Trafico inicia en Cantabria una campaña contra las distracciones al volante, causantes de 2 de cada 3 muertes

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha hoy una campaña de vigilancia y concienciación de los peligros de las distracciones al volante, que son la causa de dos de cada tres muertes en accidente, que en Cantabria contará con la colaboración de víctimas que han sufrido lesiones medulares.

Según la DGT, las distracciones al volante son la primera causa en el 33 por ciento de los accidentes mortales, por delante de la velocidad (29 %) y del alcohol (26 %).

La Jefatura Provincial de Tráfico en Cantabria ha invitado a sumarse a todos los municipios que cuentan con Policía Local, para que desarrollen esta campaña, que se prolongará hasta el domingo, día 23, en sus ámbitos de actuación.

El delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, ha llamado a los cántabros a «tomar conciencia de los peligros cuando nos ponemos al volante», ya que «cualquier pequeña distracción puede tener un fatal desenlace o postrarnos en una silla de ruedas, tanto a nosotros mismos como a terceras personas».

Zuloaga ha instado a los conductores de Cantabria a «evitar la tentación de contestar esa llamada o ese mensaje que siempre son urgentes« porque »más urgente es llegar a nuestro destino sin sufrir un accidente o causar daños a terceros por algo que puede esperar«, ha afirmado en un comunicado.

En Cantabria colaborarán de forma voluntaria en la campaña víctimas de accidentes de tráfico con lesiones medulares, pertenecientes a la Asociación de Personas Educadoras y Monitoras de Educación Vial (Apemev). Los voluntarios se acercarán al vehículo retenido para trasladar el mensaje de la campaña y demostrar las consecuencias de los actos imprudentes.

En otras comunidades esta colaboración será realizada por voluntarios de ASPAYM.

Según la DGT, la evidencia disponible indica que el uso del teléfono móvil durante la conducción aumenta entre tres y cuatro veces el riesgo de colisión.

Marcar un número de teléfono móvil, responder a una llamada, leer o contestar a un «whatsapp», manipular el navegador o utilizar las redes sociales supone apartar la vista de la carretera durante un tiempo, en el que el vehículo circula sin control y pueden surgir circunstancias que provoquen un grave accidente, explica.

Tras un minuto y medio de hablar por el móvil, incluso con manos libres, advierte, el conductor no percibe el 40 % de las señales, su velocidad media baja un 12 %, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar.

Según la Encuesta sobre Actitudes de los Usuarios de la Vía, realizada en 38 países, el 56 por ciento de los conductores españoles reconoce que ha hecho uso del manos libres, frente al 51 por ciento de la media europea. Y un 35 por ciento admite que lo ha hecho con un móvil «sin manos libres».

Un porcentaje similar (36 %) reconoce que ha leído mensajes de texto alguna vez en el último año y el 26 % que los ha enviado.