Tres sanitarios descartan que el colindrés asesinado en León muriera por negligencia médica

La titular del Juzgado de Instrucción Nº 5 de León, Rocío González Boñar, acordó hace un par de meses la práctica de nuevas diligencias al objeto de probar si, como mantiene la defensa, la herida que presentaba la víctima no era mortal de necesidad, hecho que variaría, en su opinión, la responsabilidad penal de su patrocinado, el autor confeso de los hechos.

Entre esas diligencias acordó la testifical de los dos sanitarios de la Unidad Móvil de Emergencias que asistieron en un primero momento a la víctima y la de una médico que lo atendió en el Hospital de León. Estas comparecencias se celebraron este martes y, según informaron fuentes cercanas al caso, los tres coincidieron en que desde el principio se vio que la lesión que presentaba Mario Fuentes «era muy grave» y que «era previsible que acabara falleciendo». «Presentaba todos los indicios de que pudiera ser una herida de muerte».

Además, los tres facultativos descartaron que hubiese alguna negligencia médica en su intervención, al asegurar que actuaron con «total celeridad, siguiendo todos los protocolos para este tipo de agresiones y de lesiones». «En ningún momento puede hablarse de negligencia, de que hubiera falta de medios personales o materiales o algún tipo de dilación en la atención a la víctima. Todo fue correcto». En este sentido, insistieron en que la lesión que presentaba el joven de Colindres «era muy grave» y cuando entró en el hospital «inmediatamente tuvo una parada cardiorrespiratoria». En ese momento le pudieron reanimar, pero después tuvo otra parada que ya fue «irreversible» y no pudieron hacer nada. «No hubo ninguna anomalía en la atención a la víctima», concluyeron ante la instructora.

Para el abogado de la acusación particular, estas declaraciones «corroboran el informe de la autopsia, que establece, indubitadamente, como causa de la muerte la lesión que le causó la puñalada». «No hay ningún otro factor que pudiera contribuir a su muerte, más allá de la lesión, que fue muy seria y grave y provocó inevitablemente la muerte, como así sucedió», añade el letrado de la acusación particular.

Por otro lado, la instructora había encargado al Instituto Nacional de Toxicología un informe sobre las causas de la muerte de Mario. Pero el Instituto de Medicina Legal de León ha contestado a este requerimiento asegurando que se ratifican las conclusiones de la autopsia y se ha acordado que informe la Facultad de Medicina de Valladolid.