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La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha admitido a trámite la querella de la diputada Verónica Ordóñez contra su excompañero en el grupo parlamentario de Podemos José Ramón Blanco, a quien denunció ante este partido por ... supuesto acoso.
Fuentes del caso han señalado a Efe que la querella de Ordóñez ha llegado a la Sala de lo Civil y Penal, que es la encargada de investigar las causas con aforados, como es el caso de los parlamentarios. Tanto Ordóñez como Blanco son diputados en el Parlamento de Cantabria, aunque ya no con Podemos: ella ha pasado a ser no adscrita y él al grupo mixto junto al otro miembro que conformaba el grupo de la formación morada, Alberto Bolado.
Precisamente en estos días, los diputados Rubén Gómez (Cs) y Juan Ramón Carrancio están negociando por separado con Alberto Bolado y José Ramón Blanco el nuevo reparto de responsabilidades del grupo mixto del Parlamento de Cantabria, que tendrá que estar en funcionamiento para el nuevo periodo de sesiones que arrancará el 4 de febrero.
Tras la admisión a trámite, lo previsible es que la Sala acuerde las diligencias que considere, como la citación para prestar declaración de los implicados.
Blanco ha confirmado a Efe que le han notificado esta querella y ha dicho que es «parte del circo que ha montado Verónica Ordóñez para hacerse con el control del partido», que ahora está en Cantabria en manos de una gestora.
«Curiosamente presentó la querella en los días en que se le comunicó que iba a dejar de ser la portavoz del grupo», ha añadido Blanco, que cree además que esta acción judicial que ha interpuesto Ordóñez está «basada en las mentiras que lleva seis meses contando». «Me llama la atención que denuncie en diciembre unos hechos que supuestamente pasaron antes del verano», ha añadido.
Blanco también ha manifestado que, aunque «una querella es una cosa muy seria», se «alegra» de que este asunto esté «por fin» en manos de la Justicia, para que «los jueces aclaren todo este montaje» que achaca a Ordóñez para hacerse con «el control» de Podemos.
El origen de esta polémica está en octubre, cuando se conoció que José Ramón Blanco había sido denunciado ante la Comisión de Seguridad y Salud Laboral de Podemos por supuesto acoso laboral y psicológico a tres compañeras de partido: Ordóñez, la secretaria general de Podemos Santander, Lidia Alegría, y una trabajadora del partido.
Según trascendió entonces en diversos medios de comunicación, las quejas de estas tres personas contra Blanco se produjeron por actitudes que pudieran «poner en riesgo la salud psicosocial», que incluirían «vejaciones, insultos, amenazas y grandes discusiones».
Además de la querella de Ordóñez, la trabajadora de Podemos, que ha dejado su puesto de trabajo, también denunció en el Juzgado a Blanco por acoso laboral y amenazas. Este asunto recayó en el Juzgado de Instrucción 1 de Santander, que inicialmente sobreseyó provisionalmente la causa para después solicitar al Parlamento de Cantabria que certificara la condición de diputado de Blanco.
Esa solicitud fue el paso previo a que la causa se trasladara a la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia, que es la competente para tramitar los asuntos con aforados.
Según las fuentes consultadas por Efe, esta denuncia de la trabajadora también está en la Sala de lo Civil y Penal del TSJC.
Tras estas polémicas por las denuncias de acoso Podemos ha puesto una gestora en Cantabria, lo que ha supuesto el cese en sus funciones de la secretaria general, Rosana Alonso, y la dirección.
Además, el pasado martes la Mesa del Parlamento acordó la disolución del grupo de Podemos, de modo que Blanco y Bolado pasan al mixto y Ordóñez es diputada no adscrita.
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