Cuatro incendios forestales permanecen activos en Cantabria

Cuatro incendios forestales permanecen activos en la tarde de este miércoles en las zonas altas del Pas, Pisueña y Asón. Concretamente, uno se localiza en Arrendondo, activo desde la pasada Nochebuena, dos en Selaya y uno más en Vega de Pas.

Así lo ha señalado, en un comunicado, el Gobierno de Cantabria, que ha detallado que desde las 19.00 horas del martes, se han registrado diez nuevos focos que han sido controlados por los equipos de extinción de incendios de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación.

En lo que va de diciembre se han provocado en Cantabria 83 incendios, 57 en la última semana, la mayor parte en zonas de pasto y matorral que se han controlado gracias a la intervención de los medios del Gobierno regional, según datos del Gobierno.

La Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Medio Rural mantiene la alerta máxima mientras persistan las actuales condiciones meteorológicas, con previsión de viento sur en toda Cantabria salvo en las comarcas de Liébana y Campoo. El operativo está compuesto por 89 guardas, 28 cuadrillas forestales, seis emisoristas y dos ingenieros forestales.

Las previsiones meteorológicas son la continuidad del anticiclón en las próximas horas, con tiempo soleado y sin viento, condiciones que de mantenerse implican que el riesgo de propagación de los incendios activos «no sea elevado».

El director general del Medio Natural, Antonio Lucio, ha explicado se trata de áreas de «muy difícil» acceso para los medios terrestres y sin posibilidad de llegar con las autobombas, por lo que en esos casos la actuación se limita a la vigilancia por si fuera preciso intervenir en caso de cambiar las circunstancias de propagación o afección de zonas arboladas.

Lucio ha solicitado la colaboración ciudadana para evitar cualquier práctica de riesgo y ha recordado que, en caso de que los técnicos lo consideren adecuado, podrán autorizarse quemas controladas en zonas concretas.

Por ello, ha insistido en que no está justificado provocar incendios que suponen, según ha recordado, «un riesgo» para los trabajadores públicos que intervienen en su extinción y que pueden llegar a ser también una «amenaza» para valores ambientales muy relevantes y para la seguridad de las personas, por ejemplo, desprendimientos de piedras en las carreteras.