

Secciones
Servicios
Destacamos
Llegan las imágenes a los móviles, y a medida que se viraliza la envergadura del desastre, Cantabria asiste a su hundimiento con la vista en ... los partes meteorológicos. Los coches parecen juguetes en una bañera y donde antes hubo una plaza, una curva, portales de casas por donde entraban y salían vecinos, ahora sólo se ve una corriente de agua oscura que se mueve con violencia. Cantabria está inundada, y hay un miedo familiar en los ríos sobrepasando su cauce o en las montañas vomitando argayos. Esta vez, el temporal ha colocado a cinco localidades de la región con la mayor precipitación acumulada de España, según Aemet: Fuente Dé (Camaleño) con 70,6 litros por metro cuadrado, Bárcena Mayor (57,2 litros); San Felices de Buelna (46,8 litros); Villacarriedo (41,6 litros) y en Tresviso, 37,6 litros. Hay algo familiar, como si la misma tormenta siempre volviera con su amenaza de anegarlo todo.
Una cosa son las trombas de agua puntuales que cada año dejan índices colosales de precipitación e inundaciones, como ocurrió el pasado verano en Santillana del Mar, donde el goterón frío dejó 60 vehículos bajo el agua, y otra cosa bien distinta es el efecto de una tormenta sinfónica como la que se tiene que dar para que la región quede sumergida bajo ríos, torrentes y lodo. Según el documento 'Estudio de inundaciones históricas', adjunto al plan Inuncant y que recopila los datos desde 1581 hasta 1983, en Cantabria ha habido 26 incidentes de esta índole.
En 1978, hubo dos muertos por el desbordamiento del río Asón, tras registrar en la zona oriental de la región 98 litros por metro cuadrado, según el entonces Observatorio Meteorológico de Santander. Sin embargo, la peor catástrofe llegó unos años después, en 1983, con cuatro muertos, tres de ellos en la zona de Renedo de Piélagos, totalmente arrasada por la crecida del Río Pas. Aquella inundación dejó pérdidas por valor de 10.000 millones de las antiguas pesetas, y se cebó no sólo en Renedo sino también en localidades como en Luena y Vega de Pas; y en la zona orienta, con el Asón desbocado por las cuencas. Aquel agosto, más de doscientas de personas fueron evacuadas de sus viviendas o quedaron aisladas, pero hay que recurrir al dato para comprender lo que entonces se vivió: el temporal llegó a dejar en apenas 24 horas más de 350 litros por metro cuadrado, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, y basta con los datos de ayer, jueves, para calibrar el desastre de aquel año: Vioño, 147 litros por metro cuadrado; el faro de La Magdalena, 166; Puente Arce, 166; Mogro 150 o Parayas, 134.
La ciclogénesis 'Mischka' ha sido la última en poner en alerta roja a la región. Sucedió en 2015, y en Soba, Ramales y Villacarriedo se recogieron más de cien litros de agua por metro cuadrado. Entonces, más de 500 efectivos trabajaron para paliar los efectos devastadores, con más de media docena de argayos, desprendimientos y casas asoladas por el lodo cuando el agua se retiró.
Según el estudio de Inuncant (Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones, en vigor desde 2010), 22 inundaciones fueron por avenidas y riadas (la causa más repetida con un 84,70% del total). Estas inundaciones fueron potenciadas por la lluvia y en alguna ocasión por la insuficiencia de drenaje.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.