al tran tran

Si continuamos empecinados en que aquí no pasa nada, aparte de marcharse nuestros hijos, a nuestros nietos ya ni les conoceremos. Mi discurso es machacón y para algunos dirigentes puede que cansino aunque no falto de interés. Si somos incapaces organizando planes de trabajo para los próximos años es que no somos nada y el electorado es entendible que diga que pase el siguiente, si es que para entonces queda alguno.

Miren, el proyecto del túnel de La Engaña no gusta ni al propio consejero señor Mazón; al menos es lo que trascendió de la reunión a tres bandas con el ministro De la Serna y el presidente Revilla, empeñado en sacar adelante un paseo de hora y media por un túnel de dudoso atractivo que cuenta además con la maldición del sector izquierdista por haber sido construido por presos políticos en la época del dictador, un añadido más dentro de la Memoria Histórica, supongo.

El otro proyecto avanzado para la próxima legislatura es la mina de zinc, ‘un dorado’ tal y como lo presentan, porque tengo una duda razonable: el nulo interés de sus propietarios para la nueva explotación, aunque la aventura merece un margen de confianza.

Y lo último en llegar con cruce de declaraciones entre Madrid y Santander es el retomado proyecto del polígono de La Pasiega. Desde 2006 hasta 2017 ha pasado un tiempo precioso para haber gestionado este plan, pero no. Ha tenido que retomarse un año antes de las elecciones, evitando así una legislatura vacía de grandes contenidos. Esto es lo que traen las prisas de última hora.