Tráfico destaca la efectividad de la cartelería 'antikamikaze'

Así denomina la DGT a los Conductores en Conducción Contraria, que desde que la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento comenzó a reforzar la señalización de dirección prohibida en todos los ramales de las autovías regionales (la A-67 y la A-8), en 2017, han provocado dos accidentes mortales y, que sepa la Guardia Civil, nueve incidencias más.

Los dos percances de mayor gravedad se han registrado en la A-8. Uno el 12 de enero del año pasado y otro el 6 de abril del actual.

El primero se produjo a la altura de Caviedes, en dirección a Asturias, donde un turismo que circulaba en sentido contrario chocó de frente con otro que lo hacía correctamente. La colisión, brutal, dejó tres fallecidos; el conductor del primero, un hombre de 38 años de edad, y el conductor y la pasajera del segundo, de 26 y 24 años.

Y el segundo se registró a la altura de Hoznayo, en dirección a Santander, donde un turismo que circulaba en sentido contrario se empotró con otro que circulaba bien. El impacto provocó la muerte del conductor del primer automóvil, un hombre de 84 años de edad que pudo sufrir una bajada de azúcar, y heridas graves al conductor del segundo, en el que viajaban además una mujer y un menor que resultaron heridos leves.

Además de estos dos siniestros, la Dirección Provincial de Tráfico tiene apuntados otros nueve posibles casos en los que parece cierta la circulación de un vehículo en sentido contrario.

En 2018 hay constancia de seis. «En uno de ellos llegó a producirse una colisión, si bien no hubo heridos de consideración», dice Tolosa. Y en lo que va de 2019 la hay de tres. «En uno de ellos el automovilista no llegó a incorporarse porque se lo impidieron otros conductores», recuerda el jefe provincial de Tráfico, que está convencido de que en la mayoría de estos incidentes la causa de la incorporación a la autovía de forma indebida se debe a un despiste o a un error y de que sólo en casos excepcionales ello se debe a la ingesta de bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes.

Despistes o errores que Tráfico intenta evitar que se vuelvan a repetir articulando diversas medidas –la instalación de cartelería 'kamikaze' entre ellas– y, al tiempo, apelando a la sensatez de los usuarios de las autovías.

Y es que, para Tolosa, las consecuencias que puede acarrear una situación tan comprometida como esta dependen en parte, en buena parte, del comportamiento de los conductores que se vean involucrados, bien por descubrirse a sí mismos circulando en dirección contraria bien por cruzarse con alguien que lo está haciendo.

En el primero de los supuestos, y aunque todo depende de las circunstancias concretas de cada caso, «el conductor implicado deberá detener el vehículo lo antes posible, preferentemente en un tramo recto y con una buena visibilidad, intentando separarlo lo máximo posible de los carriles de circulación; dar aviso a los servicios de urgencias (112 ó 062); señalizar el peligro mediante las luces de emergencia, evitar deambular por la carretera y no intentar nunca tratar de dar la vuelta al vehículo».

Y en la segunda de las hipótesis, en la que el tiempo de reacción puede desempeñar un papel vital, sólo caben la pericia y la serenidad. «Durante la circulación nocturna, la utilización del alumbrado en ráfagas para avisar de su error al conductor que circula en sentido contrario puede provocarle deslumbramiento y empeorar la situación», avisa Tolosa, que, por otra parte, advierte de que un frenazo brusco «podría provocar un accidente con otros vehículos que circulen detrás». Lo recomendable, dice al respecto el director provincial de Tráfico, es «salirse de la vía de forma paulatina hacia el arcén, activar las luces y avisar a 112 o 062».

2016: 28 de agosto.Kilómetro 184 de la A-67: un muerto y un herido grave.

2017: No se contabilizaron.

2018:12 de enero.Kilómetro 252 de la A-8: Tres muertos.

2019: 6 de abril.Kilómetro 197 de la A-8: un muerto y un herido grave.

2018: Seis casos conocidos. En uno, registrado en la A-8 (a la altura de Santullán), se produjo una colisión sin heridos de consideración.

2019: Tres casos conocidos. En uno, registrado en la A-67 (a la altura de Sª Cruz de Bezana), el conductor no llegó a incorporarse al impedírselo otros usuarios.