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Consuelo de la peña
Domingo, 17 de noviembre 2019
La formación de Gobierno se ha complicado más que nunca. La enrevesada aritmética parlamentaria no da al PSOE el fuelle necesario para convertir a Pedro Sánchez en presidente, al menos de momento. Las dos opciones más realistas son muy complejas. Una primera, que está actualmente ... en el tablero, es similar a la que estuvo a punto de salir en julio, y requiere el apoyo de PNV y otras formaciones pequeñas más de la abstención de Esquerra Republicana, partido atrincherado de momento en el no a Sánchez. La otra, pasa por la abstención del PP, que algunos barones demandan, pero necesitaría el voto a favor de los 10 escaños de Ciudadanos.
Mientras el presidente en funciones deshoja la margarita, en Cantabria no hay sorpresas y la postura de sus cinco parlamentarios nacionales es clara: los dos diputados del PP y el de Vox se mantienen en el bloqueo al líder socialista, en sintonía con los postulados del partido; el representante socialista cierra filas con su jefe, y el regionalista, el único que no tiene 'dueño' en Madrid, ya ha adelantado su disposición a apoyar la investidura en ciernes.
La última contienda electoral dio un vuelco al panorama político regional. Los populares superaron la debacle del 28 de abril y ganaron las elecciones y arrebataron un escaño al PSOE; Ciudadanos desapareció del mapa, y Vox irrumpió con fuerza con un diputado. Pero, a nivel nacional, las urnas arrojaron un resultado muy similar al del pasado 28 de abril. Sánchez volvió a imponerse –aunque con tres escaños menos– mientras el bloque de la derecha acortó distancias. No obstante, ahora sí, parece que PSOE y Unidas Podemos gobernarán juntos España después de que, en menos de 48 horas, sus líderes firmaran un preacuerdo, aunque necesita de muchos apoyos en un contexto de gran atomización parlamentaria tras el 10-N.
Los cinco diputados cántabros sólo coinciden en una cosa: en que, esta vez sí, habrá investidura y Gobierno, aunque tanto el PP como Vox le auguran un recorrido muy corto. Diego Movellán (PP) se suma a la idea que su partido ha marcado en este proceso. «Para este viaje no hacen falta alforjas», frase repetida hasta la saciedad por los populares después de que la lanzara su jefe de filas, Pablo Casado, la noche electoral. «¿Votar la investidura de Sánchez? Ni antes ni ahora ni después, porque somos la alternativa de Gobierno y tenemos diferentes formas de gobernar. Sánchez ha llevado al país a una parálisis y una inestabilidad que nos podíamos haber ahorrado», señala, en contra de la opinión de algunos barones del PP partidarios de una «gran coalición» con los socialistas. Así lo ha propuesto el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez-Feijóo, que esta semana ha hecho un llamamiento a Pedro Sánchez en nombre de todo el PP para que dé marcha atrás a la alianza de izquierdas a cambio del respaldo de su formación en la investidura. Y si se tercia, una gran coalición.
El parlamentario cántabro está convencido de que habrá «un Gobierno Frankenstein», que tendrá a los «independentistas de ERCy a los nacionalistas vascos» como socios preferentes, y luego «a todos aquellos consentidores, como Mazón y el PRC en Cantabria». No obstante, no da ni un duro por este Gobierno que «tendrá un recorrido muy corto» y será «muy perjudicial»para Cantabria. A pesar de los papelucos y papelones que firme el PRC, Cantabria volverá a perder prioridad porque Sánchez, lejos de cumplir con Cantabria, va a paralizar las infraestructuras en marcha».
En la misma línea se pronuncia su compañera Elena Castillo, para quien el «abrazo de la vergüenza entre Sánchez e Iglesias» traerá una «situación de inestabilidad mucho mayor a este país». Sostiene la diputada electa que «el problema no es que se abstenga ERC, sino que Sánchez sea capaz de tragar con todo eso y someta a los españoles a un Gobierno de inestabilidad por las exigencias de los independentistas», un ejecutivo al que da dos años de vida «como mucho».
Emilio del Valle (Vox) cree que la única solución viable es que se forme «un Gobierno de concentración nacional» con el PSOE, PP y lo que queda de Ciudadanos, porque «lo demás, un pacto con separatistas e independentistas, sería catastrófico para España». Sin embargo, el parlamentario del partido de color verde va más allá y sospecha de la premura con la que se ha formalizado el preacuerdo de investidura. «Aquí nadie da puntada sin hilo. Este pacto tan rápido no me huele nada bien», desconfía Del Valle, que sostiene que se trata de «una táctica del PSOEpara que el resto de fuerzas digan 'que vienen los comunistas' y el Frente Popular, y el PP termine cediendo a un Gobierno de coalición de concentración nacional que saque a España de este bache». En este sentido, cree que el pacto de izquierdas sería «nefasto» para España y también para Cantabria. «No veríamos un duro ya que todo iría para Cataluña y País Vasco, aquí no vendría más que calderilla, como por otra parte ha pasado siempre». asegura. Del Valle recuerda que en el «Presupuesto fallido» de Sánchez «más de un tercio de lo que destina el Estado a las comunidades autónomas iba a Cataluña, y a Cantabria venía la menor cantidad del último decenio. Y eso estaba dispuesto a aprobarlo el señor Mazón, al que se le llena la boca de regionalismo y de Cantabria».
No hay duda de que el voto de Mazón irá a parar de nuevo a Sánchez, que ya ha comunicado al líder regionalista, Miguel Ángel Revilla, que los términos del acuerdo firmado en abril permanecen intactos.No obstante, el regionalista no oculta que le hubiera gustado más un acuerdo con el PP. «Veíamos con mejores ojos un Gobierno con mayoría absoluta formado por fuerzas constitucionalistas, porque sería más estable. Pero no sólo para la investidura, el PP tendría que comprometerse a aprobar los Presupuestos y eso parece que no es posible».
El diputado socialista Pedro Casares no duda de que Sánchez será investido presidente y habrá un «Gobierno estable para toda la legislatura, que se agotará», aunque advirtió de que «todos los partidos tienen una responsabilidad en eso porque no se puede seguir en el bloqueo». Y está convencido de que el presidente en funciones «cumplirá» con Cantabria. «Lo fundamental es que el Gobierno eche a andar».
«El PRC retiraría el apoyo al Gobierno si se acuerda indultar a los condenados del 'procés' como moneda de cambio al respaldo de Esquerra Republicana». Así de contundente se muestra el diputado regionalista José María Mazón, para quien «cualquier concesión fuera de la Constitución a los independentistas, ya sean catalanes o vascos», constituye una línea roja que no van a traspasar. «Otra cosa» es la figura del relator para tutelar la vuelta al diálogo bilateral, que exige ERC, porque «esta figura no tiene nada de ilegalidad. Te puedes sentar en una mesa con quien quieras y como quieras». El socialista Pedro Casares afirma categórico que «no habrá nada al margen de la Constitución».
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