Las tres cántabras atrapadas en Madeira vuelven a España: «Ha sido agotador»

Las jóvenes, que tenían previsto regresar en un primer momento durante la tarde del viernes, se vieron entre los cientos de afectados atrapados en el aeropuerto por el incendio forestal que se originó el miércoles pasado en la isla portuguesa de Madeira y provocó la anulación de numerosos vuelos. Después de casi tres días, este domingo les dieron una solución para poder regresar a España y abandonar el archipiélago portugués, a través de un vuelo nocturno a las 20.30 horas con dirección a Barajas.

«Hemos llegado a Madrid pasada la medianoche, hemos cogido los coches que teníamos en el aparcamiento y nos hemos venido hasta Reinosa. Una travesía hasta las cuatro y media de la mañana y teniendo que ir a trabajar el día siguiente algunas de nosotras. Hemos intentado pedir medio día de descanso o la opción de teletrabajar, para llevar este lunes con un poco más de tranquilidad porque realmente este domingo fue un día de locos. Estuvimos todo el día prácticamente en el aeropuerto, esperando a que nos dieran alguna solución y finalmente, pasado el mediodía, nos confirmaron que saldría un avión a última hora de la tarde», ha explicado García.

Pese a todo, el escepticismo de volver este domingo era evidente entre las afectadas, sobre todo por las pocas soluciones que han tenido durante estos días. «Realmente no éramos muy positivas en un primer momento, porque es cierto que se estaban cancelando aún algunos vuelos y que Iberia tampoco suele hacer estas cosas de enviar un avión para recoger a pasajeros, pero finalmente lo han hecho. Así que el balance es hemos pasado tres días agotadores en el aeropuerto, con mucha incertidumbre, sobre todo, y también poniéndote en la piel de otros pasajeros que han perdido vuelos a otros sitios, vuelos que quizá hacía incluso años que estaban esperando hacer y sientes mucha impotencia porque estás totalmente desprotegido».

Las cuatro atrapadas notaron poco apoyo institucional del Gobierno central: «Nos pusimos en contacto con la embajada de España en Madeira y no hubo ningún apoyo, ninguna comprensión, ni empatía a lo que nos estaba pasando. Ha sido a través de nuestra presencia en los medios y en las redes sociales cuando de verdad hemos tenido impacto y un eco suficiente para que la propia Iberia tomara decisiones y nos pusiera un avión para regresar a España».

Lo que tenía que ser un fin de semana pensado para descansar, se ha convertido en todo lo contrario. «Yo me había organizado para descansar durante el fin de semana antes de empezar a trabajar. Pero muy lejos de eso, ha sido casi todo lo contrario».

El descontento de los afectados, las pocas soluciones y el caos -en algunos momentos- se apoderó del Aeropuerto Internacional Cristiano Ronaldo. «La situación en el aeropuerto era bastante caótica. Había muchísima gente afectada por las cancelaciones, además de la sensación de mucho calor que se vivía y que no había suficientes colchonetas para dormir todos, era algo que no ayudaba. El último día nos dieron sillas, pero aún así eran totalmente insuficientes», apuntaba.

Las personas con mayor vulnerabilidad como niños y mayores fueron los que peor lo pasaron durante tantas horas: «Había niños llorando, personas que necesitaban medicinas que no las tenían y que tuvieron que buscarse un poco la vida, irse hasta farmacias. Lo que significa pagar a un alto coste las medicinas, que luego probablemente se lo devuelvan, pero que de momento han tenido que pagar de su bolsillo». Una situación a la que se enfrentaron sin esperarlo durante las vacaciones: «Al final son inconvenientes a los que tienes que hacer frente sin haberlo buscado y tienes que gestionarlo de la mejor forma».