-¿Se ha molestado más con Madrid por el reparto del fondo de Hacienda o por el recurso a la sentencia de Valdecilla?

-El recurso es una puñalada, un acto de hostilidad a Cantabria. Esto marca de forma muy sensible mi concepto del Gobierno de España. No es sólo el dinero, es no acatar la sentencia para que nos llegue cuanto más tarde mejor.

-¿En qué se va a traducir ese sentimiento de agravio?

-En que voy a ser muy hostil con ellos. Puede tener consecuencias.

-¿Consecuencias en Madrid o en Cantabria?

-En Madrid. Yo imagino que estén de acuerdo conmigo estos señores (Zuloaga y el PSOE regional). Como he dicho, tienen un poder en Madrid escaso. Estoy seguro de que no hubieran recurrido una sentencia a Euskadi y Cataluña. Lo hacen con Cantabria porque somos los que somos. Aquí hay un presidente que no va a tolerar ese tipo de actitudes de hostilidad que empiezan a ser permanentes.

-¿Cantabria va a cambiar su lista de reivindicaciones al Estado por el covid-19?

-Nada. Es más. Yo le he dicho al presidente que frente al coronavirus, obra pública. Es lo que más empleo genera y es un activo que queda permanente. Ahora es el momento que menos necesario sería hacer recortes en inversión pública. De las cosas que he venido reivindicando en las conferencias de presidentes, ni una se ha cumplido. Además de una sentencia de Valdecilla, que no deberían recurrir porque no es contra ellos, sino contra el Gobierno del PP, tampoco nos pagan los 45 millones del IVA, que también reclamaremos por la vía judicial. Y lo más increíble es obligar a los ayuntamientos a congelar 450 millones. Ese dinero, adjudicando pequeñas obras de infraestructuras, generaría un empleo brutal. Ahora está al 0% en los bancos.

-Cada vez que tiene ocasión, el PP le ofrece apoyo si decide romper el bipartito. ¿Qué le sugiere?

-Efectivamente se tienen que dirigir a quien ha ganado las elecciones en Cantabria, pero también tienen que comprender que ahora mismo hay un pacto y yo no veo ninguna razón para romper. Aunque puede llegar un momento en que todos estos pequeños detalles se consagren en una hostilidad presupuestaria desde Madrid y no se cumpla nada de lo que han firmado. Hasta ahora, dicen que lo van a hacer todo.

-¿Qué ayuda más a mantener unido el bipartito, el pacto firmado en Cantabria o que haya un Gobierno del PSOE en La Moncloa?

-Lo ideal es que el Gobierno de la comunidad esté en sintonía con el de España. Pero si ese Gobierno no tiene sintonía con la comunidad, ¿qué más da qué partido sea? Lo que aquí se va a poner sobre la mesa pronto es lo que ha firmado y qué reflejo tiene. Pero estamos viendo unos detalles...

-Parece que al mismo tiempo que se enfría su relación con Sánchez mejora el entendimiento con Urkullu. ¿En qué se puede materializar?

-Hay que llevarse bien con todos, pero indudablemente la relación con Euskadi es fundamental. Hacia allá está Europa, el valle del Ebro y las conexiones ferroviarias que van a llegar en año y medio. Es bueno tener el apoyo de Euskadi que tenemos. Ahora se va a reforzar esa unión con una conexión ferroviaria Santander-Bilbao, que se adjudicará en un mes, espero, y donde ellos van a presionar. Es importante que estemos en sintonía en temas comunes. El PNV tiene seis diputados y con el nuestro sumamos siete. Ya es una fuerza importante en el Parlamento.

-¿Le gustaría que Urkullu repitiera de lehendakari, como parece que ocurrirá? El PRC ha sido muy crítico con el nacionalismo y su capacidad para condicionar la política estatal.

-Nosotros no criticamos el nacionalismo, aunque no lo compartimos. Éramos duros con un Gobierno vasco, en la época de ETA, porque entendía que no era suficientemente beligerante en la lucha contra esa lacra que costó mil vidas y que en Cantabria tuvo 72 bombas y un montón de muertos. A mí me interesa mucho tener una buena relación con Euskadi después de años terribles en los que ni nos hablábamos. Ibarretxe no se dignó jamás llamar por teléfono para condenar un atentado de los muchos que tuvimos en Cantabria. Ahora hay un lehendakari muy sensato. Tenemos que intentar que la deriva nacionalista vasca siga por ahí en comparación con la catalana. Urkullu es un hombre con los pies en el suelo que no renuncia al soberanismo, pero sabe que este estatus actual del País Vasco le viene bien a él y a los demás. Esta imagen de entendimiento es buena hacia España: dos territorios que discrepan sobre lo que es España, pero que tienen intereses comunes innegables.

-El coronavirus ha ocultado estos meses otros asuntos como la investigación judicial al rey emérito. ¿Es partidario de una comisión de investigación en el Congreso?

-Nosotros todavía no nos hemos pronunciado porque no estamos en la Mesa del Congreso. En el caso de que llegue el tema al Parlamento de España, el PRC va a votar a favor de esa investigación. Por encima de la ley no debe haber nadie. Sabemos que el rey es inviolable, pero ha podido cometer desvío de fondos después de dejar de ser rey y los delitos fiscales conllevan cárcel. Qué menos que investigar... Saldríamos de dudas sobre el patrimonio del monarca.

-¿Le ha decepcionado?

-Absolutamente. No he vuelto a tener ningún contacto con él.

-¿La crisis le ha motivado más para continuar la legislatura o le hace replantearse su futuro?

-Lo único que puedo decir es que estoy muy fuerte.

-¿Más que antes?

-Yo esto no lo hubiera deseado nunca ni podía imaginarlo, pero en estas situaciones es cuando uno se pone a prueba y ve si es capaz de responder. Si tu ves mi agenda... He aguantado perfectamente durmiendo seis horas. He tenido preocupación, pero no insomnio. No paro. No dejo de ir a las televisiones para promocionar Cantabria, con el riesgo de que después pase algo y me pongan en la picota y me echen en cara la que he organizado.