Secciones
Servicios
Destacamos
La buena disposición mostrada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, a la cesión permanente del edificio de la Residencia Cantabria y su finca anexa, con la única condición de que su futuro uso tenga relación con el ámbito ... de la sanidad, ha dado inicio a una tormenta de ideas en el Gobierno regional, que a partir de ahora debe empezar a dar forma al proyecto a desarrollar en este espacio.
Hasta el momento, según explicó el presidente Miguel Ángel Revilla, existe un «estudio preliminar», elaborado en colaboración con la Universidad de Cantabria, para la puesta en marcha en esa localización de un Centro de Integración Biomédica. Se trataría, según el jefe del Ejecutivo, «de hacer una ampliación sobre la base de la biomedicina y los aspectos investigadores» que complementaran «el conglomerado que ya tenemos con el Hospital Valdecilla, el Idival, el Ibbtec y la Facultad de Medicina». Todo ello, aseguró, «haría de Cantabria una potencia en tema sanitario».
En cualquier caso, Revilla insistió en que todo se encuentra en una fase inicial, a la espera de conocer el estado real del edificio, propiedad de la Seguridad Social, para conocer cuál ha de ser el punto de partida de todo ese trabajo.
Noticia Relacionada
«La importancia de la visita del ministro ha sido constatar la disposición del Gobierno central a trabajar con nosotros y dar un nuevo uso al edificio, si se puede, y a la finca», explicó el vicepresidente regional y consejero de Universidades, Pablo Zuloaga. El abanico de posibilidades que se abre es amplio, «desde la investigación y la gestión hasta las iniciativas empresariales» vinculadas a la sanidad desde el ámbito público. El Idival, el Hospital Virtual, la unidad de protonterapia o la propia Universidad, dijo, son ejemplos del desarrollo de la actual Ley de Ciencia, que podrían marcan la línea del trabajo a realizar a través de este nuevo proyecto. «Hemos constatado esa disposición del Ministerio a que se dé un uso sanitario a ese espacio, sin que eso suponga estrictamente habilitar allí quirófanos o habitaciones de hospital. Supone una apertura de oportunidades, desde la ubicación de una sede administrativa del Gobierno a la implantación de nuevos estudios de la Universidad, la ampliación del Idival o un nuevo laboratorio de investigación», reflejó Zuloaga.
Miguel Ángel Revilla
Presidente de Cantabria
Pablo Zuloaga
Vicepresidente de Cantabria
Pero antes de que llegue el momento de tomar una decisión es preciso saber con qué se cuenta, de ahí que el vicepresidente haya asumido la responsabilidad de encargar un informe para saber qué ha de hacerse con la construcción actual. «Tenemos por delante un estudio de la viabilidad del edificio, de su calidad estructural, y un informe de beneficios/costes que vincule si es mejor mantenerlo en pie y rehabilitarlo o echarlo abajo y hacer una proyección de cómo deberá ser esa zona en el futuro», detalló.
La visita que efectuaron el miércoles a la Residencia Cantabria Escrivá, Revilla y Zuloaga sirvió para que cada cual se hiciera una idea sobre las posibilidades del edificio, cerrado y sin uso ni mantenimiento desde hace años. La impresión del presidente es que se encuentra «en un estado muy malo». «Posiblemente no tenga posibilidad de reconstrucción: tiene aluminosis, materiales contaminantes, ya hay algún desconchamiento interior... Lo que está claro es que en algún momento habrá que tirarlo, porque puede llegar a ser un edificio en ruinas peligroso», explicó ayer al respecto.
A Zuloaga, en cambio, la conservación de la Residencia le llamó la atención «de forma favorable». «En el interior no se ven grandes problemas de humedad, pero lo que hay que comprobar es si la estructura metálica del edificio está comprometida o no, y valorar la actuación más conveniente», señaló.
La Residencia Cantabria, clausurada hace casi seis años -en mayo de 2016- por las deficiencias del edificio, ha sufrido un progresivo y constante deterioro desde entonces. Durante este mismo año el Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha acometido una serie de trabajos de urgencia para asegurar las partes en peor estado de la construcción, como el corredor que comunica la Residencia con el pabellón en que se encuentra la Gerencia del SCS, que hubo de ser apuntalado.
El Servicio de Obras del Ayuntamiento de Santander ya advirtió del riesgo para la seguridad de las personas que se aproximaran al edificio, tras el desprendimiento de placas cerámicas de la fachada.
El informe redactado por el equipo municipal señalaba igualmente problemas de fijación de la red de protección instalada ante la posible caída de paneles de aluminio en las últimas plantas de la zona noroeste. También apuntaba a las deficiencias en el vallado perimetral del edificio, con el que se pretendía evitar el acceso no permitido al interior e impedir que se repitieran los episodios de saqueo que ya se han registrado anteriormente. Precisamente la entrada de intrusos obligó a vaciar por completo todo el edificio para minimizar todo lo posible el riesgo de que se produzcan incendios.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.