Toneladas de solidaridad con Ucrania

Está previsto que el primer camión, de la empresa GEXA, con sede en Guipuzcoa, parta este viernes para Ucrania desde Santander, pasadas las cuatro de la tarde, con 33 palés colmados de todo tipo de productos. «Hay un chófer que es ucraniano y que va a salir de Irún por la mañana y que descargará en El Astillero. Luego irá a Santander y allí volverá a cargar para viajar luego hasta Hungría, donde está el centro logístico que recibirá todo este material», confirma Iñaki Gangoso, responsable de la firma de transportes que trabajará de forma gratuita.

Decenas de ayuntamientos cántabros mandan a Santander furgonetas cargadas de material, también asociaciones y particulares. Todo ha de clasificarse, empaquetarse y almacenarse. Cada palé sostiene una montaña de más de dos metros de cajas ce cartón repletas.

Todo está precintado con cinta aislante y un cartel clasifica cada carga: A1 para medicinas; A2 para productos de higiene; A3 para pañales y A4 para alimentos. «Necesitamos montarlo todo bien y nos está llevando mucho tiempo. Nos faltan manos porque estamos contando con voluntarios, tanto ucranianos que viven en Cantabria como santanderinos;pero claro, no son profesionales», explica Kateryna Lyubnytska, que organiza a unos cuarenta personas que se han presentado en el lugar con la mejor voluntad para ayudar.

Dice que sobra ropa, y que mucha está en muy mal estado. «Es una pena porque mandan muchas cosas que no vamos a poder enviar, porque ocupa mucho espacio en el camión y no podemos sustituirlo por medicamentos o alimentos. Además, es que a veces está muy deteriorada y en Sanidad nos exigen que esté desinfectada», aclara. Mucha de esa ropa vieja está acumulada en bolsas de basura y probablemente no parta nunca para Ucrania.

Sin embargo faltan patatas. «Los españoles sois mucho de legumbres y de eso nos sobra; pero los ucranianos somos mucho de patatas, y no llegan porque la gente debe pensar que es un producto perecedero, pero no es así», explica.

Unos 20 trabajadores de protección civil ayudan en la logística y tratan de conseguir más palés para el almacenaje: «No pensábamos que iba a llegar tanto material, ha sido algo extraordinario. Todos los ayuntamientos se han sumado», cuenta Carlos García Pereda. La Policía Local vigila los almacenes por las noches y se apoya en las cámaras de seguridad. Adentro, el trabajo es frenético, pero la sensación es reconfortante para los ucranianos: «Esta respuesta, esta solidaridad, no se me va a olvidar nunca. Lo que han hecho los cántabros y los españoles es maravilloso. Estaré siempre agradecido», afirma Husar.

De forma paralela, el Gobierno de Cantabria también ha habilitado la planta cero del edificio de Sodercán, en el Parque Tecnológico, para recoger todo tipo de productos con destino a Ucrania en horario de ocho de la mañana a siete de la tarde.