El triunfo de Ayuso «tendrá efectos socioeconómicos» para Cantabria

De lo que no duda ninguno es de la «aplastante» victoria de la dirigente popular. Sin embargo, difieren en el análisis y su repercusión. «Es difícil precisar si lo conseguido por Ayuso, a la que felicito, al igual que al partido, es extrapolable. Cada región tiene sus circunstancias especiales, pero también es cierto que la tendencia es la de un PP al alza. Eso hay que tenerlo en cuenta», afirma Cristina Mazas, profesora de Uneatlántico y exconsejera de Economía y Hacienda con el Partido Popular. «El PP viene de un fuerte batacazo en Cataluña y lo de la libertad a la madrileña sólo tiene encaje en Madrid», rebate, por su parte, Ángel Agudo, profesor de la UC y también exconsejero de Economía bajo gobierno socialista.

Ambos coinciden en que los resultados se dejarán notar en la región de una manera u otra. «La prosperidad de Madrid irradia hacia el resto», considera Juan Luis Fernández, consultor de agenda pública, periodista y articulista de este periódico. «De ella se alimenta nuestro presupuesto económico, que no podríamos sufragar solos, las pensiones, las obras del Estado, el turismo, el mercado inmobiliario, las comunicaciones, las becas o la seguridad pública, entre otras», añade. «Nuestros hijos hallan en la capital del país oportunidades profesionales que Cantabria les niega. Y nuestros empresarios amplían allí mercados rentables. La economía regional depende de Madrid mucho más de lo que nos imaginamos», apunta.

Precisamente una de las primeras medidas anunciadas por Ayuso tras su victoria es una reorganización fiscal, aplaudida por los sectores conservadores y criticada por los progresistas. «Esa bajada de impuestos empobrece al resto de comunidades, incluida Cantabria. Además, tiene fecha de caducidad», subraya Agudo. «Los organismos internacionales, como el FMI, o incluso el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abogan porque las futuras armonizaciones fiscales graven a las rentas más importantes más que a las medias o las bajas. Esto también acabará llegando a España», apostilla. «La palabra mágica en economía es confianza. Y de lo que no hay duda es de que Madrid ha creado las condiciones necesarias para ofrecer seguridad», considera Mazas.

«Lo que más nos debería preocupar en Cantabria es la competencia fiscal foral de País Vasco y Navarra; mucho más que la de Madrid. Estas dos comunidades tienen un menor tipo impositivo en muchos impuestos, como el de sociedades, además de otras ventajas fiscales», analiza David Cantarero, profesor titular de Hacienda en la Universidad de Cantabria y articulista de El Diario. «Lo que sorprende es el que debate político se centre ahora en los ingresos e impuestos, porque hay algo que no se está comentando tanto: el aumento del nivel de deuda pública», continúa. «Los fondos europeos no van a ser la panacea. También se está dejando de lado que todo el gasto público, por definición, tiene un retorno social importante. Y hay partes en las que se puede hacer análisis de eficiencia y, como si dijésemos, volver a invertir en lo público de una manera más sosegada y adecuada», subraya.

Fernández también apoya la teoría del «magnetismo fiscal» de País Vasco y Navarra. «Cantabria rebajó para resistir, con Martínez Sieso en la presidencia, la fiscalidad de sucesiones y donaciones. Subir esos impuestos ahora aquí significaría obligar a viudas y huérfanos a malbaratar patrimonio para pagar un tributo excesivo», añade. «De esas ventas forzadas se benefician, precisamente, los pudientes. Además, los acomodados tienen acceso a ingeniería experta para amortiguar cualquier fiscalidad. Mi sensación es que el ciudadano madrileño ha votado por el respiro económico», concluye.